No hace falta realizar una presentación extensa de Dennis Smith: cantante que alcanza registros increíbles, actor multifacético, director, escritor y otras actividades que hicieron de su persona un nombre muy conocido y reconocido en el ámbito teatral y audiovisual, acostumbrado a transitar cómodamente por territorios que se desplazan desde el off hasta el teatro comercial sin escalas, haciendo y siendo él mismo o el primer amante de Charles Laughton, o Marlene Dietrich, Sally Bowles, o nieto, boy scout, amante, ex montonera y también su hijo, Celine Dion o su fanático Jacob, entre tantas caras y voces posibles. 

Con domicilio en España desde hace cinco años, Dennis viaja regularmente a la Argentina para pasar largas estadías en el país mientras realiza sus espectáculos como, ahora, el estreno oficial de “Mi vida anterior”, que tuvo su paso previo por el FIBA e hipnotizó con su puesta y dramaturgia: basada en el libro "Desaparecida dos veces" de Teresa Donato, la obra nos traslada a 1975 y después, cuando una madre de 24 años y oficial montonera decide pasar a la clandestinidad con su hijo bebé, a la par de que el padre muere en un enfrentamiento y ella es secuestrada pero logra salvarse porque un militar la toma como su amante, aunque debido a su supervivencia, para sus ex compañeros se convierte en una traidora que debe exiliarse. 

En paralelo, Smith también es parte de la segunda temporada de “James Brown usaba ruleros”, la última obra de Alfredo Arias escrita por la francesa Yasmina Reza en la que el matrimonio de Pascaline y Lionel Hutner visita a su hijo Jacob, a quien han internado en una clínica psiquiátrica por percibirse a sí mismo como Céline Dion, la superestrella pop canadiense. Como si fuera poco, hace unos días estrenó en la 54ª edición del Festival Internacional de Cine de Rotterdam (IFFR) “Homofobia”, la comedia sexual de Goyo Anchou en la que el personaje de Dennis se pasea por su universidad buscando amantes para la ocasión. 

 

 

En diálogo con SOY, el Sr. Smith compartió sus procesos y experiencias en los escenarios porteños en los que protagoniza obras cuyas temáticas constituyen, casualmente o no, la principal obsesión de los ataques del gobierno actual.

Estás en cartelera con espectáculos que exploran temas como la dictadura, la autopercepción y la homofobia, fuertemente atacados en este momento desde el poder...

Dennis Smith: Los proyectos suceden con cierta cantidad de tiempo y anticipación, y se vuelve extraño pensar que algo que nació hace dos o tres años de repente vea la luz así en este contexto. Qué pena tener que llegar a este extremo en el cual tengo que darle valor a esto, cuando en realidad debería ser una conversación superada. De repente, que los temas que se plantean en las obras estén siendo conflictivos y estén en crisis en este momento es dar un paso atrás, claramente.

Tanto “Mi vida anterior” como “James Brown” o al película de Goyo buscaban llevar las discusiones más allá, y no volver a temas ya discutidos que creíamos cerrados.

-“Mi vida anterior” era muy importante que la estrenáramos en el San Martín, por la historia de esta mujer que nunca se había animado a declarar, y de repente que declare a través de una obra de teatro era algo que nos parecía hermoso de hacer. La conversación que la obra planteaba en su momento cuando la empezamos a hacer fue "che, que loco esta mujer militante que después fue repudiada por completo por sus propios compañeros": esto no era algo muy visto. Y en realidad, lo que estamos haciendo es decir "che, esto pasó", y el foco de la conversación originalmente era "esto pasó, pero también hacia adentro las organizaciones militantes tendrían que revisar el comportamiento que tuvieron con sus propios compañeros", que no tiene nada que ver con discutir lo que fue la dictadura. Esa era una conversación que ni siquiera estaba abierta ya. Con “James Brown usaba ruleros” quizás hace dos años hubiera sido otra cosa, pero ahora también es distinto. 

