El expresidente Alberto Fernández volvió a rechazar las acusaciones de su expareja Fabiola Yañez, quien lo denunció por violencia de género en agosto del año pasado y aseguró que la exprimera dama sufre un problema de salud mental y una adicción al alcohol.

"En mi vida hice algo parecido a eso, quien me conoce sabe. No sé cómo pasó. Son esas cosas que ocurren casi mágicamente por imperio de lo mediático, pero yo pasé de ser un tibio a un agresor. No tengo la menor idea cómo ocurrió. La verdad es que no tiene nada que ver con mi conducta eso", planteó el exmandatario.

Sostuvo que la denuncia de violencia de género se sintió "descalificado" y llegó a sentir que "no tenía futuro". Remarcó que a partir de ese momento, "pasé de ser un tibio a un golpeador. Y agregó que vivió "un momento insoportable", pero negó que le haya dicho a Fabiola "me voy a pegar un tiro". 

En cuanto a la denuncia, Fernández negó los hechos de violencia que Yañez describió a la justicia, entre ellos haberla pateado mientras ella cursaba el embarazo de Francisco, el hijo que comparten ambos. 

"¿Cómo voy a patearla en el piso? Yo estuve 18 años casado con la mamá de Tani, y estuve 11, 12 años con Vilma. Hasta el día de hoy tengo un vínculo espléndido con las dos y me siguen llamando y me siguen saludando para Navidad, para fin de año, y están preocupadas y me preguntan, ¿qué pasó, me volví loco un día?", respondió.

Respecto a las imágenes que Yañez presentó como pruebas, donde se la ve con moretones, Fernández contestó: "Cuando apareció la famosa foto en el teléfono de María Cantero, que yo nunca la vi hasta que apareció publicada, ella no sabía decirme de qué día era la foto que tenía María Cantero. Ahora, como ella estaba muy enojada conmigo porque me atribuía a mí la responsabilidad de no parar mediáticamente esa avanzada sobre ella por el tema de la foto (del cumpleaños en Olivos), creo que la agarró en un mal día", explicó Fernández en una entrevista con diario Perfil. 

Agregó: "No hay una amiga de ella que diga que alguna vez Fabiola le habló de este tema. La familia de ella dice que Fabiola nunca le habló de este tema. No hay un médico que haya dicho que alguna vez la atendió. No hay un psicólogo. Hay una pericia psiquiátrica de noviembre del año 2023, que ella se hace y presenta la razón de ser de su malestar psicológico por el problema de los medios, que yo lo creo. Creo que efectivamente le han hecho un daño psicológico enorme. Pero, es una cosa delirante pensar que yo le puedo haber pegado y pateado en el piso estando embarazada, es una cosa dantesca. Creo que no ha tomado dimensión de lo que está diciendo".

Fernández contó que su relación con Yañez tuvo varias idas y vueltas y que durante el tiempo que estuvieron juntos ella se realizó al menos dos abortos, uno en 2016 y otro en 2017, de los que -según él- no supo hasta que estuvieron efectuados. "Fabiola tiene un problema de salud que yo creo que es determinante en todo esto que estamos viviendo. Y no quiero entrar en el juego mediático que propuso la querella, porque me parece que finalmente le hace mucho daño también a ella, no solamente a mí", indicó.

El exmandatario negó también haberle pedido a Yañez que realice un tratamiento en el Instituto de Neurología Cognitiva (INECO) fundado por Facundo Manes, sino que explicó esa fue una idea de ella. "Facundo nos recibió, nos escuchó, me pidió un par de días, y me mandó un mensaje de WhatsApp y me dijo que iba a llamarlos el doctor, no me acuerdo cuánto, que es el que va a manejar el tratamiento de Fabiola. Después vino el diagnóstico, que eso lo reservo, está dicho en el expediente, pero lo reservo. Ella se puso muy mal, volví a hablar con Facundo y él me planteó que era un diagnóstico complejo, hizo un par de comentarios más, que también reservo, pero así ocurrió. O sea, es muy osado decir que yo tenía la potestad de 'mandarla' a Ineco y que allí la mal medicaban a instancias mías. Es una cosa muy delirante", señaló.

