Acorralado por una deuda generada en tres años de despilfarro y muy malos negocios, Newell’s vende a su mejor jugador. Mateo Silvetti fue transferido al empresario dueño de Inter de Miami por cinco millones de dólares, es decir la mitad del dinero que pedía el presidente Ignacio Astore por el jugador semanas atrás. 

Newell's es un equipo que está entre los últimos del fútbol argentino hace tiempo y se desprende de sus mejores juveniles en señal de que en el parque Independencia se carece de una planificación deportiva. El delantero leproso se queda, al menos, hasta junio.

Newell’s acumula presentaciones vergonzosas en el torneo Apertura. El año pasado estuvo entre los tres últimos en un torneo de 30 equipos. Pero Astore no tiene como prioridad planificar un equipo competitivo, como reclama el hincha. Y se dedica a vender a los juveniles del club con mejor futuro por mucho menos de la cotización que tuvieron hasta el mes pasado.

Newell’s pidió por Silvetti diez millones de dólares. Los clubes interesados no avanzaron en la negociación por esos números. Entre tanto el juvenil rechazó renovar su contrato que vence con el club a fin de año. Y si se tiene en cuenta que Newell's acumula un incremento incesante de su deuda los últimos años, a Astore no le quedó más que aceptar una negociación muy inferior. Silvetti fue comprado por el grupo económico que administra el Inter de Miami por cinco millones a cambio del 80 por ciento del pase. El juvenil se queda en Newell’s hasta junio pero su futuro no está resuelto. Porque no necesariamente se va a ir a jugar al equipo de Lio Messi. Su destino puede estar en Europa.

Astore le pidió a Inter de Italia cinco millones de dólares por Tomás Pérez. Caida la negociación con los italianos el presidente leproso vendió al jugar a Porto de Portugal por tres millones de dólares. Estas ventas en un equipo que está último hace tiempo en el fútbol argentino se realizaron en estos términos porque en la dirigencia rojinegra las deudas tienen un peso más grande que el reclamo de los hinchas por ver en cancha a un equipo competitivo. 

Evidencia de una crisis institucional en el parque Independencia que hace difícil pensar que Astore se mantendrá en el cargo hasta fin de año, cuando termine su mandato con la realización de elecciones.