“Se ha avanzado mucho, todavía quedan tareas por realizar”, dijo ayer el secretario de Protección Civil de la provincia, Marcos Escajadillo, sobre las tareas para “normalizar” las localidades del sur de Santa Fe que sufrieron daños como resultado de la tormenta del último miércoles, que además de una gran cantidad de precipitaciones incluyó ráfagas de viento que superaron los 100 kilómetros por hora. El funcionario estimó, durante una conferencia de prensa, que esos trabajos demandarán “entre 24 y 36 horas más”, por lo que mañana estaría concluidos.

Dos días después de la tormenta, vecinos de Rosario, Ibarlucea y Roldán aún continuaban sin suministro eléctrico. “Se han agregado 50 cuadrillas de la EPE y, en base a un acuerdo de emergencias complejas que tiene la Región Centro, se han sumado hoy (por ayer) brigadas de la Empresa Provincial de la Energía de Córdoba”, explicó Escajadillo sobre el refuerzo de personal de la provincia vecina, para reducir los tiempos de reposición del servicio.

También informó que “se están trasladando grupos electrógenos que se habían contratado con anterioridad, porque sabíamos que estos episodios podían ocurrir”. En esa línea, el titular de Protección Civil dijo que van a "continuar trabajando hasta que la última persona que tenga algún problema por consecuencia de la tormenta llegue a su normalidad. Estimamos que eso llevará entre 24 o 36 horas más”.

Escajadillo reiteró, además, que “en el sur de la provincia, la localidad más afectada fue Ibarlucea, donde realizamos un trabajo muy intenso junto con el presidente comunal”. Puso énfasis en que “este temporal tuvo características muy serias e intensas, por eso tenemos que prepararnos para tener la mejor respuesta y para los próximos días de altas temperaturas”. 

Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), durante el fin de semana irá trepando la temperatura y se esperan lluvias para los primeros días de la semana próxima.

Fenómeno extraordinario

Por su parte, el responsable de la Dirección de Defensa Civil del municipio de Rosario, Gonzalo, Ratner, precisó que el del miércoles “fue un fenómeno de características extraordinarias”, que comparó con otro ocurrido en 2019.

“En total tenemos 1.447 reclamos, de los cuales 911 son de arbolado y ya hemos abordado 500 casos. El ritmo de trabajo es muy bueno”, sostuvo Ratner, para agregar que “están trabajando todas las cuadrillas del municipio, junto con Protección Civil de la Provincia, Bomberos Voluntarios de Rosario y localidades vecinas”.

Además, el funcionario consideró que “es una fuerza operativa para un evento muy duro para la ciudad y que se lo está afrontando con un protocolo que está funcionando”. De todos modos, dijo que “entendemos a aquellas personas que aún no les ha llegado la respuesta. Muchos casos también son abordados por Desarrollo Social” ya que “hay 363 casos de abordaje social en esta situación; 180 casos son estructurales en la vivienda”.

El titular de Defensa Civil mostró en una pantalla “el mapa de calor de reclamos” que exhibe “dónde se concentró la energía de esta tormenta: distrito noroeste, norte y parte del centro”, fueron los más afectados.

“Prácticamente el 90% de los reclamos se concentraron entre estos tres distritos y parte del oeste, que es donde se está apuntando con la mayor fuerza operativa. El protocolo abarca dos etapas. La primera es la emergencia y la segunda la recolección de residuos e higiene. Posiblemente la semana próxima se continúen con esas tareas”, detalló.

420 mil árboles

Rosario tiene desde el año pasado un Plan de Gestión Integral de Arbolado que traza metas y acciones hasta 2027. De acuerdo al último informe, que abarca hasta marzo de 2024, la ciudad tiene unos 420 mil ejemplares tanto de alineación (plantados en veredas) como en los espacios públicos.

“Sacar” un árbol no es tarea simple, y de acuerdo a la normativa que rige en la ciudad, existen cinco criterios para poder llevar adelante esa acción: especies muertas, en riesgo, desequilibradas, secas y/o enfermas.

Así y todo, en 2023 “se extrajeron 2.741 árboles bajo los criterios establecidos, incluyendo cepas muertas, de modo de liberar las cazuelas para su nueva plantación”, señala el informe.

Otro reclamo habitual de los vecinos es el del mantenimiento de las especies, sin que eso suponga la extracción. Demandas que se incrementan, o adquieren mayor virulencia, cuando por tormentas con ráfagas de viento infrecuentes, como la del miércoles que superó los 100 kilómetros por hora, reproduce las imágenes de árboles enteros o en partes sobre viviendas o automóviles estacionados.

De acuerdo a la información oficial, en 2023 “se intervienen 80.000 ejemplares del arbolado público con trabajos de poda, escamonda, y tareas de mantenimiento” en toda la ciudad. El Plan de Gestión Integral publicado por el municipio precisa que “en marzo de 2024, los casos de extracción dictaminados bajo los 5 criterios son 849”.