Gobernantes de los países miembros del bloque regional Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) pidieron en una cumbre virtual impulsada por Venezuela respeto a los migrantes en medio de las deportaciones masivas puestas en marcha por Estados Unidos tras el regreso del republicano Donald Trump a la Casa Blanca.
Al inaugurar en Caracas este encuentro de jefes de Estado y de Gobierno, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, propuso una coordinación para exigir respeto a los migrantes y, en caso de deportaciones, garantizar un regreso digno a sus países de origen. En ese sentido, planteó la creación de un sistema de créditos destinado a la reinserción de los migrantes que retornen a los países miembros de la alianza.
Si bien la reunión culminó sin firmar acuerdos, Maduro propuso un nuevo encuentro para la primera semana de marzo, con el fin de alcanzar un consenso sobre las medidas y el plan de acción para prestar apoyo a migrantes. "Ya se encargará la Secretaría General y nuestras Cancillerías de dar a conocer, en el momento en que se haga, el consenso sobre los criterios abordados el día de hoy y propuestos por los jefes de Estado y los jefes de gobierno", añadió.
Aunque su reelección el año pasado es desconocida por Washington tras denuncias de fraude de la oposición, Maduro recibió el viernes a un enviado especial de Trump, Richard Grenell, y aceptó recibir a venezolanos deportados.
"Someternos o ser objeto de agresión"
Otro de los integrantes del ALBA que habló en el encuentro fue el presidente de Bolivia, Luis Arce, quien expresó su rechazo a discursos de odio y xenofobia y cuestionó que se trate como delincuentes a los deportados. "Condenamos la propagación de los discursos de odio y xenofobia contra quienes han contribuido al desarrollo económico y social en muchos países", señaló. "El verdadero desafío radica en evitar cualquier intento de criminalización de la migración, debemos garantizar un trato digno a cada persona en movilidad", mencionó.
El mandatario boliviano planteó que los países que conforman la ALBA deben ser los impulsores en el ámbito multilateral para que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declare la migración como un derecho humano. "Hemos observado escenas de deportación desde Estados Unidos de hombres y mujeres encadenados y esposados que reviven en la memoria la esclavitud (...) no podemos admitir estas violaciones a los derechos de los migrantes", remarcó. "Desde la ALBA debemos rechazar estas medidas y exigir un tratamiento respetuoso y justo para nuestros connacionales", agregó.
Por su parte, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, aseguró que América Latina no se puede dejar provocar por Trump y su plan de deportaciones masivas. "El Gobierno de los Estados Unidos pretende definir las opciones para los países de la región que son o someternos o ser objeto de agresión", subrayó ante los demás miembros del ALBA. "Sin ninguna duda, en el escenario político y geoestratégico actual, se van a exacerbar los abundantes y muy diversos factores irritantes entre Estados Unidos y nuestra América", indicó.
El mandatario afirmó que las deportaciones siempre deben realizarse en el marco de acuerdos bilaterales y críticó nuevamente la decisión de enviar migrantes a la base naval de Guantánamo. "Constituye un acto barbárico", aseguró Díaz-Canel, cuyas críticas se producen días después de que Trump revocara la decisión de la administración del demócrata Joe Biden de excluir a la isla caribeña de la lista negra de Estados Unidos de países patrocinantes del terrorismo.
Apoyo a Sheinbaum
Antes de la reunión, los países del ALBA respaldaron a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ante lo que consideran como calumnias e injerencias los dichos de Trump, quien acusó al Gobierno mexicano de tener una alianza con carteles del narcotráfico. "Se ignora la responsabilidad histórica del Gobierno de Estados Unidos en la crisis de violencia y narcotráfico que afecta a la región", expresó la organización en un comunicado en repudio a las acusaciones del magnate republicano.
"Estados Unidos es el principal proveedor de armas de alto poder a grupos criminales, que, aunado a sus políticas sanitarias negligentes y la irresponsabilidad de corporaciones farmacéuticas, sigue cobrando miles de vidas cada año, tal como lo han documentado organismos internacionales", remarcó el ALBA. En contraste, según la organización, Sheinbaum ha demostrado "con hechos su compromiso con la seguridad y la justicia, combatiendo frontalmente el crimen organizado".
El ALBA nació en 2004 por los fallecidos líderes socialistas Fidel Castro (Cuba) y Hugo Chávez (Venezuela) como respuesta al fallido proyecto de Estados Unidos para crear el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA). Su influencia, sin embargo, mermó tras la muerte de Chávez en 2013. Actualmente, la alianza es integrada por Antigua y Barbuda, Bolivia, Cuba, Dominica, Granada, Nicaragua, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, y Santa Lucía. Viejos miembros como Ecuador y Honduras se retiraron del bloque.