Referentes sindicales de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) bonaerense entienden que la exportación de acero a Estados Unidos en el portfolio de Paolo Rocca y de aluminio al mismo destino para Aluar es un negocio menor y su caída no debería incidir ni en los acuerdos paritarios ni en la estabilidad laboral, aunque no descartan que intenten utilizarlo como argumento.
Toda la actividad metalúrgica, con asiento principalmente en el corredor de la Ruta 9 y en el distrito de La Matanza, sufre las consecuencias del modelo económico basado en el atraso cambiario. Sus principales clientes, la construcción, la industria automotriz y el campo, están en plena contracción.
A ese contexto se le sumaron recientemente nuevos frentes de tormenta como la liberación de aranceles a la exportación de chatarra, que encarece la materia prima.
El impacto en el empleo
La rama 17 del Convenio Colectivo de Trabajo, la más numerosa, cerró una paritaria de 12 por ciento, partiendo de un 5,5 a noviembre del año pasado, un 2 para diciembre y porcentajes decrecientes sucesivos.
Pero ese acuerdo se selló a mediados de enero y, aunque por estos días se cumple el plazo de rigor que tiene la Secretaría de Trabajo de la Nación para homologar el acuerdo, ese paso administrativo aún no se cumplió.
La demora pone en guardia al sindicato, ya que todavía resuenan las versiones de un supuesto plan "paritaria cero", según el cuál el gobierno libertario no habilitaría ningún acuerdo por encima de la inflación.
Pero, a la vez, la negativa implicaría un desafío abierto a Paolo Rocca, titular del Grupo Techint, principal representante paritario del sector empresario, y podría generarle una conflictividad adicional. Curiosamente, el secretario de Trabajo, Julio Cordero, viene de Techint y fue puesto allí por gestión de Rocca.
La rama siderúrgica viene todavía más golpeada. Desde fines de 2024, la planta Tenaris que Techint posee en San Nicolás anunció una reestructuración, con el objetivo de reducir al menos 15 por ciento sus costos, para recuperar competitividad frente al acero brasileño. Desde entonces, ejecutivos y sindicalistas mantienen una mesa de trabajo que hasta acá logró evitar los despidos.
Los siderúrgicos tenían agendada una nueva reunión paritaria para este jueves 13, pero fue reprogramada para dentro de dos semanas. La expectativa entre los trabajadores es que, par entonces, la paritaria metalúrgica ya se encuentre homologada y sirva de referencia.
A pocos kilómetros de San Nicolás, ciudad de tradición metalúrgica, cruzando el límite interprovincial con Santa Fe, se encuentra la planta de Acindar en Villa Constitución, una de las más importantes de la empresa, junto con la de La Matanza. Allí, la empresa presentó un cronograma de suspensiones que abarca todo el año. Ya nadie habla de recuperación en V.
El caso Aluar
La planta que Aluar posee en la localidad platense de Abasto, frente a la Ruta 2, emplea a más de 400 trabajadores. Allí se fabrican derivados del aluminio, de mayor valor agregado, a partir del insumo que reciben de la planta de Chubut.
Según las fuentes consultadas, el nuevo arancel a las importaciones implementado por Donald Trump, de afectar a algún sector, sería a la planta del sur y no a la de Abasto, a la vez que sostienen que el impacto en la facturación sería bastante menor al 40 por ciento que señalan algunos medios.
Allí, en el Gran La Plata, Aluar fabrica desde aberturas y perfiles para la construcción hasta aluminio para blisters y envases que utilizan tanto la industria farmacéutica como la alimenticia.
El denominador común es que todas estas actividades sufren severas crisis, producto de la recesión generada por la política de motosierra. El año pasado no fue fácil en la planta y esperan algo similar o peor para este.
Por estos meses, Aluar comenzó la construcción de un parque eólico en Chubut, para mejorar su balance energético, con molinos importados de origen danés, marca Vestas. La duda es si la empresa seguirá poniendo dólares justo cuando se le restringe el ingreso de divisas por perder un mercado importante.
La familia Madanes Quintanilla es también propietaria de la marca de neumáticos Fate, cuya planta se encuentra en San Fernando. Se trata de otro sector muy castigado por la importación, que intentó modificar su estructura de costos en 2024, lo que generó un prolongado conflicto con el Sindicato Único de Trabajadores del Neumático Argentino (SUTNA).
Recientemente, en declaraciones periodísticas, Javier Madanes Quintanilla sostuvo que "va a pasar mucho tiempo antes de que Argentina pueda funcionar sin control de cambios", en lo que pareció un guiño a la política libertaria de mantener el cepo para evitar una devaluación justo antes de las elecciones de medio término. Curiosamente, le salieron al cruce el ministro Luis Caputo, el vocero Manuel Adorni y el diputado José Luis Espert.
A diferencia de Rocca, hasta hace poco uno de los principales soportes del gobierno a nivel corporativo, Madanes Quintanilla fue mucho más cauto en su relación con el actual gobierno nacional.
Ambos ahora tienen algo más en común: necesitan que el gobierno muestre reflejos en defensa de los mercados que tambalean. Milei viaja a Estado Unidos la semana próxima, ¿aparecerá el león?