Era, en otro tiempo, un ritual. El cartel decía “Video de la Plaza”, un local que estaba, valga la redundancia, en avenida Pellegrini, frente a la plaza más hermosa de Rosario, la Plaza López. Y ahora, camino por la vereda de la avenida y observo movimientos en la puerta del local. Y miró hacia el interior del negocio y donde antes había películas en DVD y videojuegos ahora solo hay un espacio vacío. Allí, en otro tiempo, cuando no había streaming ni you tube, acudíamos en masa los vecinos del barrio a buscar el último film disponible en DVD. Y allí vi a Reynaldo Sietecase, a Victorio Paulón, a la bajista de Las Pelotas, entre tantos otros y otras, abrazados a los últimos títulos para disfrutar de un sábado por la noche en el living de sus casas.
¿Te acordás cuando cantábamos a Charly García?
Este mundo extrañará por siempre
La película que vi una vez
Y este mundo te dirá que siempre
Que es mejor mirar a la pared
Me detengo frente al local; acabo de descubrir al pintor del local que trabaja a destiempo antes de la llegada del próximo inquilino, no se inquieta ante mi presencia, solo está atento a lo que lee en su celular. Y veo un cartel pegado en la vidriera principal, donde antes había una tropa de personajes de comics, o un cartel que anunciaba que se recarga la tarjeta SUBE, o podías alquilar la última versión restaurada de Ultimo tango en París, y leo entonces una despedida: “Gracias por estos 40 años, sin el apoyo de ustedes esto no hubiera sido posible, este ciclo llegó a su fin”.
¿Qué negocio pondrán donde hubo un video club (y luego juguetería), adonde fuimos felices eligiendo el título de nuestros Sábados de Super Acción?¿Cuántos locales debieron bajar sus persianas de sus locales desde la pandemia y desde la llegada del simulador de Carlos Menen?
Alguien me recuerda que en otro lugar del centro rosarino hubo alguna vez un local con una paraphernalia de música que permanece con sus persianas bajas.
Jefe de Redacción de Rosario/12