El Gobierno de Javier Milei cumplió, en el primer año de gestión, con la promesa de reducción de la inflación. Lo hizo en base a un ajuste brutal, dólar intervenido y atrasado y una recesión que frenó la demanda de bienes y servicios. Pero la parte dos del programa exige nuevos sacrificios: lograr que los salarios no le ganen a los precios para usarlos como ancla anti inflacionaria. Para conseguir ese objetivo, el ministro de Economía, Luis Caputo, empezó a evangelizar empresarios sobre las bondades de intentar cerrar discusiones paritarias por debajo de los números de la inflación. "Está prohibido cualquier aumento superior al 2 por ciento", sugirió el funcionario en diferentes encuentros

Según supo Página I12, el ministro, -obsesionado con quebrar una dinámica de IPC alta para semejante ajuste, y para que no caiga en saco roto la jugada límite de pasar las micro devaluaciones mensuales (crawling peg) del 2 al 1 por ciento- ya habló con empresarios del Grupo de los Seis (Sociedad Rural, ADEBA, Cámara de Comercio, la Bolsa, Construcción y la Unión Industrial Argentina), pymes y algunos grandes Unicornios tech para condicionar las discusiones salariales. "Precisamos una mano", les blanqueó. Y hasta les sugirió un cronograma de subas porcentuales que, en paralelo, la Secretaría de Trabajo se está encargando de reforzar, también, entre ceos afines. 

La mayoría banca, porque incluso el empresario argentino tiene asociados los ingresos a un costo laboral convencional. Es decir, cuanto menos puedan aumentar lo harán. El asunto es que la inflación tampoco está claro que esté dominada en niveles tan bajos. Cayó como una bomba en la Casa Rosada el aumento de precios de 3,1 por ciento que registro el IPC Caba para enero, porque ya muestra que las mediciones de INDEC no sólo no son representativas del costo de vida, sino que el indicador de la Ciudad expone que los sueldos están muy por debajo de las inflaciones bien medidas

El Excel anti paritarias

Este diario accedió a detalles de cómo se están moviendo Caputo y otros funcionarios para tumbar paritarias lógicas. Operativamente, el ministro les baja línea a ceos de peso, y la Secretaría de Trabajo se encarga de militar entre los que toman decisiones internas en las empresas. 

Allí hay dos personas que están con el cronograma de subas en mano. Uno es el secretario de Trabajo, Julio Cordero, un ex Techint de históricos contactos con el sector privado; la otra, Claudia Testa, la flamante subsecretaria de la cartera laboral. Testa viene de la Ciudad de Buenos Aires, donde fue encargada de Negociaciones Laborales y en el Gobierno de Milei la trajeron comprando el argumento de que fue la persona que históricamente negoció los conflictos con los Metrodelegados

Ahora bien, ¿qué les llevan Caputo, Cordero y Testa a los empresarios de pauta salarial? Fuentes oficiales confirmaron a este diario que el pedido, directo, fue el siguiente: una suba de sueldos no mayor a 1,8 en enero, 1,5 en febrero y 1 por ciento en marzo. Cabe aclarar que la inflación de enero recién se conocerá el 13 de febrero, pero el consenso del mercado es un IPC no inferior al 2,3, es decir, por encima de la paritaria. En febrero, en tanto, parece dificil que la inflación sea menor al 1,5, y marzo suele ser el mes más caliente de los precios en Argentina. "Es un esquema claramente a la baja, pero es lo que el Gobierno propone para sostener la desinflación", se sinceró ante este diario un empresario que tiene años en la mesa del Salario Mínimo, Vital y Móvil. 

"Si bajan los sueldos, bajan los precios"

Días atrás, Gonzalo Tanoira, el jefe de Citrícola San Miguel, el mayor exportador de cítricos del país, se expresó sobre el tema salarios en una entrevista radial. Sus declaraciones son ruidosas. Por un lado, expresó que "los sueldos le están ganando a la inflación y los trabajadores están sufriendo menos que los empresarios, sobre todo los exportadores”. Pero además, uno de los ceos más cercanos a Milei se animó a decir que "si se bajan los sueldos, eso a su vez tiene un efecto colateral que es que bajan los precios. Lo mismo al revés, cuando bajan los precios baja el índice de sueldos”. 

Esa lógica es la misma que tiene Milei. La teoría de que para que haya mejores salarios, primero tiene que crecer la economía. El asunto radica en que mientras las economía tiene a algunos sectores ganando, los sueldos siguen esperando. Con un problema: lo más seguro es que, si en algún momento hay una recuperación real de la actividad, los ingresos no recompongan todo lo perdido. 

Los datos de la secretaría de Trabajo reflejan, hoy, que desde diciemnbre del 2023 a octubre del 2024 los sueldos formales crecieron por debajo de la inflación cada mes. En noviembre, la tendencia se modificó, pero ya en diciembre los sueldos seguían 9 puntos abajo de diciembre del 2017 y 11 puntos por debajo del mismo mes del 2015

El economista Luis Campos, analista de la CTA, viene haciendo un seguimiento de los aumentos mensuales que se vienen dando en paritarias, y casi todos son inferiores a la inflación o cerca. Salvo Cueros (5,7), y Mecánicos (7,8), el resto de las paritarias dieron todas menos de 2 o algo por encima. No se sabe cuál va a ser el IPC de enero, pero se estima en 2,4 por ciento. En tanto que en febrero, sacando Gastronómicos y Perfumistas, todas están más cerca de 1 que de 2 por ciento. En diálogo con este diario, Campos precisó que "en enero hay algunos sectores grandes que no negociaron aún. Construcción, sanidad, alimentación, textiles, sector público de la provincia de Buenos Aires (donde podrían haber retroactivos)". De las grandes, faltan definir, además, Aceiteros y Bancarios, que suelen tener buenas negociaciones. 

Alguien que conoce el paño, las fortalezas y temores que manejan los equipos de Caputo, afirmaron ante este medio que el miedo a que se desate la inflación "los está haciendo atar casi todas las variables". Por ahora, Milei viene andando en un auto a 20 kilómetros, con una recuperación de actividad muy heterogénea y nulo crecimiento de las industrias del mercado interno. Con su política de ingresos, que busca destruir la paritaria, parece querer seguir yendo en velocidad crucero.