El expresidente Alberto Fernández rechazó nuevamente las acusaciones por violencia de género que presentó su expareja, Fabiola Yáñez, ante la Justicia. "En mi vida hice algo parecido a eso, quien me conoce sabe. No sé cómo pasó. Son esas cosas que ocurren casi mágicamente por imperio de lo mediático, pero yo pasé de ser un tibio a un agresor”, señaló Fernández en una entrevista realizada por el diario Perfil, en la que además aseguró que la madre su hijo menor sufre “un problema de salud mental y una adicción al alcohol”.

"¿Cómo voy a patearla en el piso? Yo estuve 18 años casado con la mamá de Tani, y estuve 11, 12 años con Vilma. Hasta el día de hoy tengo un vínculo espléndido con las dos y me siguen llamando y me siguen saludando para Navidad, para fin de año, y están preocupadas y me preguntan, ¿qué pasó, me volví loco un día?", indicó el expresidente del Frente de Todos en referencia a sus parejas anteriores. “No tengo la menor idea cómo ocurrió. La verdad es que no tiene nada que ver con mi conducta eso", insistió el exmandatario.

Concentrado en su defensa, Fernández aseguró sobre la presentación judicial que impulsó Yáñez que "ella tiene un problema de alcoholismo que tiene como diferentes etapas, y en una de sus etapas se pone muy violenta, insulta, dice cosas gravísimas y después se pone violenta físicamente. Lo que yo hacía era esquivar eso, pero no era que yo la estaba agarrando". Dando continuidad a su relato el ex presidente aseguró que cuando sucedían los supuestos episodios de violencia de la exprimera dama intentaba "agarrarle las muñecas para que no revoleara los brazos, y después generalmente se desmoronaba y entraba en un proceso de angustia muy profunda".

Sobre la acusación judicial el expresiente hizo foco en que era “llamativo lo del golpe en la axila", aludiendo a una de las fotos que presentó Yáñez en la que mostraba moretones, e intentó explicar que "primero es muy difícil zamarrear a alguien a esa altura" y "generalmente se zamarrea a alguien, calculo yo, a la altura de los codos". Aseguró además que "si uno lee la historia clínica de INECO (Instituto de Neurología Cognitiva), una de las observaciones que hay es que ella, después de tomar, suele caerse en las bañeras. Para despabilarse trata de bañarse, y suele caer en la bañera, y se cayó muchas veces en las bañeras".

Fernández indicó que luego de mudarse a la Quinta de Olivos una vez que asumió la presidencia en 2019, la convivencia había sido "buena, con problemas, con dificultades, porque esas dificultades de salud que Fabiola atravesaba, y atraviesa, son problemas que hacen muy difícil la vida para el que acompaña". El ex mandatario destacó que "la quise mucho a Fabiola, y la verdad, una de las cosas que más me apena de todo esto es que yo sé que he sido la persona que más trató de ayudarla en estos temas. La quise mucho, no voy a negarlo".