Con más de la mitad del recuento oficial de las elecciones presidenciales celebradas este domingo en Ecuador, todo indica que habría segunda vuelta entre el actual mandatario, Daniel Noboa, y la candidata del correísmo, Luisa González. Al cierre de esta edición y con el 56,05 por de los votos escrutados, Noboa alcanzaba un 45,13 por ciento de los votos válidos, frente al 43,42 por ciento de González, candidata de Revolución Ciudadana a la que el actual mandatario ya derrotó en la segunda vuelta de las elecciones extraordinarias de 2023.

Para ganar en primera vuelta se necesitaba obtener la mitad más uno de los votos válidos, o bien lograr al menos el 40 por ciento y una ventaja de mínimo 10 puntos porcentuales sobre el segundo candidato. Como este escenario se fue diluyendo con los primeros resultados oficiales, lo más probable es que Ecuador tenga un balotaje el próximo 13 de abril entre Noboa y González, y quien triunfe deberá hacerse cargo de un país desangrado por la violencia del narcotráfico.

Las elecciones transcurrieron con normalidad y una participación superior al 83 por ciento, si bien algunos candidatos como González vertieron acusaciones contra el Consejo Nacional Electoral (CNE) por presuntamente haber favorecido a Noboa por permitirle hacer campaña sin alejarse plenamente del cargo de presidente, tal como indican las leyes nacionales. Los ecuatorianos esperan que el próximo gobierno pueda reflotar un país en crisis económica, dividido y anegado por la guerra entre una vastedad de cárteles enfrentados por el botín de la cocaína. 

Un proceso teñido por la violencia

A la sombra de un magnicidio en 2023, las campañas transcurrieron bajo fuertes esquemas de seguridad y propuestas enfocadas en frenar la violencia, que deja 38 homicidios cada 100 mil habitantes. "He tenido amenazas. Hay informes de inteligencia que dicen que hay riesgos, que quieren atentar contra mi vida", manifestó este domingo Luisa González, delfín del expresidente Rafael Correa (2007-2017). 

Noboa, de 37 años, y González, de 47, votaron temprano en sus bastiones costeros: el mandatario lo hizo acompañado de su familia en el balneario de Olón y la abogada en el poblado de Canuto. Los candidatos se enfrentaron en los comicios de 2023, en los que el millonario empresario se convirtió en uno de los presidentes más jóvenes del mundo

González aspira a ser la primera presidenta electa en la historia del país. Heredero de un magnate bananero, Noboa dio la sorpresa en 2023 cuando fue elegido pese a su magra experiencia política. Ganó la elección para completar hasta mayo próximo el período de Guillermo Lasso, quien disolvió el Congreso y llamó a elecciones anticipadas para evitar que el Legislativo lo destituyera en un juicio político por corrupción.

Muy activo en redes sociales, Noboa se hizo popular como un gobernante con mano dura contra el narco, deportista, músico y familiero. Su rival en segunda vuelta, González, es una madre soltera y católica con una agenda que promete más seguridad "con justicia social" y respeto a los derechos humanos. "Ellos son el miedo, nosotros la esperanza", dijo la abogada mientras votaba este domingo.

Noboa termina un breve pero vertiginoso mandato: cortes de electricidad por una histórica sequía, disputas diplomáticas con México y denuncias de abusos de la fuerza pública en su ofensiva contra el crimen. Cuatro niños fueron asesinados y calcinados en Guayaquil, en un caso que enloda a 16 militares. Los ecuatorianos resienten los estragos de un Estado endeudado con una pobreza del 28 por ciento y concentrado en financiar la costosa guerra contra el narco. La deuda pública bordea el 57 por ciento del PBI, según el FMI. 

México rompió relaciones diplomáticas con Ecuador en abril a raíz de la incursión de policías en su embajada en Quito para arrestar al asilado exvicepresidente Jorge Glas (2013-2018). Moscú prohibió algunas importaciones ecuatorianas después de que Noboa anunciara el envío de equipo militar ruso a Estados Unidos, que probablemente iba a destinarse a Ucrania para encarar la ofensiva de Rusia. 

