Según los partes oficiales, se quemaron más de 37 mil hectáreas de bosques andino patagónicos. En Neuquén se logró extinguir un incendio en Caviahue -- 450 hectáreas--, pero el del Parque Nacional Lanín duplicó en dos días la superficie afectada a 15.200 ha. Aquí los focos de incendio de la cordillera se están acercando a las comunidades mapuche Linares y Ciwkiliwin, asentadas cerca de Junín de los Andes.
Los propios integrantes de la comunidad están intentando contener el fuego haciendo una línea de cortafuego con machetes, según contó Andrea Szulc, investigadora del CONICET que trabaja con esas comunidades desde 2001.
"El fuego nuevamente se ha escapado. Lo teníamos controlado hace como cuatro días. Como dije el primer día, para defender a mi comunidad, esta cordillera, no voy a dar brazo a torcer. Voy a volver a reclamar. Cuando teníamos controlado el fuego nos trajeron una bomba que ni siquiera anduvo: estaba sucia y no bombeaba. Hoy no hay un helicóptero y el fuego no está como para que no venga", dijo en una reunión un integrante de la comunidad mapuche Linares.
Además reclamó: "Necesitamos que alguien venga con respuestas, no espectadores. Queremos respuesta a nivel de la provincia. No queremos perder este bosque. Con él se alimentan familias y es triste perderlo y ver cómo se está consumiendo". Luego agregó: "Estamos abandonados. Necesitamos un helicóptero que nos venga a ayudar. Queremos una respuesta".
Una cuestión de presupuesto
Sin embargo, Alejandro Beletzky, ecologista y guardaparques por 20 años aclaró a Página/12 que la Argentina hoy no cuenta con los aviones capaces de extinguir un incendio. "El incendio lo apaga el combatiente, metro por metro. Es mentira que los aviones apaguen incendios: retienen el fuego, lo frenan. Los aviones fumigadores --los que están trabajando en los focos-- no hacen nada: sólo tiran 2 mil litros de agua. Los aviones que apagan incendios son el Bombardier 415 y Beriev Be 200. Bullrich no utilizó el presupuesto deel año pasado y mucho menos este año. Recién ahora está sacando plata, que además es plata quemada, literalmente", razonó mientras se preguntaba cuánto valen las 37 mil hectáreas quemadas de bosque nativo y casas.
Marta, una mujer de la comunidad, advirtió que se están perdiendo especies de bosque nativo, fundamental para la cultura mapuche". "No hay motobomba, no hay mangueras, no hay un avión que pase a contener este fuego. Sabemos que las condiciones climáticas no están ayudando", agregó. Y denunció que sin recursos del Estado, están abandonados. "Lo que están haciendo es un abandono de persona", determinó.
Szulc comentó que, además de evacuar al ganado, miembros de la comunidad fueron autoevacuados: "algunas personas mayores con problemas de movilidad o niños pequeños fueron enviados a Junín, donde hay familiares y gente que los puede cuidar. Otras familias están ahí en la comunidad reunidas e intentando, con los medios que tienen, detener un poco este foco. Es una tragedia y es criminal que no haya ninguna acción estatal para combatirlo".
Otros focos patagónicos
En Bariloche el incendio llegó a la zona urbana y quemó dos casas del barrio Lera. Personal de Bomberos voluntarios, la Municipalidad y el Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales (SLIPF) lo contuvieron en la madrugada del lunes.
Si se hubiera tenido la infraestructura necesaria y los cuidados el incendio del Parque Nacional Nahuel Haupi podría haberse evitado, según explicó Beletzky. "Las tres provincias --Río Negro, Neuquén y Chubut-- no exigieron al Gobierno cumplir con el Plan Nacional de Manejo de Fuego. Los recursos que tienen las tres provincias son escasos, limitados y absolutamente impropios para estas características de fuego. Tendrían que tener las torres de observación y los sistemas de detección temprana que es el acuerdo a nivel nacional".
En Chubut los incendios de El Pedregoso --55 hectáreas-- y de Epuyén --3500 ha.-- están contenidos, aunque el de Atilio Viglione continúa --4500 ha.--. En Río Negro en el Parque Nacional Nahuel Huapi se consumieron más de 10 mil hectáreas.
Informe: Natalia Rótolo.