“Ni yerba de ayer secándose al sol”, dice la letra de un tango escrito por Enrique Santos Discépolo en 1929, que pareciera describir la crisis que atraviesa en la actualidad el sector yerbatero: pequeños productores con grandes problemas de rentabilidad que afectan la producción y consumidores más pobres que toman cada vez menos mate.
“Si esto se mantiene va a haber mucho conflicto en las rutas”, afirma a Página 12, Jonas Eric Petterson. El productor vive en Comandante Andresito, provincia de Misiones e integra la Asociación Civil Yerbateros del Norte.
“Tratamos de contener pero esto se nos está yendo de las manos. En cualquier momento va a reventar mal. Lamentablemente si el colono va a querer regalar su yerba, va a terminar vendiendo su chacra para irse a las villas de los pueblos como pasó en el 2001, 2002”, asegura a este diario, Jorge Skripczuk, pequeño productor de la zona de Aristóbulo del Valle y miembro de Impulso Yerbatero.
La calculadora de costos da siempre números negativos. Aumentaron los combustibles, los impuestos y otros insumos, mientras el precio de la hoja verde está a la baja, con variaciones dispares porque “lo decide el mercado”.
“El Presidente (Milei) favoreció las importaciones y nos está matando a los yerbateros, a los tabacaleros, a los que plantan su mandioca para vender. Porque hay exportación pero nosotros los productores estamos vendiendo a precio de caramelo: 240 pesos”, cuenta a Página/12, Susana Ester Cuadra, desde la zona de Colonia Itatí, donde cultiva yerba y tabaco.
Las importaciones de yerba mate canchada y yerba mate excluida simplemente canchada (molida, lista para empaquetar), proveniente de Paraguay y Brasil, en 2024 alcanzaron 11,9 millones de kilos: 80,1 por ciento más que el mismo período de 2023, según el Indec.
Una pelea de pobres contra pobres, sintetizan. Productores pobres están enojados con otros productores pobres y consumidores que usan menos yerba porque no la pueden comprar.
“Hay un grupo de productores que están decididos a frenar la cosecha para lograr mayores precios. Mientras otros que, por la situación económica, están decididos a cosechar a cualquier costo”, continúa Petterson.
La yerba mate representa el 20 por ciento del Producto de la provincia de Misiones, según datos de 2021 publicados por el Ministerio de Economía.
Desregulación
La liberalización de precios para el sector que impuso el mega Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/2023, redactado por el ministro Federico Sturzenegger, es la principal causa de la crisis que impacta de lleno en la economía misionera y repercute a nivel país.
“El libre mercado no funciona en el sector yerbatero, donde tenés pequeños productores y secaderos registrados pero el precio de la hoja lo deciden diez de los 105 molinos totales”, explica a Página/12, Cristian Castro, diputado provincial del Partido Agrario y Social (PAyS).
La producción primaria se encuentra atomizada, con 12.000 pequeños productores, 228 secaderos y 105 industrias molineras y fraccionadoras, según estadísticas de 2022 del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM).
Los diez primeros establecimientos industriales concentran el 72,7 por ciento del mercado. El ranking está encabezado por Las Marías, Liebig y Santa Ana, que acumulan el 41 por ciento de la producción.
Importaciones
Las Marías y La Cachuera explicaron, además, el 70 por ciento de lo que ingresó desde Paraguay y Brasil, seguido por la Importadora Sudamericana SRL, una firma radicada en zona Norte del Gran Buenos Aires que se dedica a importar marcas de consumo masivo y trae a la Argentina la yerba mate Canarias, según lo consignado por el medio Plan B de Misiones.
Se calcula que para generar un kilo de hoja canchada (la que luego se vende para el mate) se necesitan 3 kilos de hoja verde. “Las Marías termina manejando la política de precios de la materia prima. Hay secaderos que pagan 160, otros 390. Hacen lo que quieren porque se desreguló el precio. Antes todas tenían que pagar lo mismo”, advierte Castro.
En 2024, los establecimientos de secado procesaron 986,7 millones de kilos de hojas: el mayor avance de cosecha acumulado hasta el mes de diciembre en los últimos cinco años. Con un volumen de 19,6 por ciento sobre el promedio del período 2020-2023 y de 27,4 por ciento por encima del nivel registrado en 2023.
Los datos, que se desprenden de un reporte del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), advierten además una brutal caída del consumo: 9,3 por ciento, para el mismo período analizado. En contraste, las exportaciones del sector subieron 10,9 por ciento respecto de 2023 y 11,0 por ciento en comparación con el promedio 2019-2023.
