Con el termómetro marcando 47 grados centígrados en algunas ciudades del norte provincial, como Orán, y el lógico aumento en el consumo de energía eléctrica por la necesidad de combatir la ola de calor, se prevé que la facturación a futuro se acumule mucho más alla del 2% anunciado por el gobierno nacional.
“Aumenta el precio por la pérdida de subsidios”, explicó el presidente del Ente Regulador de Servicios Públicos (ENRESP) de Salta, Carlos Saravia al indicar que en una reunión del comité zonal de las provincias del norte, se analizó que el impacto del aumento en la energía será al menos del 15% para la población de más bajos ingresos, y de 7% para los que están en categorías más altas.
El límite para cobrar la energía a un precio menor es de 350 kilowatts, y si hay un consumo mayor “se paga como rico”, dijo el funcionario. En el actual contexto, en el que se compran artefactos al otro lado de la frontera, muchos sin el factor de ahorro energético, se prevé que aquellos que cuentan con aires acondicionados (imprescindibles en el norte de la provincia) van a tener consumos por encima de los 1000 kilowatts. “Y claro, van a venir facturas muy abultadas”.
La incidencia de los incrementos se verá en las facturas correspondientes a febrero, que llegan el mes que viene “y en abril”, añadió Saravia en diálogo con Radio Nacional Salta.
Si bien en varias provincias, desde el centro del país hacia el NOA y el NEA, hubo apagones este lunes, Saravia destacó que Salta no tuvo este problema. Pero la generación de energía (cuya responsabilidad es del Estado Nacional) empieza a ser un problema. “Salió la Central Atucha 3 que abastecía con energía nuclear. Se pretendía comprar energía a Paraguay, pero al igual que Bolivia tienen prioridades. Primero son ellos, segundo Brasil, y después nosotros”, afirmó.
Mientras, analizó que con los nuevos números, el 117 por ciento de inflación que se calcula en términos generales, aumenta al 248 por ciento cuando se habla de servicios, por la reducción de los subsidios.
"Héroes climáticos" sin querer serlo
"En Rivadavia se están calcinando, 43,4°C con 21 por ciento de humedad. Sobrevivir a esas condiciones y con la oferta energética que tienen (y las pocas posibilidades de mucha gente de acceder a un aire acondicionado, sea por su precio, o porque no cuentan con energía eléctrica) es de héroes climáticos", dijo por su parte el integrante del Sistema de Alerta Temprana del Río Pilcomayo, Luis María de la Cruz.
Afirmó que según los mapas del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), en casi todo Salta y Jujuy las temperaturas medias están entre 1°C y 2°C por encima de las medias normales esta semana. "El sur de Salta, Tucumán, Santiago del Estero, hasta 3°C por encima de lo normal", amplió.
La demanda de energía es mayor pero la oferta energética no aumenta. "Anoche llegamos a Formosa. Tenemos tres aires. Solo arrancó uno", contó De la Cruz como experiencia propia.
Añadió que la ola de calor "ya es muy larga", dado que se espera que dure más de una semana. Y el calor comenzó el jueves próximo pasado. "Desde 3 días con temperaturas por sobre lo normal se considera internacionalmente como ola de calor", afirmó. Recordó asimismo que esta es la segunda ola. La primera fue a mediados de enero.
En la ciudad de Salta el calor también se hace sentir. Hubo hechos que lo mostraron con mayor claridad, como el caso de una niña que a mediados de enero se desmayó en la fila para entrar al Balneario Carlos Xamena. Ya llevaba una hora y media de espera cuando cayó al piso.
En su desesperación por escapar del calor, la gente acude a los balnearios y a los ríos. Como el Arenales, que atraviesa la ciudad de Salta, está contaminado, muchos van a Vaqueros, vecino de la ciudad de Salta, o La Caldera, ubicado contiguamente y bañados por los ríos Vaqueros y Wierna y donde hay campings. El fin de semana, para hacer el tramo de unos 25 kilómetros, la demora del paso de automóviles fue de tres horas.
En otros lugares, como ocurre sobre todo en el norte provincial, al esparcimiento obligado se anteponen problemáticas más graves, como la falta de agua.
"Tenemos que tragar bronca", dijo a Salta/12 Sergio Simplicio, referente de la comunidad wichí Misión La Loma, en el municipio de Embarcación, departamento San Martín, mostrando tachos y tinacos secos en su comunidad. En estas épocas el consumo aumenta pero el reparto de agua, que se hace en camiones, sigue igual.
"Son las 8.06 (de la noche) y hacen 42 grados", dijo por su parte Lucía Ruiz desde la zona rural de Coronel Juan Solá (más conocida como Morillo), en el departamento Rivadavia. Las condiciones del calor y el sol los obligan a cubrirse para trabajar en el campo. "El vientito norte seca las aguadas y la lluvia es poca", agregó la productora rural. Los inconvinientes que provocan las altas temperaturas a la agricultora familiar no se alejan demasiado de los de los grandes productores, que por estos días advirtieron sobre las consecuencias negativas de la ola de calor.
Un amparo que salta el alambrado
"Respecto a los beneficios de la línea de 132 Kv de Argentina – Bolivia, este Ente Regulador ha venido desarrollando distintos tipos de medidas ante los constantes cortes sufridos con origen en las instalaciones del transporte de energía operado y mantenido por TRANSNOA", indica una resolución del ENRESP del 23 de diciembre del año pasado.
Entre esas medidas el Ente promovió una acción de amparo contra la mayorista CAMMESA. Según precisa la resolución, "se planteó la situación del NOA Norte – Interconexión con Bolivia, conexión cuya utilización ha sido muy baja a pesar de sus beneficios, demandándose que se obligue a CAMMESA al despacho pleno de esa interconexión para garantizar la seguridad del sistema en cuestión", con el fin de "asegurar el abastecimiento en el norte provincial".
El amparo que busca obligar a CAMMESA a garantizar la provisión de energía desde el vecino país, "implicaría salvar Orán y San Martín", dijo el presidente del Ente Regulador, Carlos Saravia. Por ahora se están resolviendo cuestiones técnicas respecto del proceso colectivo presentado ante la Justicia Federal.