Luego de que, por problemas de competitividad, desde distintos sectores productivos comenzaron a exponer públicamente sus dudas respecto al "éxito" de la política cambiaria que lleva adelante la gestión de Javier Milei, el mismo Presidente publicó una nota de opinión en La Nación donde deja asentada su postura y cuestiona cada una de las críticas.
La respuesta del primer mandatario está dirigida a sus colegas economistas, pasando por alto que cada vez son más las voces que reclaman modificaciones en el tipo de cambio. "Toda vez que el tipo de cambio (TCR) real empieza a caer, igual que un disco rayado, los economistas comienzan a dar alarmas de atraso cambiario sin siquiera considerar el caso de una apreciación del peso. Sin embargo, el método que usan tiene una serie de problemas metodológicos graves", comienza el escrito firmado por Javier Milei.
El artículo es justo posterior a que el el exministro de Economía, Domingo Cavallo, asegurara que el tipo de cambio está atrasado en un 20 por ciento y advirtiera que esa apreciación del peso es "parecida" a la que existió en los años finales de la convertibilidad. Un tipo de cambio que anticipó el fracaso del modelo y luego la derrota del gobierno.
Es la primera vez que Cavallo admite abiertamente las razones de la caída del uno a uno. La dificultad, para Milei que siempre dijo admirar al exfuncionario de Carlos Menem, es que "el Mingo" comparó aquel momento final con la situación actual. Las declaraciones de Cavallo sonaron a estruendo en los oídos de Milei. Sin embargo, los economistas califican como insostenible la situación del tipo de cambio actual y se reproducen de amontones.
De acuerdo con el último informe de Celag, el tipo de cambio promedio de la Convertibilidad menemista fue 2 por ciento más alto que el actual. En febrero de 1993, recién alcanzó el mismo nivel que el vigente en 2024. Milei lo hizo en solo un año.
Milei escribió para responder a las críticas que "si quieren hacer foco sobre el tipo de cambio real, en un artículo reciente en este mismo diario Rafael Di Tella presentó la evidencia empírica sobre el TCR para casos de estabilización exitosos. En los mismo, muestra que lo natural es que el TCR caiga y que cuanta más alta es la inflación de inicio, mayor es la apreciación. Sin embargo, parece que han decidido omitir dicha evidencia".
"Se está atravesando un periodo de apreciación cambiaria, es decir, el dólar está muy barato y muchos sectores productivos no están pudiendo competir con las importaciones. El desafío es ir hacia una economía que, sin inflación y dólar alto, sea competitiva”, aseguró Jorge Colina, del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa).
El índice Big Mac, creado por The Economist, funciona como parámetro mundial sobre la apreciación de monedas. Argentina encabeza ese ranking en América Latina y está segunda a nivel mundial: el costo argentino de la hamburguesa "Big Mac" es de 7,37 dólares de acuerdo al tipo de cambio oficial medido en 1.031,50 pesos, publicó hace pocos días.
Durante la segunda mitad de 2024, el peso argentino se fortaleció. En la campaña electoral, Milei había repetido: el peso es excremento. También había prometido la dolarización. Luego habló sobre competencia de monedas. Después, vino el blanqueo, la inducción a las personas usen los ahorros en dólares y la baja temporaria de las retenciones.
“Lo que tiene que ver el Gobierno es que, a un mismo nivel de tipo de cambio, tenemos que ser competitivos ¿Y cómo somos competitivos? Lo que tenemos que analizar es por qué no se nos permite ser competitivos, y es ahí donde nosotros vemos, que hay otros factores que influyen, como los impuestos. Principalmente las retenciones, pero también el impuesto a los combustibles, el impuesto al cheque; todo eso hace que perdamos competitividad”, remarcó el presidente de la Sociedad Rural Argentina, Nicolás Pino, hace unos meses.
Pese a que el Gobierno acaba de bajar las retenciones para que el campo liquide, la medida no está reflejando los números que esperaban. Otra vez aparece el fantasma del tipo de cambio.
"Los efectos reales de la apreciación exagerada del peso son fáciles de predecir. Por un lado, aumentarán las importaciones no solo de insumos y bienes de capital sino también de muchos bienes finales que sacarán de competencia a la producción nacional que no logre aumentos rápidos de productividad. A su vez, se desalentará la producción de bienes exportables, tanto del sector agropecuario como de la industria manufacturera y los servicios. En tercer lugar, el deterioro de la cuenta corriente de la balanza de pagos, hará más difícil la adquisición por parte del Tesoro de los dólares para pagar intereses, aun teniendo los pesos necesarios para comprarlos en el mercado de cambios gracias al superávit fiscal primario", puntualizó Cavallo, el defensor y ejecutor acérrimo de la convertibilidad.
Mientras el peso recibía anabólicos durante el año pasado, el tipo de cambio oficial controlado por el Banco Central (BCRA) aumentó más despacio que el ritmo inflacionario de tres dígitos.
"Si el tipo de cambio es de equilibrio, ¿por qué no liberás el mercado de cambios y vas a una flotación limpia? Si pusiste un tipo de cambio oficial a dedo, quiere decir que, por definición, el tipo de cambio está atrasado. ¿O vos ponés un precio máximo por encima del precio de mercado?", escribió el economista Roberto Cachanosky, en su cuenta de X este viernes.
En la actualidad, el acceso al tipo de cambio oficial está restringido. En este sentido, muchas empresas y ahorristas recurren a los mercados paralelos para acceder a la divisa estadounidense. "El gobierno está aferrado al tipo de cambio fijo, 1000 a 1. Ya sabemos que paso con la convertibilidad, nos dejó todo privatizado, endeudados y sin industria", afirmó el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof.
Según el índice que elabora el BCRA, el peso está 45 por ciento más caro que el valor promedio de 1997 a la actualidad. En los años 1999-2000-2001 figuran los valores más apreciados que durante 2024. Los datos coinciden con el planteo de Cavallo. Justo cuando el modelo estalló.
Otro de los rubros donde claramente se puede observar que el país está caro en dólares es el turismo. Las fotos y videos de miles de personas viajando a Brasil por ejemplo, lo demuestran. “El tipo de cambio favorece ahora a Brasil, no a Argentina. Para recuperar competitividad, es fundamental reducir los impuestos, ya que representan el 50% del costo de los productos turísticos”, expresó Aldo Elías, vicepresidente de la Cámara Argentina de Turismo. Además consideró que depender de un tipo de cambio favorable "no es una estrategia sostenible pero tenemos que ser competitivos".
La receta que más irritó a Milei fue la de Cavallo: "el curso de acción más recomendable, desde mi punto de vista, es la eliminación temprana de las restricciones cambiarias comenzando por las financieras y avanzar hacia la reunificación en no más de tres meses". ¿Qué sectores podrán sobrevivir con este tipo de cambio? La pregunta ya se convirtió en preocupación de muchas actividades industriales y productivos que atraviesan una etapa crítica.
Milei cerró su defensa con el siguiente párrafo: "Todas las apuestas devaluatorias de los economistas que intentan redimirse de sus malos pronósticos de 2024 están flojas de papeles, mientras que el Gobierno no devaluará para salvarles la ropa a sus clientes a costa del dolor de los argentinos de bien".