Gimnasia cortó una racha que parecía interminable y por fín tuvo una alegría en la Liga Profesional. A la espera de la llegada del entrenador Diego Flores, el Lobo festejó en el Bosque en el último partido del interinato de Fernando Zaniratto gracias a su triunfo 3-0 sobre Godoy Cruz, que parece estar muy lejos del equipo que se convirtió en protagonista de los campeonatos argentinos en las últimas temporadas.

Con menos público por una sanción en Copa Argentina, Gimnasia salió a jugar en medio de un clima caliente, que ponía más presión a sus jugadores. Y así pareció sentirlo en los primeros minutos, donde Godoy Cruz lucía más armónico y casi se pone en ventaja con un cabezazo de Poggi que Insfrán desvió al corner. El Lobo respondió con una corrida de Panaro que controló bien Petroli, pero no lucía cómodo en el terreno.

Sin embargo, cuando más nervioso lucía e incluso desde las tribunas bajaban cantitos que aumentaban la tensión, Gimnasia encontró el gol con una acción combinada de sus centrales: Suso desvió un corner en el primer palo y Morales, en el punto del penal, cruzó el remate para colocar el 1-1.

El tanto cambió el ánimo del partido. Es que Gimnasia se sacó una mochila de encima y el juego empezó a fluirle. Y del otro lado, Godoy Cruz sintió el impacto y ya no tuvo las respuestas del inicio. Y con el correr de los minutos, la tendencia se potenció. Entonces, Gimnasia comenzó a dominar y a encontrar variantes para inquietar a Petroli, sobre todo a partir de la muy buena entrada de Merlini.

De esa forma, un buen pase del ingresado para Castillo sirvió para que el delantero definiera cruzado y aumentara la ventaja. La fórmula se repitió un rato después, cuando Gimnasia armó una excelente jugada colectiva, que terminó con una resolución sencilla de Castillo luego de la habilitación de Merlini. Así Gimnasia selló un triunfo tan claro como importante y le trasladó las preocupaciones a Godoy Cruz.