La automotriz General Motors puso en marca un programa de retiro voluntarios con el objetivo de reducir la planta de personal en la fábrica que posee en la localidad santafesina de Alvear. El proceso, que se inició en enero pasado, procura achicar el volumen de trabajadores de acuerdo a lo niveles de producción que tiene la planta en este momento, que se redujo en un 50 por ciento según fuentes gremiales. El objetivo sería desvincular unos 300 trabajadores y que quede aproximadamente la misma cantidad en actividad.
Voceros del sector dijeron a Rosario/12 que la decisión fue adoptada por GM a raíz de la caída en la producción del único modelo que se fabrica en la planta de Alvear, la Tracker de Chevrolet, que también se produce en Brasil, donde la automotriz posee otra planta.
La misma fuente explicó que para fin del año pasado “de 21 unidades por día se pasó a producir 12”, lo que afectó el plan de negocios. En la planta de Alvear hay unos 600 trabajadores, pero la reducción de la demanda y la baja de en la producción derivaron en la decisión de General Motors de reducir su planta de personal. Si bien no existen precisiones, puesto que la empresa no difundió públicamente su determinación, buscaría desprenderse de cerca del 50 por ciento los empleados, es decir, unos 300.
La caída en la producción no solo afecta en forma directa al empleo de la automotriz estadounidense radicada en la provincia, sino que repercute en proveedores y contratistas de la zona.
La situación que desencadenó en el plan de retiros voluntarios ofrecidos por GM se inició a fines de 2023, cuando la planta suspendió su producción desde diciembre hasta principios de marzo de 2024, en coincidencia con el cambio de gobierno en el país y la aceleración de la inflación como resultado de la devaluación con la que el presidente Javier Milei inició su gestión presidencial.
En marzo del año pasado, la producción de General Motors en Alvear volvió a detenerse hasta abril, pero en ese momento por “inconvenientes con el suministro de piezas de proveedores afectados por problemas de pagos al exterior”, según argumentó. A fines de abril, la fábrica pausó su producción durante una semana.
En el primer trimestre de 2024, la producción había caído un 23 por ciento debido a la disminución de ventas y exportaciones, según fuentes del sector automotriz. De acuerdo a las previsiones, para este año la fábrica local que produce la Chevrolet Tracker estima una reducción del 50 por ciento, lo que redunda en el achicamiento de su planta de personal.
Fuentes gremiales consultadas por este diario señalaron que “no hay mucho por decir” y afirmaron que hasta el momento no hay despidos, sino un plan de retiros voluntarios en el que la empresa ofrece adicionales para hacerlos más atractivos.
La noticia sobre el programa de retiros en GM se enmarcara en un crisis de un parte de la industria automotriz, que también se expresó en la suspensión de personal y la paralización de la fábrica que la japonesa Nissan tiene en la localidad cordobesa de Santa Isabel.
El sindicato Smata de Córdoba inició una medida de fuerza en la planta que produce la camioneta Frontier de Nissan, por la suspensión en la última semana de unos 200 trabajadores. Al igual que en GM en Santa Fe, la empresa aduce caída en las ventas y en la exportación de vehículos automotores.