Con las ventas alicaídas, síntoma que atraviesan todas las empresas del consumo masivo, otro gigante de la alimentación cayó en desgracia. Luego de las vacaciones y despidos en Sancor, la multinacional Nestlé avisó que cierra por un mes su planta ubicada en la localidad de Villa Nueva, provincia de Córdoba. Todos estos coletazos de la crisis, que persiste, se dan mientras el gobierno de Javier Milei insiste en instalar una agenda de batalla cultural que busca tapar los problemas reales. 

De este modo, durante todo marzo los 183 trabajadores de Nestlé tendrán vacaciones obligatorias. Según Fernando Martín Páez, secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA) de Villa María, la decisión de Nestlé se debe a un sobrestock de productos. 

“No están vendiendo, por ende están sobrestockeados y toman la decisión de parar la producción en marzo y parte de abril”, afirmó Páez a medios locales y a Radio Universidad de Córdoba.