Según Luis “Toto” Caputo, el nuevo acuerdo de endeudamiento que el Gobierno de Javier Milei negocia con el Fondo Monetario (FMI) no incluye una devaluación del peso ni la salida del cepo. Muy por el contrario, para el ministro de Economía el problema no es que el valor del dólar esté “atrasado”, sino que los precios de la economía local “están adelantados”.

La singular explicación que dio el titular del Palacio de hacienda para explicar el desbarajuste de la economía que golpea exclusivamente a los trabajadores y sectores productivos locales intentó echar un poco de claridad en la cuestionada administración del mercado cambiario y dar certezas sobre el confuso plan económico.

FMI y devaluación

"No va a haber ninguna devaluación por el acuerdo con el Fondo", enfatizó el funcionario durante una entrevista con LN+, en la cual también dejó en claro que tampoco habrá una salida del cepo en el corto plazo.

El nuevo pacto con el FMI “no implica que una vez hecho el acuerdo se saldrá de las restricciones cambiarias al día siguiente", aclaró y con desprejuicio admitió que lo que el Gobierno hará con los fondos frescos que reciba de ese organismo será “recapitalizar el Banco Central”.


Es decir, nutrir las reservas para continuar con la política de intervención en el mercado cambiario para estabilizar el valor de la divisa a conveniencia de la administración de La Libertad Avanza (LLA).

Por este motivo, agregó, se saldrá del cepo este año pero sólo "cuando se cumplan las tres condiciones que siempre dijimos".

Asimismo, el ministro ratificó su defensa a la política de “equilibrio fiscal” y reiteró que la idea del equipo económico es no devaluar y resistir las presiones del mercado.

"Los economistas que piden devaluación se quedaron en el tiempo, nosotros vamos a un modelo diferente, queremos que en Argentina haya mejores productos a mejores precios", dijo.

En este sentido, su opinión es que "la devaluación nunca fue la solución”, porque si la hubiera sido “la Argentina hoy sería potencia”. “Devaluando sólo han logrado aumentar la pobreza y aumentar las distorsiones macro", puntualizó.

El problema son los precios

Caputo también dio una confusa explicación de por qué si el dólar está controlado, los precios en la Argentina son superiores a los de otros países. "Es cierto que hay algunos precios que están adelantados, pero esto no quiere decir que el dólar está atrasado", lanzó.

Como ejemplo citó lo que ocurre con el valor de la indumentaria y le echó la culpa de todo a lo que es un axioma del presidente Milei: la libre competencia del mercado.

"Hay una empresa que vende en Chile la misma prenda que vende en Argentina. Allá la vende a mitad de precio y la produce acá; pero acá la puede vender más cara porque no hay competencia", ejemplificó.

Sostuvo que los precios de la ropa en Argentina son más altos “porque la industria (textil) ha sido tremendamente protegida” y consideró que la salida de ese intríngulis es la importación. “La indumentaria va a bajar fuertemente en los próximos 12 meses porque va a entrar esta competencia”, es decir “traer la ropa de afuera".

Baja temporal de las retenciones

La entrevista de Caputo emitida el miércoles a la noche tuvo lugar minutos antes de su reunión con representantes de la Mesa de Enlace agropecuaria, por lo tanto el tema de las retenciones fue otro de los que puso sobre la mesa.

Confirmó que la rebaja de retenciones será temporal y recalcó que ello no arriesgará el equilibrio fiscal que persigue su administración.

"Teníamos algo de superávit entonces invertimos en reducirle esto al campo en esta campaña que ahora afortunadamente llovió fuerte en la zona núcleo y el precio de la soja recuperó", explicó el funcionario.

"Nosotros adonde vamos es a la eliminación de estos impuestos", dijo y remarcó que “el objetivo es que (el fin de las retenciones) termine siendo algo permanente en el campo”. No obstante, indicó que “ahora vence en junio y nosotros el equilibrio fiscal no lo vamos a arriesgar de ninguna forma".

Caputo también habló de la inflación, la principal preocupación del gobierno nacional. Dijo esperar una inflación de alrededor de 2,3 por ciento para la medición de enero y se apuró en aclarar que no sabe “cuándo va a empezar con 1”. “Ojalá empiece en febrero".

Eso sí, añadió, “el proceso de desinflación va a continuar porque nosotros del orden macro no nos vamos a mover; esperemos que siga sorprendiendo positivamente".