Mientras el gobierno que encabeza Javier Milei evalúa eliminar la figura de femicidio del Código Penal y si por ende clausura también la Ley Brisa, que establece la reparación económica para lxs hijxs de mujeres asesinadas en contexto de violencia de género, en enero de este año 27 hijas e hijos perdieron a sus madres, de lxs cuales el 49% son menores de edad, y el 60% de los agresores que asesinaron a esas mujeres eran parejas o ex parejas.
Los datos surgen a partir de un nuevo informe del Observatorio de Femicidios en Argentina “Adriana Marisel Zambrano”, de La Casa del Encuentro. Entre el 1° y el 31 de enero se produjeron 27 femicidios y femicidios vinculados de mujeres y niñas, y 1 femicidio vinculado de un varón adulto, detalla el relevamiento.
El lugar más inseguro continúa siendo la vivienda o la vivienda compartida con el agresor: el 70 % de las víctimas fueron asesinadas en su hogar. Si bien los femicidios abarcan el territorio nacional, la provincia de Buenos Aires concentra la mayoría de casos, seguida por Santa Fe, Mendoza, y la Ciudad de Buenos Aires.
"Con la autoridad que nos otorga el camino recorrido, repudiamos enérgicamente los conceptos vertidos tanto por el Presidente de la Nación como por el Ministro de Justicia (Mariano Cúneo Libarona), para quienes el género es una ´joda que se usó como negocio y arma extorsiva´, y por lo tanto planean, entre otras cosas, eliminar la figura de femicidio -homicidio en contexto de violencia de género- del Código Penal", expresan desde La Casa del Encuentro en un comunicado.
"Durante enero hubo un femicidio cada 26 horas, esto es lo que desde el Ejecutivo llaman ´joda´. Familias destruidas, hijos e hijas sin madre pero, fundamentalmente, vidas de mujeres y diversidades que han quedado truncas por el poder que les da a los hombres violentos el sistema patriarcal hoy avalado por este gobierno. Eliminar este agravante no brinda igualdad ante la ley, sino que desconoce la problemática social del femicidio y vulnera aún más el derecho de las mujeres, niñas, adolescentes y diversidades a una vida libre de violencias por razones de género, advierten. "O sea, eso es desigualdad: negar la realidad, tergiversar conceptos, propiciar discursos de odio y ensuciar el trabajo de quienes visibilizamos la problemática a diario, entre tantas otras agresiones verbales vertidas desde que asumieron la conducción del país."
El documento de la organización que preside Ada Rico concluye que "ante un gobierno que, a contramano del mundo, considera al género como un negocio, reafirmamos que la violencia de género EXISTE y se profundiza cada vez más con la feminización de la pobreza llegando, en muchos casos, a su expresión más extrema: el femicidio. Es un tema de Derechos Humanos y no de inseguridad. Un Estado que ignora, avala. Nunca tendrán la comodidad de nuestro silencio. Por Ellas Siempre".