Rentabilidad
“Nos bajaron casi 55 por ciento el precio de nuestra materia prima. Así no podemos mantenernos y, como si fuera una broma, en góndola los precios subieron”, dice a Página/12, Luis Alberto Andrusyszyn, que forma parte de una organización de autoconvocados, en la localidad de Apóstoles, zona sur de Misiones.
El DNU motosierra contempló la derogación de varios artículos de la ley 25.564, entre ellos los que otorgaban al INYM la facultad de fijar precios y registrar a los productores en Misiones, epicentro de la producción junto con Corrientes. Sin la intervención del organismo, no hay quien equilibre la oferta con la demanda.
“Afecta nuestra rentabilidad porque en diciembre de 2023 teníamos un gasoil a 380 pesos y hoy vale 1300 pesos. El servicio de cosecha va de 35.000 a 50.000 la tonelada dependiendo del yerbal y nos pagan 200 pesos. O sea, tenemos una inflación anual de más del 100 por ciento y nosotros perdemos 200 por ciento”, cuestiona Skripczuk.
El INYM, junto con la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, también podía limitar la escala productiva. “Ahora cualquiera puede plantar las hectáreas que quiera y con eso se perjudica a los productores más chicos. Antes estaba controlado por el Estado. Además aseguraba el abastecimiento interno ya que el 90 por ciento se usa acá y el 10 se exporta”, recuerda Castro.
Cosecha
Otra de las dificultades que enfrentan en la región es la apertura a la compra de materia prima por parte de otras provincias que no sean Misiones y Corrientes, para industrializar la hoja fuera de la zona productora.
“No tenemos las condiciones para la cosecha: la zafra de verano prácticamente se paralizó y en marzo llega la zafra gruesa de invierno, pero si esto no mejora de ninguna manera la vamos a iniciar”, sostiene Petterson.
Los productores consideran que para poder continuar con la producción el precio promedio debe ser de 459 por kilo. “El costo de producir la yerba mate es de 352 pesos por kilo, valor al que debería agregarse el margen de rentabilidad para el productor. El sector industrial nos está ofreciendo 200 o 220 pesos y en estas condiciones no podemos trabajar”, denuncia Petterson.
Como los precios establecidos por resolución 406/2023 quedaron atrasados cuando la aceleración inflacionaria, en marzo 2024 se actualizó y la materia prima quedó en 370 pesos. A partir de abril, con la desregulación del mega DNU, quedó entre 250 y 300 pesos.
“Si se analiza la relación entre lo que recibe el productor y el precio de góndola, el primero sólo logra captar 4,5% del precio de venta en góndola en diciembre 2024, es decir, 3,6 puntos porcentuales menos que el promedio 2020-2023. Es el peor momento, desde 2019 del ratio entre el precio al productor y el precio de góndola por kilo”, explican desde CEPA.
“El libre mercado rige sólo para la materia prima nuestra porque el Gobierno sigue aumentando el convenio de corresponsabilidad gremial y otros costos. Encima a nosotros nos pagan con cheques a 60, 90 y 120 días. Los primeros son para gastos, entonces recién tenemos ingresos a los cuatro meses”, manifiesta Petterson.
Ventas
En Argentina, las ventas de yerba mate durante 2024 cayeron 9,2 por ciento: el número más bajo desde 2016, según el informe de las fundaciones “Innovación con Inclusión” y “Encuentro”. El documento también reveló que el año pasado la producción de yerba bajó 6,8 puntos.
“Las mujeres estamos muy afectadas. Yo ayudo a mis hijas para que estudien en la universidad. Ahora con estos cortes de ruta los molineros grandes se sientan a mirar la pelea de pobres contra pobres y no hacen nada”, relata Cuadra.
Las estimaciones del CEPA indican que para que los productores perciban el mismo porcentaje del precio de góndola que en el promedio 2020-2023, el valor del kilo de hoja verde debería ser de 363 pesos, un aumento de 81 por ciento en relación al actual.
Desde el martes, en Misiones, un sector de los productores yerbateros comenzó con un paro y la suspensión de la entrega de materia prima.
Las personas que trabajan la tierra colorada, donde se cultiva la yerba mate, coinciden en el reclamo pero no todas seguirán por el mismo camino: trabajamos para el secadero, para las cooperativas y para el tarefero, al productor no le sobra nada.