La escritora y activista LGBT+, Gabriela Mansilla, mamá de la primera niña del país que pudo cambiar su DNI según su verdadera identidad de género, lamentó los ataques de Javier Milei y su Gobierno a las disidencias y aseguró que las familias sienten el peligro que viven en medio de la escalada de odio.

Entrevistada por la 750, la autora de Yo nena, yo princesa (Ed. UNGS) explicó que por estos días siente una “angustia” y una “preocupación enorme” producto de los retrocesos en materia de políticas de género que se están viviendo con un Gobierno autodefinido como liberal.

“Porque no es solo retroceder con todo lo que está pasando, es seguir sosteniendo una lucha contra una mirada muy perversa. Nunca pensé que podríamos llegar a padecer esto”, se lamentó a 13 años de la sanción de la Ley de Identidad de Género.

“Estamos discutiendo cosas que no existen, aberraciones, falacias, mentiras. Duele muchísimo. Las familias de niñeces y adolescencias travestis y trans estamos preocupadas. Nuestros hijos están en peligro en este momento”, advirtió Mansilla.

Ante la pregunta de Víctor Hugo Morales, reveló que ahora —a pocas semanas del discurso de Javier Milei en Davos, donde llevó el mensaje de odio a lugares sin precedentes— son constantes los ataques que reciben por redes sociales.

“Las familias tratamos de proteger, cuidar y estar unidas. Porque las niñeces no pueden defenderse como cualquier persona adulta. Esa palabra, resistir, no aplica para ellas”, se lamentó.

Y añadió: “La Ley de Identidad de Género nos daba seguridad. Establecía una obligación frente al derecho del otro. Pero parece que instalando mentiras y diciendo cualquier cosa, quieren quitarnos eso”.

En concreto, con las mentiras que dice en Presidente sobre que los niños en el país pueden hacerse cirugías siendo menores de edad: “Tiene que quedar claro que en este país no se realizan cirugías ni se hormonizan niños y niñas. Hay que salir a decir nuestra verdad. La Ley de Identidad de Género está escrita y es clarísima”.

Luego, afirmó: “Hay mucha desinformación, y eso genera miedo. Agarrándose de estas mentiras, pueden quitarles el derecho a la identidad”. Y, entre otras cosas, con riesgo a que se les saque, como pretende el Gobierno, el derecho a acceder a un DNI que se condiga con su verdadera identidad.