Todo indica que las divisiones en la UCR llegaron para quedarse. Y en este 2025 es probable que se vean en las distintas opciones electorales que el radicalismo tome. Los sectores opositores referenciados en Martín Lousteau buscarán un acuerdo con otras expresiones opositoras para enfrentar al Gobierno. En cambio, el sector de Rodrigo de Loredo y del gobernador mendocino Alfredo Cornejo buscará hacer alianzas con La Libertad Avanza en distintas provincias. En aquellas en los que eso fracase, hay chances de que se reedite una alianza con el PRO. Como es una elección distrital, cada radicalismo provincial correrá su suerte siguiendo una de estas dos estrategias. 

Hay un dato estructural para entender la grave necesidad que atraviesa la UCR y que tendrá en sus dos vertientes un intento de salvarse. De todos los bloques, es probable que los radicales (en conjunto) sean los que más bancas pongan en juego. En Diputados es el 73 por ciento del total. Se dividen de la siguiente manera: los radicales con Peluca ponen en juego 14 de 20, por lo que, para que su bloque se conserve Karina Milei les tendría que dar lugares espectantes en las listas. ¿Se los dará? 

En tanto, los radicales del bloque de Pablo Juliano, referenciados con Manes y Lousteau, ponen en juego 9 de 12, incluida la banca de Manes. Es decir, que si les va mal con su estrategia de diferenciarse de Milei, el bloque pasaría a ser una expresión mínima. 

Los Sin Peluca

En este escenario apremiante, Manes todavía no decidió que hacer. El dirigente mantiene silencio y piensa cual es su mejor opción para un año donde la polarización entre Milei y Cristina Fernández de Kirchner (en caso de que ella pudiera presentarse en la provincia de Buenos Aires) dejaría su candidatura de lado. Su sector va a tener una reunión esta semana que para comenzar a delinear la estrategia. 

No obstante, junto con Lousteau apuestan a construir un frente de centro, que sume a los sectores desperdigados hoy de Miguel Angel Pichetto, Margarita Stolbizer, Juan Schiaretti y Horacio Rodríguez Larreta. Un frente que podría llegar a tener alguna representación en 2025, pero que sobre todo está pensado para 2027, dado que esta es --hay que repetirlo-- una elección por distritos.

Los radicales sin peluca tienen más peso en el AMBA, por lo que sus cuitas se juegan allí. Lousteau, por lo pronto, debe armar una estrategia para la Ciudad de Buenos Aires, donde también es probable que la tenga dificil: entre el PRO y LLA, que de seguro se enfrentarán, parecen comerse buena parte del electorado. Lousteau no quiere un acuerdo con el kirchnerismo, así que tendría que ir a pelearle los votos. 

En la provincia de Buenos Aires, la división de la UCR probablemente dé lugar a candidaturas separadas. Por un lado, Maximiliano Abad está yendo hacia un acuerdo con el PRO y con sus dirigentes Cristian Ritondo y Diego Santilli. Y, del otro lado, falta ver que hace Manes. En su armado, podrían entrar los sectores de Emilio Monzó y los peronistas cercanos a Schiaretti, además de los que responden al radical Emiliano Yacobitti.

Los Con Peluca

Del lado de De Loredo y Cornejo, la decisión parece estar tomada: ir a una alianza con La Libertad Avanza. Por lo menos, la mayoría lo va a intentar en sus provincias. Pero puede haber dificultades con Karina Milei. Si eso ocurre y no se llega a acuerdos de lista única  (internas no habría, porque están caminando hacia suspender las PASO), los radicales en algunos distritos podrían refundar una alianza con el PRO. El resultado de todas esas negociaciones puede ser, al final, una gama variopinta de acuerdos donde ningún frente electoral se parezca al de la provincia vecina

Para dar algunos ejemplos de cómo viene este panorama de acuerdos complejos y heterogéneos en algunas juridiscciones:

*Mendoza: si bien está claro que Cornejo tiene decidido ir con La Libertad Avanza,  esto no significa que le vaya a entregar las listas a Karina Milei, sobre todo en una provincia donde el peso real lo tienen los radicales y LLA cosecha hoy poco y nada. 

*Córdoba: De Loredo quiere cerrar para encabezar la lista conjunta con LLA, pero le surgieron dos competidores. Por un lado, está Luis Juez, que se viene arrimando para disputarle el lugar de la gobernación en 2027 como candidato de Milei. Por el otro es todavía más complicado: Karina Milei tiene en Córdoba a Gabriel Bornoroni, que es --además-- el jefe del bloque de La Libertad Avanza en Diputados. Y su sector no le quiere dar la cabeza de lista a De Loredo. 

*Santa Fe: Maximiliano Pullaro está organizando un frente amplio, con distintos partidos, pero más en la línea de Lousteau y Manes. Es dudoso que incluya a La Libertad Avanza. 

*Chubut y Entre Ríos: donde los radicales dependen más de lo que decida el PRO es en aquellos distritos en los que gobierna. En este punto, en Chubut podría quedar afuera LLA y que sea un acuerdo PRO-UCR. En cambio, en Entre Ríos puede que los libertarios terminen adentro de un frente que sumará a sectores políticos muy diversos del peronismo y del radicalismo, donde LLA no es de peso. 

Son algunas muestras de como viene un panorama complejo. Los radicales se juegan a salvar la ropa con dos estrategias opuestas: con el Gobierno y contra el Gobierno. El tiempo dirá cual de las dos fue más eficaz.