En medio de una temporada de sequías y ola de calor, Corrientes está ardiendo desde enero. Se han quemado alrededor de 100 mil hectáreas, según informó el gobierno provincial. El personal de salud tuvo que asistir varios heridos superficiales y en una de localidades hubo una víctima fatal. Se evacuaron 30 casas preventivamente en la localidad Curuzú Cuatiá.

Uno de los focos más peligrosos está en el departamento de Mercedes. Allí, el lunes pasado, Corrientes lamentó la muerte de Cindia Alejandra Mendoza, directora de una escuela rural, que se produjo en la localidad de Mariano I. Loza, también conocida como Estación Solari. La joven de 30 años intentó contener el avance del fuego, cerca de la estancia donde se encontraba su padre. Un remolino de fuego la atrapó y le quemó el 80% del cuerpo. Fue trasladada rápidamente al Hospital Las Mercedes, donde sufrió cinco paros cardíacos antes de fallecer.

Durante el fin de semana se controló este foco de incendio, pero los combatientes mantienen una guardia de cenizas. Más de 50 personas tuvieron que recibir asistencia médica por quemaduras, picaduras de insectos, irritación en las membranas de los ojos, nariz y boca, cefaleas y dificultades respiratorias, según informó la Subsecretaría de Atención Primaria de la Salud (APS), tras haber estado cerca de las zonas incendiadas.

"Esto es un infierno"

Curuzú Cuatiá es uno de los departamentos más afectados. El coordinador del Comando Operativo de Emergencias de Corrientes, Bruno Lovinson, confirmó que todavía no hubo pérdidas materiales, pero que, de igual forma, decidieron evacuar a las familias más cercanas adonde podría acercarse el fuego. En Perugorría, una de las localidades con evacuados, el incendio no avanza, pero se mantiene activo dentro de la zona afectada.

Hace dos semanas que las temperaturas en la parte central de la provincia superan los 41°. “Esto es un infierno”, expresó Carina Tomasella, presidenta de la Asociación Rural de Perugorría, en diálogo con radio Sudamericana. "Hay una sequía abrumadora. Llevamos tres meses sin precipitaciones importantes”, explicó.

En el departamento de General San Martín, en la zona de los Tres Cerros --dentro de la ciudad de La Cruz--, se registró el jueves un incendio forestal en una plantación de pino. Esta especie, exótica, es mucho más seca que la flora autóctona y fomenta la propagación del fuego por las características de su madera y el efecto expansor de sus frutos. Se trabaja con cortafuegos para evitar su propagación. Pero lo más peligroso de los pinos es que el fuego se propaga por las raíces, lo que lo hace muy difícil de controlar, ya que las llamas pueden aparecer lejos de los focos principales.

En el departamento de San Roque, el incendio comenzó este miércoles en una plantación de eucaliptus de la localidad de Mantilla. En esta zona rural se encuentran trabajando bomberos de distintas localidades de la provincia, la policía provincial y la brigada de incendios forestales.

Este domingo, comenzó un nuevo foco en Riachuelo --ciudad ubicada a 18 kilómetros de la capital provincial--, que afectó aproximadamente 50 hectáreas. Equipos de bomberos y brigadistas trabajan para evitar que el fuego avance sobre las áreas pobladas.

Más inversión en prevención

En la provincia están trabajando dos aviones hidrantes, un helicóptero y dos brigadas del noreste del Sistema Nacional del Manejo del Fuego, bomberos, agentes de Defensa Civil y equipos provinciales de brigadistas. “La situación es complicada por la meteorología. Hay demasiado calor, con un promedio de 38 grados por día, vientos y reina una sequía bastante importante para toda la zona”, contó Lovinson.

Daniel Panario, presidente de la Sociedad Rural de Curuzú Cuatiá, recordó que habían advertido junto al INTA y los servicios meteorológicos que esta era una situación posible. "Tenemos que acostumbrarnos a que esto puede volver a pasar. El cambio climático y la sequía nos obligan a repensar estrategias de prevención, tanto desde el sector productivo como desde el Estado", sostuvo Panario.

Estamos en un momento crítico por la ola de calor, las altas temperaturas y una de las peores sequías. Es fundamental tomar conciencia y ser responsables”, advirtió el gobernador Gustavo Valdés el jueves pasado.

Durante la temporada 2020-2021, Corrientes perdió un millón de hectáreas de campos y humedales. Se estima que el 95% de los incendios son provocados por la acción humana --ya sea intencional, negligencia o descuido--. En esta zona, la quema de pastizales para la actividad ganadera es habitual, aunque está prohibida.

Informe: Natalia Rótolo