El diputado provincial Rubén Giustiniani volvió a marcar las diferencias que mantiene con su partido de origen, el Socialista, y con el gobierno de Miguel Lifschitz, quien esta semana se alineó con Mauricio Macri para cuestionar el proyecto de modificación del impuesto a las Ganancias que la oposición nacional impuso en la Cámara Baja. "Con responsabilidad, le decimos al Presidente de la Nación que no vete la ley de reforma de Ganancias, porque las trabajadoras y trabajadores no pueden pagar este impuesto. Que no vete la posibilidad de que los trabajadores y jubilados puedan brindar en estas fiestas con alegría y esperanza", dijo el titular del bloque Igualdad y Participación al encabezar un almuerzo que contó con varios invitados de otros partidos.
Giustiniani y su compañera de bloque, Silvia Augsburguer, organizaron el jueves una comida en el club Sportivo América a la que concurrieron adherentes pero también dirigentes políticos invitados cuya presencia connota el armado que está enhebrando el ex senador nacional, ya totalmente distante de la conducción del Partido Socialista que preside Antonio Bonfatti, y en la vereda opositora del Ejecutivo provincial. Por cierto, en las paredes del salón ninguna de las banderas colgadas representaba al Partido Socialista; sólo el cartel del bloque Igualdad y Participación, por toda pertenencia de los organizadores. Junto a los anfitriones compartieron mesa sus pares del Frente Social y Popular Carlos Del Frade y Mercedes Meier, los ex concejales Miguel Zamarini y Alberto Cortés, y el referente del centro cultural La Toma, Carlos Ghioldi. Además -aunque estos sí pertenecen al Frente Progresista- la diputada provincial Verónica Benas (Pares) y el presidente del GEN, Fabián Peralta.
Por aquellas horas, el gobernador Lifschitz se había pronunciado en contra de la media sanción del proyecto de reforma de Ganancias, que eleva los pisos de imponibilidad. "No es un buen proyecto. Si se convierte en ley, significará para Santa Fe una pérdida de 2.500 millones de pesos por año en las arcas públicas. Es verdad lo que dice el gobierno (nacional), que tendrá un costo fiscal importante y que impactará sobre las finanzas de las provincias", dijo el mandatario, y quedó solo en el parecer de su partido. Antonio Bonfatti, titular del PS, aprobó el voto favorable de sus diputados Hermes Binner y Alicia Ciciliani: "Votaron lo que siempre defendimos", dijo.
En el almuerzo de Sportivo América, Zamarini no dejó pasar el posicionamiento de Lifschitz: "Vemos con preocupación cómo han dejado caer nuestras banderas", cizañeó. Y Giustiniani también se pronunció en la misma dirección. "Con responsabilidad, le decimos al Presidente de la Nación que no vete la ley de reforma del impuesto a las Ganancias, porque este impuesto no lo pueden pagar los trabajadores", remarcó.
El legislador provincial calificó el 2016 como un año "muy difícil donde los salarios y las jubilaciones perdieron frente a la inflación". Y también se mostró crítico de la gestión gubernamental en materia de seguridad y distribución de riqueza. "Vivimos una ciudad insegura. Y la primera explicación de la inseguridad es que Rosario es una ciudad muy desigual. Muchísima riqueza en un extremo y demasiada pobreza en el otro. Igualdad y Participación propone un plan estratégico de viviendas y urbanismo entre Nación, provincia y municipio que acorte dicha brecha".