Muy lejos de Noboa y González quedó en tercer lugar el candidato del movimiento indígena Leonidas Iza (Pachakutik), con 5,07 por por ciento, seguido de la activista ambiental Andrea González (Sociedad Patriótica), con 2,86 por ciento. Los 12 candidatos presidenciales restantes no alcanzaban ni el uno por ciento de los votos. Algunos de los aspirantes a la presidencia manifestaron su disconformidad con el desarrollo de la campaña electoral, por la que Noboa no se apartó del cargo como se contempla en la normativa nacional.

Acusaciones al ente electoral

En el momento de emitir este domingo su voto, varios candidatos concentraron sus críticas en el CNE, al considerar que debió haber actuado de oficio frente a la infracción electoral que consideran que cometió Noboa en este proceso, algo que interpretan como un presunto trato favorable hacia el mandatario. La más enfática en señalar esta circunstancia fue Luisa González, quien aseguró que los observadores internacionales que realizan el seguimiento a estos comicios "saben las irregularidades que se han estado cometiendo desde el momento en que el 'presidente-candidato' no ha pedido licencia".

La candidata correísta criticó a la presidenta del CNE Diana Atamaint, de quien dijo que, "en lugar de ser una guardiana del proceso electoral, ha sido una jefa de campaña de Daniel Noboa permitiendo que se cumplan irregularidades y que no se cumpla la ley". El excanciller de Chile Heraldo Muñoz, jefe de la misión de observación electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Ecuador, anticipó que el informe de su grupo de trabajo abordará las quejas expresadas por distintos candidatos que alegan no haber competido en igualdad de condiciones con Noboa.

El Código de la Democracia (ley electoral) de Ecuador señala que las autoridades que se presentan a la reelección inmediata deben pedir licencia del cargo, y en el caso del presidente se establece que debe ser sustituido por quien ocupe la vicepresidencia. Sin embargo Noboa no pidió licencia durante el periodo de campaña electoral (del 5 de enero al 6 de febrero) y en lugar de delegar su cargo en la vice Verónica Abad lo hizo solo en los días en los que realizó proselitismo, en la secretaria de la Administración Pública Cynthia Gellibert, a quien él nombró por decreto como "vicepresidenta encargada".

Tensa calma durante los comicios

Un importante operativo de 100 mil militares y policías fue montado en todo el país para resguardar, junto con los militares, la seguridad en el marco de las elecciones generales. Los comicios se celebraron bajo el "conflicto armado interno" declarado desde inicios de 2024 por el presidente Daniel Noboa para combatir a las bandas del crimen organizado, principales causantes de la escalada de violencia e inseguridad que vive el país.

A partir de esa declaración, el mandatario emitió varios estados de excepción en las provincias más afectadas por la inseguridad para que las fuerzas del orden refuercen sus labores a fin de contener la violencia en la nación. La jornada electoral transcurrió con bastante calma. A pocas horas del inicio del proceso de votación, un policía murió y otro resultó herido en un "ataque armado" en la ciudad portuaria de Guayaquil, de acuerdo a las autoridades.  

Los agentes se encontraban custodiando el arresto domiciliario de una persona procesada por secuestro, informó la Policía Nacional ecuatoriana a través de sus canales oficiales. El atentado ocurrió en Nueva Prosperina, uno de los barrios más peligrosos y conflictivos de la ciudad costera de Guayaquil, epicentro de la crisis de violencia criminal que afecta a Ecuador y que llevó a que el país registrara en 2023 la tasa de homicidios más alta de Latinoamérica.

En la madrugada del sábado un candidato a asambleísta denunció que su vivienda fue objeto de un atentado al recibir disparos de arma de fuego por parte de desconocidos y un mensaje amenazante contra él. Gabriel Ugarte, que se postulaba a asambleísta de la costera provincia de El Oro, fronteriza con Perú, por el movimiento político Democracia Sí, advirtió de los hechos a través de sus redes sociales. El Oro, ubicada en la costa sur de Ecuador, se ha vuelto una de las zonas más conflictivas y violentas del país, y es parte de las jurisdicciones que abarca el último estado de excepción emitido por Noboa.