Detrás del humo y las intenciones del Gobierno de cambiar la agenda, la crisis sigue mostrando coletazos muy fuertes. En este caso, en las últimas 24 horas, tres empresas de envergadura se sumaron al pelotón de firmas en crisis de demanda y empleo. La referencia es para las automotríces Nissan y General Motors, y la textil Puma, que arrancaron con suspensiones, despidos y posibles cierres de planta por la baja de la actividad. 

La situación se enmarca en una importante caída en las ventas y la actividad, de la cual no escapan ni pymes ni grandes firmas. De hecho, por razones similares a las que se sumó la falta de competitividad por el dólar intervenido por el Gobierno, esta semana hubo otras cuatro grandes firmas que se declararon en crisis. 

Este diario reflejó días atrás la situación de Los Grobo, Agrofina, Red Surcos y la cooperativa Sancor, las cuatro con concursos de acreedores, también golpeadas por la recesión. En este contexto se enmarca la crisis de Puma, GM y Nissan, de dos sectores diferentes, también mercado internistas, y cuyas perdidas de actividad y empleo pegarán de manera directa en las cadenas de producción pyme de otras actividades. 

La foto es la de un escenario que el Gobierno vende como estable en lo macro, pero que puertas adentro está reflejando no sólo una crisis de demanda y empleo, sino de competitividad. Un fenómeno que se generó por la decisión oficial de congelar el tipo de cambio, entre otros factores. 

Nissan, parada y con rumores de cierre

En medio de rumores de cierre de la producción en la Argentina para transformarse en una firma importadora, la japonesa Nissan paró esta semana el único turno de producción activo que mantenía en la planta de Córdoba. En esa fábrica, Nissan produce además para Renault, en una alianza que se armó hace unos años. 

En las últimas horas, según fuentes gremiales, surgió además la información de que la fábrica japonesa tendría pensando producir en México un modelo que estaba pautado hacerse en Córdoba. 

Hoy en día, los 450 empleados que trabajan en el armado de la Frontier están suspendidos esta semana y crecen las advertencias del sector autopartista sobre demoras en los pagos de Nissan a sus proveedores. En conversaciones radiales, Maximiliano Ponce, secretario General de SMATA en Córdoba, explicó que "la verdad que sí, estamos en un estado de alerta porque, si el producto nuevo se va a México, ¿Qué van a fabricar aquí? Quedaría fuera de mercado el producto viejo".

Además, Ponce confirmó algunas demoras en los pagos a proveedores, lo que agrava la situación: "Hemos tenido contacto con varios proveedores y sí, la verdad que les siguen bajando los pedidos", expresó el dirigente sindical. La situación afecta a unos 250 empleados que están suspendidos de manera total y a otros 200 que enfrentan suspensiones parciales.

General Motors se achica

La automotríz estadounidense General Motors abrió un programa de retiros voluntarios en su planta de General Alvear, provincia de Santa Fe. Según se supo, la empresa busca recortar la plantilla de trabajadores, en el marco de una caída en los niveles de producción de la planta. 

Con el plan de recortes, piensan en lograr que 300 trabajadores tomen el retiro. Esto se hizo más directo en enero, cuando la empresa dispuso mayores incentivos para aquellos que quieran dejar el empleo. 

Los medios locales reflejaron que GM tomó esta decisión luego de ver la caída en la producción del único modelo que se fabricaba en Argentina, la Chevrolet Tracker. Esos mismos medios informaron que se pasó de producir 21 unidades a 12 unidades diarias. 

La situación pone en alerta al Sindicato de Mecánicos (SMATA) que ya se está ocupando, además, de la situación antes mencionada en la fábrica de autos de la empresa japonesa Nissan. Lo curioso es que el sector autos parece haber llegado a un cuello de botella de producción que, incluso con suba en las ventas, no logra producir a los niveles que se requieren para sostener los niveles de empleo que se tenían en los mejores años de la actividad. 

Puma, con 23 despedidos

El sector textil, que hace tiempo viene ninguneado por el Gobierno Nacional, es otro de los más golpeados por la crisis económica. Siendo, además, el rubro de la economía que más puestos de trabajo genera en todo el país. Y no sólo las pymes son las que están con cierres, despidos y suspensiones, sino que empezaron a caer los gigantes del rubro. El último de ellos, la empresa Puma, que ya durante el Gobierno de Mauricio Macri había pasado días parecidos a los actuales. 

En su planta en la provincia de La Rioja, la firma Puma despidió a 23 trabajadores en las últimas horas, y no se descarta que la cifra continúe en aumento. Un dato importante: los empleados despedidos se enteraron del despido apenas llegaron de vacaciones. No habían sido informados, con antelación, de la situación crítica de los puestos de trabajo. 

Según consignaron fuentes provinciales, la industria del calzado atraviesa su peor momento en años y se encuentra entre las más afectadas por las políticas económicas del gobierno de Javier Milei. En los últimos meses, el cierre de la planta de Dass en Coronel Suárez, que produce calzado para marcas como Adidas y Nike, significó el despido de 360 trabajadores que quedaron en la calle.

También en la empresa Bicontinentar, ubicada en el partido bonaerense de Chivilcoy, los despidos alcanzaron a 130 de los 170 empleados activos en la planta y el gremio del sector, UTICRA, tuvo que conformarse con acordar el pago de las indemnizaciones.