Una mirada de los presupuestos para Defensa muestra la variación de prioridades entre la gestión kirchnerista y el macrismo. Al no existir información disponible del gasto del Ministerio del área entre 2003 y 2007 (la web de la oficina nacional de presupuesto dice “sitio en construcción”), para el análisis se tomaron los gastos por finalidad y función: servicios de defensa.
En el año 2003, el presupuesto para ese rubro fue de 2279 millones de pesos. En 2015, de 28.331 millones de pesos. Es decir que el incremento nominal acumulado de los gastos en servicios de defensa entre 2003 y 2015 fue de 1143 por ciento, lo que implica un crecimiento promedio anual del 25,7 por ciento.
Para interpretar correctamente los datos, debe tenerse en cuenta que la inflación acumulada en el período fue de alrededor de 766 por ciento, tomando como fuente un índice combinado de IPC GBA, IPC promedio de consultoras privadas e IPC Congreso. La tasa promedio anual de inflación del período fue de 21,7 por ciento.
Por lo tanto, los gastos asignados a los servicios de defensa entre 2003 y 2015 crecieron, en términos reales, un 62,3 por ciento, con una tasa promedio anual del 4,5 por ciento.
En 2016, el monto asignado fue de 37.793 millones de pesos. Es decir que ese año, el gasto en servicios de defensa se incrementó un 33 por ciento nominal. La inflación del año pasado fue del 41 por ciento, es decir que el presupuesto para el área sufrió un recorte del 5 por ciento.
Para 2017, se previeron mayores gastos: un incremento nominal del 35 por ciento. Tomando una inflación proyectada por el BCRA de 23 por ciento, el crecimiento real estaría en torno al 10 por ciento, siempre que se cumpla esa meta inflacionaria. Además, restará determinar cuánto de ese presupuesto se ejecutará realmente, dada la tendencia a la subejecución que caracteriza la gestión del macrismo.