Las elecciones del domingo en Ecuador dejaron una Asamblea Nacional fragmentada y dominada por las dos principales fuerzas políticas, reflejando la polarización existente en el país. La Acción Democrática Nacional (ADN), del actual presidente Daniel Noboa, y la correísta Revolución Ciudadana (RC), liderada por Luisa González, se dividirán la mayor parte de los escaños, después de que ninguno de los partidos obtuviera la mayoría absoluta, obligándolos a negociar con fuerzas minoritarias para garantizar la gobernabilidad.
Con la mayoría de las actas escrutadas para las bancas de los asambleístas, el partido de Noboa alcanzaría entre 65 y 68 escaños, mientras que el movimiento del expresidente Rafael Correa alcanzaría entre 64 y 67 bancas. De esta forma, ninguno de los dos partidos alcanzaría los 77 escaños necesarios de un total de 151 asientos. Para poder llegar a esa mayoría absoluta, indispensable para aprobar o rechazar leyes y reformas, ambas fuerzas tendrían que negociar con otros movimientos que obtuvieron resultados más pequeños, como en el caso de Pachakutik, el brazo político del movimiento indígena, que estaría logrando unos ocho legisladores.
Con menor representación queda el conservador Partido Social Cristiano (PSC), que podría obtener entre tres y cinco bancas; la formación de centroderecha Construye, que tendría solo un asambleísta, y otros partidos locales que tendrían entre dos y tres espacios.
En las provincias más grandes, como Pichincha, cuya capital es Quito, y Guayas, cuya capital es Guayaquil, ADN y RC se dividían los espacios con porcentajes entre el 30 y el 50 por ciento de los votos válidos. El número de escaños aún podría variar en las próximas horas, ya que el CNE no procesó el total de las actas aunque lleva más del 95 por ciento.
Los asientos obtenidos por la Revolución Ciudadana serán ocupados por históricos representantes del correísmo, entre los que se incluyen nombres de peso como la expresidenta de la Asamblea, Viviana Veloz, y el excanciller Ricardo Patiño. Hasta el momento ADN contaba con una bancada minoritaria frente al correísmo, que es la primera fuerza y dirige actualmente el Legislativo.
Luego de declararse como ganador de la primera vuelta en un comunicado, el presidente Noboa resaltó este lunes que el "paso más importante de todos" era "consolidar una Asamblea distinta", convirtiéndose en "la primera fuerza" política del país. En sus filas destacan figuras cercanas a Noboa, como Annabella Azín, madre del presidente y exasambleísta, además de la exasesora presidencial, Diana Jácome, el exviceministro de gobierno, Esteban Torres, y el exministro de Turismo, Niels Olsen.