Con la mediación del gobierno de La Rioja, la empresa PUMA Sporting y la Unión de Trabajadores de la Industria del Calzado (UTICRA) llegaron a un acuerdo para frenar la incipiente ola de despidos en el sector y garantizar los puestos de trabajo durante un año, aunque al costo de reducir la jornada laboral en una hora y el salario en la misma proporción. “La protección de las fuentes de trabajo en el sector privado de muchos riojanos y riojanas es una de las mayores preocupaciones que tenemos como gobierno, y estamos dispuestos a hacer nuestros aportes cada vez que sea necesario”, escribió en X el gobernador Ricardo Quintela, que presenció la firma del acuerdo en la Secretaría de Trabajo de La Rioja.

La crisis en la industria del calzado, derivada de la disminución de la demanda y de la apertura de importaciones dispuesta por el gobierno de Javier Milei, se tradujo la semana pasada en los despidos de 23 trabajadores de la planta de PUMA en La Rioja, donde produce desde 1981. Muchos empleados fueron notificados de las desvinculaciones apenas retornaron de sus vacaciones. Los efectos de las políticas libertarias en el rubro habían alcanzado antes a la planta de Dass en Coronel Suárez, donde 360 trabajadores quedaron en la calle, y Biocontinentar, en el partido bonaerense de Chivilcoy, donde los despidos alcanzaron a 130 de sus 170 empleados.

En el caso riojano, las gestiones del gobierno provincial permitieron acercar a las partes y alcanzar un acuerdo para mantener los puestos de trabajo. “Al abrirse las importaciones, bajar el consumo de los productos y demás, se generan estos inconvenientes. A los efectos de no llevar adelante despidos, se realiza este acuerdo donde por un año reducen en una hora la jornada laboral y el sueldo será pagado en proporción a las horas trabajadas, y la empresa se compromete a no despedir personal de producción de La Rioja y Chamical durante este año”, informó la secretaria de Trabajo provincial, Myriam Espinosa. “Esto lleva tranquilidad a la gente, ya que se garantiza su continuidad”, agregó.

“La apertura de importaciones y la baja demanda producida por la creciente crisis económica que golpea a las clases trabajadoras impacta directamente en la empresa, provocando la necesidad de tomar estas medidas”, justificó Quintela en un posteo en X. “Renovamos nuestro compromiso con los trabajadores y trabajadoras para colaborar llevando tranquilidad a las familias riojanas”, afirmó.

UTICRA alertó la semana pasada que los despedidos podían llegar a ser “más de un centenar si la fábrica decide cerrar una línea completa de producción”. Informó que según la empresa la comercialización atravesaba una “baja de entre un 20 y 30 por ciento”. “La fuerte caída en el consumo es resultado de la detracción en la capacidad de compra que produce la disminución del poder adquisitivo de la mayoría de la población en todo el país. A lo que se suma la creciente expulsión de mano de obra con la reducción de los puestos de empleo y el cierre de empresas, situación sufrida a partir de la imposición del presente plan económico del gobierno nacional, que decidió paralelamente liberar la importación de bienes y servicios de manera arbitraria, sin ningún tipo de restricción, lo que impide el desarrollo de la industria nacional y genera una brutal pérdida de puestos de empleo en todos los sectores y actividades”.