Alejandro Rosselló tiene todos los boletos para convertirse hoy en el nuevo mandamás del Concejo. La victoria en las elecciones del 22 de octubre le permitió al PRO Cambiemos convertirse en la primera minoría y el socialismo decidió, por sobre la chance de aliarse con el peronismo y Ciudad Futura para disputar la silla más pesada, respetar la supremacía amarilla. A las 10 de hoy asumirán los ediles electos y luego se profundizará la rosca para definir las autoridades del Legislativo en materia de comisiones y cargos administrativos.

Un trébol de cuatro hojas en la foto de perfil de Whatsapp, tiene Rosselló. Suerte no le falta, porque sus ocho pares PRO lo convirtieron, en una decisión final que se tomó entre el sábado por la tarde y ayer domingo, en el elegido. De no mediar un imprevisto mayúsculo, será postulado por el partido ganador de las pasadas elecciones para la presidencia del Concejo, en reemplazo de la radical massista Daniela León. De perfil bajo y conciliador, el joven dirigente terminó siendo una llave para destrabar internismos. "Se lleva bien con todos, tiene uña de guitarrero", lo define un concejal macrista. Con la comprensiva negativa del ganador Roy López Molina a ocupar el cetro mayor del Palacio Vasallo, debía asomar un nombre que despierte al menos empatía en todos los bloques.

¿Cómo contener a la díscola Ana Martínez?, fue la pregunta de los últimos días. La perdedora electoral acompañó a Roy en la campaña previa a octubre, pero especuló hasta último momento con una no asunción en el Legislativo. Recién a mediados de la semana pasada firmó su renuncia al Congreso de la Nación, donde la reemplazará Astrid Hummel, de buenas y nuevas migas con el presidente del macrismo provincial, Federico Angelini. Una vez que Roy admitió que no deseaba ser presidente, la actual Renata Ghilotti y el electo Agapito Blanco la propusieron a Martínez como presidenta. También la avalaron "los pibes de Cambiemos" en sugestivos pasacalles céntricos. Pero no es un nombre que gane consensos y no obtiene la confianza ciega de todos. Para mantener algo de poder, Martínez pidió para su sector la dirección del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) que abandonará Hummel en días. No será sencillo, porque es un cargo que varios tienen en la mira.

Y dentro del PRO, la cosa no está sencilla como parece. Si bien no lo manifiestan en una ruptura de bloque y las partes hablan de "unificación", el trío Martínez-Blanco-Ghilotti reconoce que forma un eje. "Tenemos diferencias de matices, pero todos tenemos claro que vamos a la misma esquina", se ataja Agapito. "Con Anita vengo trabajando desde los inicios, voy a estar cada vez que ella me lo pida", avisó Renata. Con Roy fuera de carrera y concentrado exclusivamente en la carrera a la intendencia, no pudieron emerger los nombres de los angelinistas Gabriel Chumpitaz y Carlos Cardozo para la presidencia. A ese sector se integró recientemente la ex leona Agustina Bouza, que días antes de la elección de agosto se volcó definitivamente a tributar en lo de Martínez. Rápida, volvió tras sus pasos a la senda del ganador.

El Frente Progresista y el peronismo, en tanto, se enfrentarán mañana por la vicepresidencia primera del cuerpo. Pese a diferencias internas no menores, ambos armarán un bloque de siete ediles. Los socialistas relegaron la presidencia a manos del PRO y aspiran a quedarse con esa segunda silla y, por otro lado, ser mayoría en comisiones claves. Los justicialistas ponen sobre la mesa el segundo puesto que, de la mano de Roberto Sukerman, obtuvieron el 22 de octubre. Hoy es día de rosca.