 

 

Algo similar pasa con “Homofobia”

-Goyo la filmó allá por 2012 creo, y terminó de escribirla alrededor del 2023. Es una comedia de enredos pero se convirtió en un manifiesto político de él respecto de la situación del país. Así como un día me desperté y dije "Ay che, puedo casarme y tener hijos", ahora es "Ay che, tenemos un presidente que es un panelista y de vice una fascista que lo iba a visitar a Videla y le llevaba alumnos”. Siento que son tristemente ad hoc en este momento estas tres obras. Cuando yo hice "Los abrazos huecos", en la que hablo sobre mi separación, en ningún momento estoy hablando sobre si es “una obra gay” o no: esa es una conversación que ya no existe. La situación actual abre a los monstruos, porque la gente se siente validada a decir y hacer cualquier cosa con total impunidad.

Como ya es feliz costumbre de quienes no nos perdemos una obra de Alfredo Arias, "James Brown usaba ruleros" escapa a todas las convenciones teatrales y arma en escena una clínica psiquiátrica surrealista y camp en donde una madre y un padre desconcertados visitan a su hijo Jacob, el personaje que encarna Dennis Smith, internado por percibirse a sí mismo como Céline Dion, haciendo uso de un registro vocal increíble para alcanzar prácticamente sin esfuerzo las tonalidades de la estrella del pop canadiense. Escrita por la francesa Yasmina Reza, la obra se planta como una comedia sagaz sobre la autopercepción identitaria, inspirada en el espectáculo de canciones de Céline Dion que montaba lookeado en su dormitorio el hijo de la autora ante la presencia de un padre horrorizado.

¿Cómo surgió este delirio maravilloso de “James Brown”?

-Salí de un ensayo y fui a tomar un helado con Alfredo Arias, porque siempre tomamos helado con Alfredo, y me dice que tenía esta obra de Yasmina Reza, que el protagonista es un chico que canta canciones de Céline Dion y que se cree que es ella: obvio que le dije sí ahí mismo. Alfredo es un director que crea obras de arte, es como un orfebre que busca crear su propia cajita de música. Y Yasmina Reza nos tiene acostumbrados a un teatro comercial de inteligencia, una comedia hilarante de principio a fin que me va a hacer cuestionar mi culo cansado burgués. Te diría que la única tesis conclusiva que te da la obra es un texto que dice mi personaje: "Nadie puede cantar su alegría solo". Si de algo tenés que agarrarte es del amor, porque no hay otra cosa.

 

 

En “Mi vida anterior” también hay un planteo fuerte sobre el amor y los vínculos.

-Con “Mi vida anterior” estamos como embanderados, y lo que pasa en las funciones es algo espectacular. Gente que vivió algo parecido o algún pariente afirman “acá estamos, seguimos existiendo”. Es una obra sobre el vínculo de una madre y su hijo, y lo que no le contó, justamente, de su vida anterior. Cuando Teresa Donato me comenta que estaba escribiendo un libro, entrevistando a una señora que no quería que se supieran sus datos pero que había sido montonera y que cuando tuvo que ir a la clandestinidad guardó un arma en el calzoncillo de su bebé y salió a la calle, a mí me pareció una imagen espectacular. Ahí le dije "Tere, yo quiero hacer eso". Originalmente se iba a estrenar en febrero de 2024 pero no se pudo y la señora que da su testimonio ya le había avisado a 40 personas de toda América Latina que se hacía esta obra y quería compartirla con ellos, ¡y todos compraron 40 pasajes para venir a verla en febrero! Entonces les hicimos un ensayo general abierto a ella y a sus amigos. No te puedo explicar la reacción: hay videos de todos hechos como un scrum de rugby llorando, tirados. La historia para nosotros es inimaginable. La tendencia es que la gente en general diga "Ay, que exagerados que son, pasaron 40 años". Bueno, mirá, 2025 y se están vendiendo muchísimas entradas por día, la expectativa es muy grande.

James Brown usaba ruleros: de jueves a domingos a las 20 en el Teatro Sarmiento, Av. Sarmiento 2715.

 

Mi vida anterior: lunes a las 21:30 y miércoles a las 20 en Dumont 4040, Santos Dumont 4040.