El viernes pasado, Fox Premium dispuso del primer episodio de la quinta temporada de Vikings (irá a las 22). La saga se ubica hacia el siglo VIII, en el contexto más glorioso para el pueblo nórdico. Se ha dicho que a diferencia de Spartacus, Roma y Game of Thrones, aquí hay menos glorificación de la violencia y sexo gratuito, y que se está más cerca de un retrato del vigor, con la lealtad y el descubrimiento de la inteligencia como temáticas secundarias. Se realizaron comparaciones hasta con The Sopranos, con el clan de Ragnar Lodbrok (Travis Fimmel) en el centro de la escena. Al descendiente de Odín lo secunda Lagertha (Katheryn Winnick), una “mujer, campesina, guerrera, hermosa”, como definen a la reina Kattegat. En esta temporada aumentan las tensiones entre los hijos de Lodbrok en el corazón mismo de Inglaterra. Otra novedad es el rol cada vez más decisivo de Heahmund, el obispo guerrero (interpretado por Jonathan Rhys–Meyers de The Tudors) frente al gran ejército pagano.

El programa es un auténtico fenómeno en expansión. Lo constata que la historia del linaje tendrá ahora veinte capítulos (el primero será doble) y ya tiene un sexto año confirmado para 2018. Así que es muy posible que se cumpla la idea inicial de su creador, Michael Hirst, que quería hacer siete temporadas sobre el hombre y leyenda que mandó en toda la región del Báltico.