Los resultados obtenidos por el gobierno en las dos primeras semanas posteriores a la decisión de reducir los derechos de exportación a los principales productos agrícolas exportables están lejos de satisfacer las expectativas. Las declaraciones juradas de exportación desde el jueves 23 de enero hasta este viernes 7 de febrero, apenas llegaron a un valor FOB de 742 millones de dólares, sumando las correspondientes a soja (harina y aceite), maíz, trigo y cebada. Por ahora, no sólo no se generó un boom de exportaciones sino que las cifras no difieren de las esperadas, para esta fecha, desde antes de la baja de retenciones.

Recordemos que la baja de retenciones fue anunciada por Luis Caputo el jueves 23, 72 horas después del arribo a Buenos Aires de la misión técnica del FMI, encabezada por Luis Cubbeddu. Los enviados del Fondo habían advertido sobre la evidente debilidad de la situación de las reservas internacionales, anticiparon probables complicaciones por la persistencia de la política oficial de atraso cambiario y señalaron su preocupación por la salida de divisas provocada por las intervenciones del Banco Central en el mercado de dólares financieros.

Ante la consulta de los visitantes sobre qué mecanismos implementarían en el corto plazo para recuperar reservas, Caputo respondió con el anuncio de la reducción temporal de retenciones, con lo cual pronosticó que se iban a acelerar las liquidaciones.

El razonamiento oficial, expresado por Juan Pazo, titular de ARCA, el último martes ante representantes del Consejo Agroindustrial Argentino, es que "a los productores les conviene vender ahora los granos y hacer carry trade". Es decir, meter lo recaudado por la venta en el circuito financiero en pesos, obteniendo una tasa de rentabilidad que seguramente superaría a la tasa de devaluación del peso en el mismo período. O sea, obtendrían una ganancia neta medida en dólares. 

Lo primero que hay que aclarar es que Pazo es la mano derecha de Luis Caputo, el ministro de Economía. Por lo tanto, habla por él, más aun frente a los interlocutores con quienes se encontraba. Seguramente, es el mismo razonamiento con el que le explicaron a los funcionarios del Fondo que la estabilidad financiera y cambiaria estaba "garantizada" por ese ingreso de divisas vía liquidación de exportaciones, sin necesidad de devaluar. Y que, al contrario, la estrategia de mantener la tasa de devaluación (12,4 por ciento anual) más de 15 puntos por debajo de la tasa nominal en pesos, sigue siendo la clave para asegurar la entrada de dólares. 

Los funcionarios del FMI volvieron a Washington con más dudas que respuestas, además del dato en sus PC de que las intervenciones del BCRA vendiendo dólares en el CCL había continuado durante los días que permanecieron en Buenos Aires. 

Fuentes vinculadas a los organismos financieros internacionales aseguran que en el FMI ya hay una opinión prevaleciente, con respecto a que no habrá un desembolso para el gobierno argentino de un monto como el solicitado (entre 11 y 15 mil millones de dólares) sino, a lo sumo, una cifra que le permita afrontar los vencimientos del año con el FMI y quizás con otros organismos internacionales. Esto es, entre dos y cuatro mil millones de dólares. 

En el gobierno de Javier Milei confían todavía en una última gestión ante el gobierno de Donald Trump para ablandar la posición del FMI, pero saben que es la última y que todo lo hecho hasta acá, fracasó. Ello habría provocado esta semana el primer encontronazo fuerte entre el presidente de la Nación y su ministro de Economía, al que había calificado como "el mejor de la historia", y al cual ahora le achaca la responsabilidad por no haber alcanzado el objetivo. 

Los exportadores y los dólares

Los datos recabados por Javier Preciado Patiño, consultor agropecuario y ex subsecretario de Mercados Agrícolas, indican que hasta este fin de semana, arrancando desde la fecha de anuncio de la baja temporal de retenciones, se han presentado declaraciones juradas de exportación por 742 millones de dólares, con el siguiente detalle:

* Cebada, 225 mil toneladas (valor FOB, u$s 53 millones),

* Trigo, 582 mil toneladas (u$s 130 millones),

* Maíz, 864 mil toneladas (u$s 200 millones), 

* Aceite de soja, 228 mil toneladas (u$s 226 millones), y

* Harina de soja, 405 mil toneladas (u$s 134 millones). 

La evaluación privada es que, hasta aquí, es un resultado "bastante modesto, el gobierno resignó recaudación de derechos y no provocaron una reacción de ventas como calculaban". 

Preciado Patiño, en tanto, señala que "quizás fue una medida apresurada, o estimaron que había en acopio una cantidad de soja vieja (de anteriores cosechas) mayor a la que realmente existía. Las anotaciones suman un total de 742 millones de dólares, plausibles de ingresar a las arcas fiscales en un 80 por ciento, bajo el nuevo régimen de liquidación 15 días post declaración jurada. Todavía hay que esperar, pero está claro que no se tratará de una explosión de ventas como fue cel dólar soja de (Sergio) Massa".