“¿Te sentís solo? No estás solo”. Esa pregunta tan común en la cotidianeidad de nuestra pequeña vida post utópica es la que actúa como puerta de entrada a Eusexua, el tercer álbum de FKA Twigs, la cantante y bailarina inglesa que vuelve después de cinco años con una aproximación al pop desde su mirada siempre alienígena. Parece que ya no basta simplemente con hacer canciones y como es la era de los fenómenos y los megaconceptos multimedia, ella misma definió su disco conceptual como “el pináculo de la experiencia humana”, lo que sea que eso signifique. Para explicarlo mejor y más tangiblemente también aseguró: “Es como cuando llevas horas besando a un amante y te conviertes en una ameba con esa persona. Ya no eres humano, eres sólo un sentimiento”.
Efectivamente el disco rodea la idea de vincularse profunda o sensorialmente con otros para lograr experiencias trascendentales y, dice ella, es más una sensación flotante y amorfa que una idea para declamar. También es un disco mucho más bailable y acaso orientado a la comunión de la fiesta que otras entregas anteriores y mucho más contemplativas. Es más, parece que la idea de este disco se le presentó en el 2022 en medio de una rave post pandémica cuando filmaba la película The Crow junto Bill Skarsgard. Ahí, cuenta ella, sintió una comunión metafísica conmovedora de esas que usualmente aparecen en las raves, pero que realmente son experiencias reservadas para anónimos felices, no muy accesibles para personajes públicos, sobretodo en la era de las selfies y el taggeo. “Ahí nadie saca el teléfono, todo el mundo baila. Si pasa algo increíble por la noche, no lo grabas. Es sólo para la gente que lo vive de verdad”, dijo ella. “En Praga descubrí una comunidad de todo tipo de personas que querían librarse de sus demonios, de su negatividad, y sentí que saliendo a bailar cada fin de semana podía curarme a mí misma”.
Lo que FKA descubrió en esas raves de la movida under fue una sensación espiritual y física tan distinta a todo lo experimentado que tuvo que inventar un concepto nuevo para intentar explicarla. Eusexua, entonces, es un juego de palabras entre euforia y sexo, sin embargo, dice ella que se trata de un concepto superador que remite a un sentimiento de pertenencia no necesariamente vinculado al acto sexual, y al que cualquiera puede acceder: “Es pura presencia. Es un momento de nada. O es el momento previo a una idea realmente increíble. He experimentado eusexua al besar a alguien que no conozco muy bien, pero que me gusta mucho. Es una presencia sin ego, llena de una claridad que hormiguea”, ha explicado la cantante sobre este disco que pareciera celebrar el encuentro físico, tangible y acaso anónimo, justo cuando nuestra forma de vida se inclina hacia el exhibicionismo y la soledad.
Nacida como Tahliah Debrett Barnett, bailarina profesional desde los 12 años, de ascendencia inglesa, jamaicana y española, cantante extraña de amplios rangos y un mundo imaginario etéreo e impredecible, FKA Twigs inició su carrera solista después de trabajar como bailarina para varias estrellas pop, entre ellas, Kylie Minogue. En 2014, cuando lanzó su primer disco de larga duración LP1 y apareció en la escena lo hizo de una forma intempestiva, con esa propuesta estética insólita entre una aparición victoriana y un personaje de ciencia ficción. Claro que fue festejada por todo el mundo, aun cuando esa música extraña y experimental era un emprendimiento difícil de digerir, uno de esos proyectos que requieren esmero en la escucha. “Ella se viste como una modelo de alta costura de la antigüedad, pero sus canciones prometen los placeres muy contemporáneos de la textura y la inmediatez emocional”, se pudo leer en The New Yorker sobre su disco debut. Es más, cuando se habla de ella, la prensa se empieza a poner creativa. Y si bien al principio se la comparó razonablemente con artistas como Tricky, Kate Bush y Björk, algunos han sentido la necesidad de inventar nuevos conceptos solo para definirla, como “afrofuturismo” o “neobalada cibernética”.
En 2022, después de su celebrado LP1 y su segundo disco Magdalene, lanzó un mixtape de canciones de fiesta llamado Caprisongs, producido por El Guincho y con colaboraciones con gente como The Weeknd. Un giro en su música motivado por el aislamiento pandémico que emprendió para liberarse del estado de ánimo oscuro que lo teñía todo por esos días, y no para exacerbarlo como también hicieron naturalmente muchos artistas. También decidió virar a ese modelo festivo para reencontrarse con su propio cuerpo y tomar control, un cuerpo que además de los embates de la pandemia tuvo que superar un tumor uterino y una serie de dolores crónicos vinculados al baile. Es en ese mismo marco conceptual que nace Eusexua, un trabajo que conserva la chispa y cierto optimismo en un territorio enrarecido. Es un disco como para bailar en medio de un paisaje de destrucción. “Eso está bien para mí. Vivir mi vida con un poco de misterio”, canta en “Perfect Stranger” o en “Girls Feel Good” indica sin mucha más declamación que el mundo simplemente funciona mejor cuando las chicas se sienten bien.
Siendo una artista multidisciplinaria, FKA Twigs se esmeró en que la música de su nuevo álbum fuese apenas una de las expresiones de la palabra eusexua. Asi que el concepto se completó con varias cosas. En principio un área de videos experimentales como el de la canción “Keep It, Hold It” donde aparece en una sola toma durante toda el tema, desnuda y moviéndose levemente en una posición arácnida imposible, que inquieta y atrae. Pero además con propuestas aun más extrañas, como la exhibición que montó en Sotheby's, Londres, una “obra de arte duracional” que se titula The Eleven, donde se reúnen movimientos de meditación destinados a facilitar la experiencia corporal eusexua. También se la pasó entre fiestas pop up sorpresa en lugares poco comunes y apariciones en podcast y medios pequeños para honrar el origen del disco en el underground. “Hice mi álbum en taxis en Berlín, cabañas en Big Sur, cuevas en Ibiza, carreteras en Hackney. He escrito letras junto a lagos en Praga y en los baños de raves con una birome en el dorso de la mano”, explicó la cantante, que está por salir de gira con su nuevo disco este marzo y que empezará, por supuesto, en Praga.