El periodista y conductor de La Mañana, Víctor Hugo Morales, analizó la aprobación del proyecto de Ficha Limpia en la Cámara baja y señaló a los responsables y principales beneficiarios.
El editorial de Víctor Hugo Morales
Una pequeña recorrida por los hechos, sin cronología, nos dice que votan ficha limpia los de Macri, los de Vidal.
La Corte Suprema arma con la Justicia de Macri la absolución de Macri en el Correo. Los muchachos de Magnetto viajan a Lago Escondido con jueces y no pasa nada. Intentan asesinar a CFK y rompen y limpian los celulares para que nunca sepamos de las complicidades. Reivindican a Videla.
La ficha limpia la pide Espert a los gritos desde un avión narco, Macri con un buzón del correo en la esquina del parlamento, Vidal desde el departamentito de Recoleta comprado con la plata de los dueños, Milei con su ladrón preferido -que el mismo dice que es un ladrón- que es Caputo. Clarín, Nación, Telecom, cada uno con sus historias, porque tienen muchas.
El exterminio sucede en cada hecho del periodismo y de la política.
Nos está pasando, y solo les queda por ganar el corazón de mucho pueblo que todavía resiste, que aún no se les entrega.
Pero, la verdad sea dicha, les alcanza y sobra con lo que tienen. Ya dieron vuelta la cabeza de mucha gente. Y avanzan desembozados hacia un abismo moral que, al fin de cuentas -ojalá sea así-, es su propia condena.
Prohíben a un pibe rapero, Milo J y llevan decenas de celulares y camiones a la puerta de la exESMA.
El poste que puso Bullrich entre Argentina y Salta, qué vergüenza, tuvieron que sacarlo y tapar el pozo. Incendian bosques y culpan mapuches. Meten presos a los que se animan contra el fuego
Ahí está Acindar suspendiendio mil empleados. Los yerbateros que marchan desesperados, porque ellos producen, el país toma menos mate porque se la quedan toda la que le compran a los productores y le venden al pueblo. Pero la ficha está limpia en Diputados.
Cada uno le pega unas palmaditas a sus pantalones y polleras y se quita la propia mugre. Y sonríen para la foto.
