Gabriel Rufián es uno de los diputados que más se destaca en el parlamento español. Llegó a su banca por Esquerra Republicana de Catalunya y es una presencia constante en las sesiones de los miércoles, cuando se reúne el pleno del Congreso. En la última sesión, Rufián lanzó sus habituales dardos contra el PP y el ultraderechista VOX y su tema fue un asunto muy caro al actual gobierno argentino: la denominada cultura woke.
"Parece que está de moda ser facha (facho) o antiwoke", arrancó su discurso, "porque todos y todas somos woke ahora". Acto seguido, contó que encontró un listado en Internet: "Decir todas es woke, la emergencia climática es woke, la igualdad entre hombres y mujeres es woke, los derechos de las mujeres son woke, ser gay, trans y lesbiana es woke, ser hombre, blanco y heterosexual no, eh".
Y siguió: "Europa es woke, la ONU es woke, los sindicatos son woke, pagar impuestos es woke, un hospital es woke, criticar a Franco es woke, ser franquista no, vacunarse es woke, y no saludar como un nazi, como un romano, perdón, es woke", en alusión a Elon Musk.
En conclusión, "no ser un puñetero facha es woke". Y propuso tres cosas: "La primera es tener un plan y no actuar como una ambulancia a emergencias, como a veces actúan ustedes", en relación al gobierno del PSOE y mostró un celular: "Desde aquí se vierte todo el odio que estamos viendo, gente como Trump, como Milei, como Meloni, como Abascal son terriblemente poderosos". En ese sentido, Rufián sugirió al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, "promover desde Europa una red social alternativa, de participación pública".
La segunda cosa: "Decirles a la cara, a los fascistas, que no son valientes, porque no es de valientes plegarse frente al poderoso o frente al jefe de una multinacional". La tercera: "Decirles también a los fascistas que no son patriotas, porque no es de patriotas querer gobernando a la mitad de tu país".
Y cerró así: "Lo que deben hacer es ser un poco más valientes".