Las paredes humanas dejaron en el medio un hueco de casi dos metros cuadrados en el que bailaron gays, travestis y trans, que, en la tarde calurosa del sábado, improvisaron un salón de ballroom con la Casa Rosada de fondo. La música llegó desde una carroza, también improvisada, donde alguien ocupaba un micrófono para caldear los ánimos y voguear con consignas musicalizadas: “Dame, dame, tu furia” y “Fuera, fuera Milei”. Eran las seis de la tarde, hacían más de 30 grados, había sol y todavía la primera Marcha Federal del Orgullo Antifascista y Antirracista LGBTIQNB+.