El estreno local de la última película de Walter Salles pendió de un hilo hasta que la triple nominación en los premios Oscar –Mejor Película, Mejor Película Internacional y Mejor Actriz– inclinó la balanza y decidió a la distribuidora a lanzarla comercialmente en salas de cine. Signo de los tiempos de un mercado cinematográfico empequeñecido, muy diferentes a aquellos otros en los cuales Estación Central (1998),Aún estoy aquí