“Queridos amigos y seguidores: con gran tristeza y respeto queremos informales que Luis Gribaldo, nuestro querido guitarrista y compañero de ruta durante muchos años, ha decidido dejar de formar parte de la banda”, inicia el comunicado publicado en las redes sociales oficiales de Flema, una de las bandas emblemáticas de la cultura punk argentina. “Esta decisión se debe a diferencias políticas irreconciliables que han surgido entre nosotros Aunque esto ha sido un proceso difícil y doloroso, hemos decidido respetar su decisión y seguir adelante con nuestra música”, afirma el escrito que levantó polvareda entre propios y extraños y abrió un impensado debate sobre la grieta en los tiempos actuales.

La polémica ideológica en la intimidad de la banda surgió luego de la publicación de un video en el que se observa a Gribaldo discutiendo con unos fans en Chile, donde Flema se encontraba girando en los últimos días de enero. “¡Aguante Milei, la concha de tu madre”, se lo ve y oye decir al músico en lo que parece ser un entrevero verbal en la zona de un estacionamiento. “Pero Milei es de derecha”, le retruca un fan. “¡Perón es nazi! No sabes una mierda”, argumenta Luis Gribaldo, quien además calificó a Milei como “anarquista”, término que la cultura punk tomó por propio desde que los británicos Sex Pistols lo utilizaron para titular “Anarchy in the UK”, canción angular de su disco “Nevermind the bollocks” de 1976 que prácticamente sentó las bases a nivel mundial de ese estilo musical que se preció de ser contra los mandatos del statu quo. En Argentina el género supo ser, al menos durante sus inicios, una vidriera de colectivos independientes, autogestivos y antisistema, relevando las voces de sectores y minorías disidentes contra el conservadurismo.

“Hijos de puta kirchneristas nazis de mierda fascistas hijos de mil puta que hicieron que todo esto, Argentina, se destruyera”, reafirma de corrido aunque en un estado confuso Luichi Gribaldo, tal como se conoce en el ambiente a uno de los dos únicos miembros históricos que quedaban en Flema (el otro es Fernando Rossi). De regreso de Chile, la banda hizo público el anuncio del alejamiento del guitarrista, en principio como parte de una decisión de él mismo. “Milei es antipolítico”, había expresado Gribaldo, ignorando quizás que todo es político, incluso este tipo de posturas o declaraciones.

Con todo, la noticia se desperdigó rápidamente y se instaló un debate interesante entre propios y ajenos: ¿Se puede ser punk y de derechas? Algunos señalaban el caso de Johnny Ramone, guitarrista insigne del emblemático grupo neoyorkino y explícito simpatizante del Partido Republicano de Estados Unidos. Aunque ni siquiera fue el único: John Lyndon, conocido en sus épocas de cantante de Sex Pistolas como Johnny Rotten, acompañó con fervor las distintas postulaciones presidenciales de Donald Trump. En Argentina, en tanto, no son pocos los referentes del género que envejecieron recostándose en posturas conservadoras, algunos incluso convirtiéndose en fervorosos militantes antivacunas y hasta abrazando la teoría del terraplanismo.

En ese contexto, parecen ser excepciones los músicos de punk que avanzaron sus décadas con pensamientos progresistas, rupturistas o antisistema. En Argentina, el ejemplo más cabal de eso acaso haya sido Enrique Chalar, conocido como Pil Trafa en su época de cantante de Los Violadores, quien siempre promovió una mirada crítica hacia los poderes centrales, desde las botas de la última Dictadura en la que se formó aquella banda hasta los concentrados económicos de las multinacionales, tal el ejemplo de la canción “Non Santo” contra los herbicidas y exfoliantes que grabó junto a León Gieco. En otro orden, los músicos del grupo 2 Minutos se mostraron juntos en la marcha antifascista y antiracista del sábado pasado en Buenos Aires.

Flema es una de las bandas más importantes en la historia del punk argentino. Fue fundada en 1986 por Juan Manuel Fandiño, aunque adquirió otra relevancia con la incorporación de Ricky Espinosa, quien primero se hizo cargo de la guitarra y luego de la voz, antes de grabar en 1994 su disco debut “El exceso y/o abuso de drogas y alcohol es perjudicial para tu salud”. Para ese entonces, el grupo formado en la localidad de Gerli, al sur del conurbano bonaerense, representaba a toda una generación de bandas surgidas en los 90 en los suburbios y al calor de las políticas que profundizaron la pobreza, la desigualdad sociales y la falta de referencias ideológicas.

En 2002 Espinosa se quitó la vida saltando al vacío desde el quinto piso de un departamento. En ese trágico momento estaba justamente con Gribaldo y el resto de los compañeros decidieron ponerle fin a la banda. Sin embargo, años después algunos de ellos rearmaron el grupo con el mismo nombre y otros integrantes. Los compromisos del grupo proseguirán a pesar de este incidente con shows en Campana y Haedo durante febrero, mientras preparan una actuación de mayor escala en el Teatro Vorterix de Colegiales (una sala importante de la escena rock en la ciudad de Buenos Aires) para conmemorar los treinta años de su primer show.