El expresidente contó además que luego de la propuesta de Cristina Fernández de Kirchner para encabezar la fórmula presidencial él habló con Yañez por la exposición mediática que eso implicaría. "Llegué y le expliqué: es muy expuesto para que vos ocupes ese lugar, porque ahí te parás en el foco, en el centro del escenario y los medios son impiadosos, entonces quiero que vos decidas lo que quieras, podemos seguir como estamos sin que vos asumas la obligación de ser primera dama, o podés asumir ese rol, pero lo que te pido es que lo pienses porque tu condición no es la mejor. Ella inmediatamente me dijo que me quería acompañar, que quería estar al lado mío", afirmó Fernández.

Una vez mudados a la Quinta de Olivos, el exjefe de Estado calificó la convivencia como "buena, con problemas, con dificultades, porque esas dificultades de salud que Fabiola atravesaba, y atraviesa, son problemas que hacen muy difícil la vida para el que acompaña", a la vez que reconoció que la foto del cumpleaños de Yañez en plena pandemia fue "el quiebre de la relación".

"La quise mucho a Fabiola, y la verdad, una de las cosas que más me apena de todo esto es que yo sé que he sido la persona que más trató de ayudarla en estos temas. La quise mucho, no voy a negarlo", sostuvo. 

Sobre las acusaciones de violencia de género de Yañez, Fernández dijo que "ella tiene un problema de alcoholismo que tiene como diferentes etapas, y en una de sus etapas se pone muy violenta, insulta, dice cosas gravísimas y después se pone violenta físicamente. Lo que yo hacía era esquivar eso, pero no era que yo la estaba agarrando".

En ese sentido, dijo que él solo intentaba "agarrarle las muñecas para que no revoleara los brazos, y después generalmente se desmoronaba y entraba en un proceso de angustia muy profunda". Y advirtió sobre este punto que "es llamativo del golpe en la axila" -en referencia a una de las fotos con moretones que Yañez aportó a la causa- porque "primero que es muy difícil zamarrear a alguien a esa altura" y "generalmente se zamarrea a alguien, calculo yo, a la altura de los codos" y además "si uno lee la historia clínica de Ineco, una de las observaciones que hay es que ella, después de tomar, suele caerse en las bañeras. Para despabilarse trata de bañarse, y suele caer en la bañera, y se cayó muchas veces en las bañeras", dijo el expresidente.

El video con Tamara Pettinato 

A meses de la filtración del video en el que se lo ve conversar con la periodista Tamara Pettinato, en su despacho de Casa Rosada, mientras esta tomaba cerveza y él le pedía palabras de amor, en paralelo a su relación con Fabiola Yañez, Alberto Fernández optó por desmentir los registros fílmicos.

"¿Cómo ocurrió ese video? Ella me pide un reportaje para la televisión china, me dice: 'Me ayudas si me das el reportaje porque me gano unos pesos'. Le pregunté cuáles eran las preguntas, me las manda, eran cinco, todas preguntas que no tenían ningún conflicto. Le dije, 'dale, venite antes', comemos algo, y después hacemos el reportaje", narró.

Ese día, siguió Fernández, "ella trabaja en el programa de Ernesto Tenenbaum, que es alguien a quien también le guardo mucho afecto, más allá de lo crítico que es conmigo y que le tengo mucho respeto intelectual. Ernesto, esa mañana había sido despiadado conmigo. Entonces, empecé a decirle, vos no podes no contradecirlo a Ernesto, cuando él dice estas cosas. 'Dejate de embromar', me dice Tamara. Entonces empecé a decirle, vas a hacer un video diciéndome que me amás, que me querés y se lo vamos a mandar para que vea que, pese a lo que él dice, vos me querés. Ese es el sentido del video".

"De hecho, ella está en pareja con un funcionario mío. Es todo muy ingrato, tiene un hijo. La forma en que trataron a Tamara es de una injusticia increíble. Y si hay algo de lo que no reniego y de lo que agradezco, es de ser amigo de Tamara. Es es una charla entre dos amigos, hagan abstracción del sexo, es una charla entre dos amigos. Si esa misma charla la habría tenido con un amigo, no pasaba nada", planteó.