El presidente estadounidense, Donald Trump, mostró un domingo de super acción, y no solo por asisitir al Super Bowl, el evento deportivo más importante para los Estados Unidos, y "hacer historia", al transformarse en el primer mandatario en ejercicio en asistir a este evento en sus 59 ediciones. También porque anunció ayer que va a instaurar aranceles del 25 por ciento sobre el acero y el aluminio que importe Estados Unidos a partir de este mismo lunes. Estas tarifas se aplicarán "a todos", explicó Trump al ser interrogado sobre qué países se verían afectados por la medida. Y por firmar la orden ejecutiva por la que se instaura el 9 de febrero como el "Día del golfo de América", renombrando porque sí al Golfo de México.
Aranceles al acero y el aluminio
"Cualquier acero que venga a Estados Unidos va a tener que tener un 25 por ciento de arancel. También el aluminio. 25 por ciento para los dos", indicó Trump desde el Air Force One, el avión presidencial, en declaraciones a la prensa estadounidense. Además el mandatario adelantó que elevará aún más los aranceles en respuesta a las medidas de represalia adoptadas por otros países, aunque dejó para el próximo martes o miércoles esa decisión.
"Es muy sencillo. Si nos cobran, les cobramos", argumentó Trump. Estos aranceles se impondrán "casi de inmediato" y su impacto será "en todos los países". El magnate también adelantó que podría gravar la importación de chips semiconductores, productos farmacéuticos, petróleo y gas y el viernes advirtió que habría aranceles recíprocos a partir de la siguiente semana.
Durante su primer mandato (2017-2021) Trump impuso aranceles del 25 por ciento al acero y del 10 por ciento al aluminio, pero luego otorgó cuotas libres de impuestos a varios socios comerciales, incluidos Canadá, México y Brasil. Trump ya anunció el pasado 1 de febrero aranceles del 10 por ciento sobre los productos de China y también aranceles del 25 por ciento para Canadá y México, aunque en estos dos casos suspendió su aplicación durante un mes tras alcanzar sendos acuerdos para el despliegue de fuerzas de seguridad en la frontera.
El golfo propio
Trump designó este domingo, 9 de febrero, como el "Día del Golfo de América", medida que tomó después de firmar una orden ejecutiva que puso en marcha el proceso de cambio de nombre del Golfo de México por "Golfo de América". El republicano hizo estas declaraciones a los medios desde el Air Force One, camino a Nueva Orleans, para ver el Super Bowl, donde montó una improvisada rueda de prensa en la que había un gran mapa del polémico golfo.
"Hoy realizo mi primera visita al golfo de América desde su rebautizo. A medida que mi administración restaura el orgullo estadounidense en la historia de la grandeza de Estados Unidos, es adecuado y apropiado que nuestra gran nación se reúna y conmemore esta ocasión trascendental y el cambio de nombre del golfo de América", celebró.
Tras la decisión de rebautizar al golfo, Google se apuró a fijar también el nuevo nombre en sus mapas para Estados Unidos. Por su parte, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su desacuerdo y advirtió la semana pasada que su administración enviará una misiva a la empresa tecnológica.
"Le estamos enviando una carta a Google, primero, para decirle, bueno, supongo que Google Maps sabrá esta división internacional, sabrá también qué organismo es el que le pone el nombre a los mares internacionales", manifestó.
Super Bowl y demagogia al uso propio
La presencia del líder republicano, que empezó el día jugando al golf con Tiger Woods en Florida, marca un nuevo capítulo de una tensa relación con la NFL, a la que ha acusado de ser "demasiado progresista".
El evento más televisado de los Estados Unidos enfrentó esta vez a los Kansas City Chiefs con el conjunto de Philadelphia Eagles, y tuvo varios shows dentro del show. En el entretiempo, el del rapero Kendrick Lamar, con despliegue de bailarines. Y entre el público, la presencia de invitados como la superestrella del pop Taylor Swift y el astro del fútbol Lionel Messi.