Con un pedido de pena de 22 años de prisión por parte de la Fiscalía, comenzó el juicio que tiene como acusado a un hombre de 55 años, por un hecho de abuso sexual y rapto, y otros tres casos de rapto consumado y en tentativa, cometidos entre 2020 y 2022, en Rosario y Arroyo Seco. Para Fiscalía, todos los hechos tuvieron como objetivo cometer delitos sexuales. Las víctimas de los casos que llegaron al debate tenían entre 14 y 45 años de edad. A través de la ubicación del celular de una de las víctimas, lograron rastrearlo y detenerlo en una vivienda de la zona sur.
El tribunal integrado por los jueces Ismael Manfrín, Gonzalo Fernández Bussy y Gonzalo López Quintana comenzó a juzgar ayer a Fernando Sosa, quien fue llevado al debate por cuatro hechos en los que desplegó violencia con víctimas mujeres.
Para Fiscalía, se trata de "un abusador serial", según indicaron en el alegato de apertura. "El de este juicio no es un caso habitual", sostuvo la fiscal Luciana Vallarella, quien habló de "lo traumático de la situación que implica que un varón totalmente desconocido te aborde en la calle, cuando venís caminando sola, de noche, en condiciones de total vulnerabilidad, sin posibilidad de pedir ayuda, te retenga y abuse sexualmente o intente hacerlo".
Según la acusación, se le achaca al acusado el hecho cometido el 28 de septiembre de 2020, en horas de la noche, cuando siguió a bordo de su motocicleta negra a una víctima de 14 años, mientras ella caminaba hacia el parque Sur de Rosario. Se ofreció a llevarla y en la zona de Las Palmeras al 1400, donde ella intentó huir, pero la maniató y cometió el abuso. Tras ello, se dio a la fuga en su motovehículo.
Como segundo caso, se le endilgó un hecho del 5 de febrero de 2022, en horas de la madrugada, en calles Moreno entre Irigoyen y Mitre de Arroyo Seco, cuando abordó a una víctima de 21 años, bajo amenazas, por las que la joven subió al vehículo Volkswagen Gol gris. Para la Fiscalía, el acusado interceptó a la muchacha "con la finalidad de atentar contra su integridad sexual".
“Subí al auto, no grites o te mato”, le dijo. Una vez dentro del vehículo, advirtió que la joven llevaba un celular, se lo quitó, lo tiró en el asiento trasero del auto y volvió a amenazarla. Tras ello, tomó contramano por calle Hipólito Irigoyen, la víctima "sacó el seguro del auto y forcejeando con el acusado se arrojó del vehículo logrando pedir auxilio".
Antes de ser detenido, días posteriores al hecho mencionado, Sosa cometió dos hechos más. El 10 de febrero de 2022, a las 2.50 am aproximadamente, en Rivadavia entre Colón y Gaboto de la localidad de Arroyo Seco, abordó a otra víctima, de 19 años, cuando ésta iba caminando por calle Rivadavia. "Se acercó a ella corriendo, la tomó con su brazo derecho rodeándole el cuello y la sujetó a la fuerza mientras con la otra mano intentaba taparle la boca con la intención de cometer un delito contra su integridad sexual, ante esta situación, la víctima logra zafarse y huir".
Por último, el 12 de febrero de 2022, a las 2.50 am aproximadamente, en calles Libertad y Don Orione de Arroyo Seco, interceptó a una víctima de 45 años que transitaba por una plaza de la zona. "Se acercó a la mujer, extrajo un arma blanca y la intimidó con la intención de cometer un delito contra la integridad sexual, por lo que la víctima comenzó a gritar, y él corrió para alejarse del lugar".
Si bien esos son los casos que llegaron a juicio, Fiscalía sostuvo que otras 9 víctimas denunciaron hechos similares entre el año 2002 y 2008, en los cuales Sosa fue investigado, pero no se avanzó hacia una condena.
Fiscalía planteó que no es que no se haya avanzado por falta de pruebas -estuvo detenido poco más de un año-, sino que en el anterior sistema procesal penal esos hechos "no eran priorizados y no se investigaban con la diligencia que hoy se trabaja". Frente a ello, mencionaron una "responsabilidad estatal".
Las calificaciones penales por las que se juzga a Sosa son "abuso sexual con acceso carnal; rapto en concurso real con robo; y rapto en grado de tentativa (2 hechos)".