Las ventas minoristas crecieron en noviembre apenas 0,4 por ciento interanual y en once meses acumulan una baja de 1,5 por ciento, según un relevamiento difundido ayer por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). “Hay sectores como construcción, vivienda y automóviles que están canalizado parte del consumo, también se siente el desplazamiento hacia países vecinos y las subas de tasas de interés”, detalló Fabián Tarrío, presidente de la entidad.
El informe sostuvo que “noviembre tuvo mucho altibajos. Si bien en octubre parecía que se afirmaba la recuperación, en el siguiente mes la demanda se notó más cauta, con un ritmo de consumo más lento”. El rubro neumáticos registró la mayor caída con una baja de 2,9 por ciento y alimentos y bebidas cayó 2 por ciento, con un desplazamiento de ventas hacia las grandes superficies comerciales, que tentaron al consumidor con muy buenas promociones, sobre todo en las grandes ciudades. Como contrapartida, materiales para construcción subió 5 por ciento, mientras que indumentaria, calzados y electrodomésticos tuvieron un mes positivo y crecieron 3,3, 3,2 y 2,6 por ciento respectivamente.
En la modalidad on line, las ventas se incrementaron 5,1 por ciento anual, pero la proporción de comercios que usa esa vía de venta es muy baja. Con el resultado de noviembre en los once meses de 2017 las ventas minoristas pymes acumulan una baja anual de 1,5 por ciento.
Para fin de año, los empresarios mantienen buenas expectativas, pero hay alerta por la apertura de los cruces internacionales, como el Paso de Agua Negra que une Chile con San Juan, que abre en los próximos días. Se estima que en 2017 viajaron 3,7 millones de turistas al país trasandino, 26 por ciento más que en 2016 y en la mayoría de los casos con el objetivo de realizar compras, concluyó CAME.
Más allá del impacto provocado por el desplazamiento hacia los países vecinos, el principal impacto sobre el consumo es consecuencia de la baja real que sufrieron en sus salarios los trabajadores y los beneficiarios de los planes sociales, mientras que aquellos sectores con salarios más altos y capacidad de ahorro retraen consumo y optan por invertir para aprovechar las altas tasas de interés que ofrecen las Lebac, por encima incluso de la inflación. De este modo, los comercios se ven jaqueados aún en el escenario de leve recuperación de la economía que se viene registrando en los últimos meses.