“Los de zona sur somos así, a veces uno no se da cuenta pero estamos en todos lados”, desliza Ale Forneiro, como quien no quiere la cosa. Pero hay mucho de verdad en lo que apunta el guitarrista, bajo el asentimiento de su compañero, Kalén Ortiz. Juntos conforman Las Guitarras de Laprida y desde hace seis años organizan en Banfield la peña de cantores Bordona Oscura (un homenaje al clásico del tango contemporáneo de Juan Lorenzo). Aunque se realiza lunes por medio, esta ocasión se hará por primera vez un sábado, para festejar las 100 ediciones. La cita será, como siempre, en Conurbania (Av. Alsina 251, Banfield) y esta vez el cantor invitado será Cucuza Castiello.
En el horizonte de creación, cuenta Ortiz, estaba la Bohemia Tanguera de Almagro. “En ese momento nos parecía un garrón volverse al sur desde allá, la larga espera del 160, y nos parecía importante tener un espacio más cerca”, cuenta el guitarrista. Para ellos, orgullosos músicos formados en la Escuela de Música Popular de Avellaneda, las recaladas también fueron un espacio de formación. “Te diría que es una formación fundamental, porque hay algo de la dinámica grupal y espontánea que tiene la guitarreada que solamente se puede aprender ahí, y es un complemento perfecto a la formación de conservatorio”.
“El objetivo inicial sigue siendo el mismo que tenemos hoy: invitar a cantores, cantoras, todos los que conozcamos, todos los que hay, que por suerte esa lista nunca se termina, a compartir, a aprender un nuevo repertorio, guitarrear, conocer gente, escucharnos, encontrarnos. Y a pesar de correr los años siguen intactas esas mismas ganas, esa misma inquietud”, comparte Forneiro.
“A veces las banderas que tienen que ver con defender una identidad pueden plantearse desde un lugar de confrontación, o también pueden plantearse desde un lugar de complementación, de feliz convivencia”, reflexiona Ortiz, volviendo a la cuestión del conurbano. “De ninguna manera dejamos de ir a movidas de la Ciudad de Buenos Aires, sino todo lo contrario, pero nos parece súper positivo que haya espacios en Zona Sur que tengan su propia identidad conurbana, que puedan tener su propia movida, su propio público, su propia comunidad. También está buenísimo que venga gente de Capital, que quizás no hubieran hecho una fecha en el conurbano, y en ese sentido poder dar un espacio para que vengan a tocar a Zona Sur. Se dio algo muy positivo: gente que vive más al sur que nosotros, por ejemplo de San Vicente, de repente encuentra este espacio, se enamora, escucha que le contamos que hay otros espacios en Capital, y se mandan un día para allá; entonces es algo que siempre se complementa”.
“Además me parece –interviene nuevamente Forneiro- que el conurbano sur aportó en estos últimos tiempos mucha identidad al tango. A mí me ha pasado de escuchar grupos o artistas que son del conurbano, sobre todo quizás en composiciones, desde las letras, desde la música, hasta incluso el sonido, y siento, me es inevitable sentir una diferencia e imaginarme un paisaje conurbano. Así como siempre históricamente nos viene la imagen del Farolito o el Compadrito, todo ese escenario porteño, me parece que hoy, al escuchar a ciertos artistas, ciertas letras, es inevitable imaginarse, no sé, Valentin Alsina, Avellaneda. Es el paisaje nuestro que aparece constantemente".