Un atropello masivo que está siendo investigado como un posible atentado ha dejado al menos 30 heridos, algunos de ellos graves, en la ciudad alemana de Munich, mientras que el presunto autor, un afgano de 24 años, ha sido detenido. El hecho se  produce a diez días de las elecciones, el próximo 23, en cuya campaña la inmigración marca buena parte del debate. Y también a días de la visita del secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio.

El vehículo embistió poco antes de las 11 de la mañana una manifestación de empleados públicos convocada por el sindicato Ver.di en el centro de la capital del estado federado meridional de Baviera, en la que participaba aproximadamente un millar y medio de personas.

El coche se acercó por la cola de la marcha, sorteó los vehículos policiales y atropelló a la multitud, según explicó un portavoz de la policía, que señaló que los agentes habían efectuado disparos y habían detenido al conductor.

El primer ministro bávaro, el conservador Markus Söder, afirmó desde el lugar de los hechos que en base al modus operandi las autoridades parten de que se trata de un atentado, cuya investigación ha sido asumida por la Central para la Lucha contra el Extremismo y el Terrorismo de la Fiscalía de Múnich.

Según el semanario Der Spiegel, el presunto autor había publicado poco antes del atentado contenido islamista en redes sociales, pero las autoridades no han confirmado esta información y no han dado aún detalles sobre una posible motivación, aunque se sabe que el sospechoso contaba con antecedentes por tráfico de estupefacientes y hurtos.

Un representante de la policía indicó en una comparecencia en el lugar de los hechos que el conductor detenido era un ciudadano afgano de 24 años, en tanto que el primer ministro de Baviera, Markus Söder, dijo ante los medios que "presumiblemente se trata de un atentado".

Del detenido se sabe que nació en Kabul en 2001 y llegó a Alemania a los 15 años; su solicitud de asilo fue rechazada pero, debido a la situación humanitaria en Afganistán, poseía el estatus de "tolerado", es decir, de alguien que carece de un permiso de residencia formal pero que no será expulsado por el momento.

Scholz pide que el autor sea castigado

El canciller alemán, Olaf Scholz, pidió que la justicia actúe con todo el peso de la ley contra el autor, que "debe ser castigado y abandonar después el país", según dijo desde los márgenes de un acto de campaña en Fürth (sur).

"Quien comete delitos en Alemania no solo debe ser castigado e ir a la cárcel, también debe contar con que perderá el permiso de residencia", aseveró y recordó que su gobierno ha logrado organizar un vuelo de deportación de criminales convictos a Afganistán y que hay otros que se encuentran en preparación.

Entretanto, el jefe de la oposición y favorito en las encuestas de intención de voto de cara a las elecciones del 23 de febrero, Friedrich Merz, afirmó en la red social X que "la seguridad de las personas tendrá la prioridad" para él. "Impondremos la ley y el orden. Todos tienen que volver a sentirse seguros en nuestro país. Algo tiene que cambiar en Alemania", enfatizó.

A diez días de las elecciones

Este nuevo ataque no solo se produce en vísperas de la Conferencia de Seguridad de Múnich, a la que asisten a partir del viernes representantes de gobiernos de todo el mundo y que es protegida con un despliegue de 5.000 policías, sino también a diez días de las elecciones.

Después de que en diciembre un refugiado saudí matara a cinco personas y dejara casi 300 heridos al embestir contra un mercadillo navideño en Magdeburgo (este), el mes pasado un afgano cuya solicitud de asilo había sido archivada mató a dos personas, una de ellas un niño de dos años, en un ataque con cuchillo en Aschaffenburg (sur).

Este último ataque dio un vuelco a la campaña electoral y llevó a Merz a anunciar un giro en su política migratoria y a prometer un cierre inmediato de fronteras a los solicitantes de asilo si es canciller, con el que tendrán que comprometerse también sus potenciales socios de coalición.

Desde entonces, la migración se ha convertido en el tema clave de la campaña, por lo que a raíz del ataque de este jueves han comenzado las especulaciones sobre el impacto que puede tener en las encuestas, según las cuales los conservadores de Merz obtendrían un 30%, seguidos por la ultraderecha (20%) y por los socialdemócratas de Scholz (15%). 

El atropello ocurrido este jueves es el segundo con carácter masivo que se produce en Alemania en dos meses, después del que costó la vida a seis personas en un mercadillo navideño de Magdeburgo el pasado 20 de diciembre.

En el ataque de Magdeburgo, en el este del país, murieron un niño de nueve años y cinco mujeres, y otras 299 personas resultaron heridas

El autor del atropello, Taleb Al-Abdulmohsen, un ciudadano saudí que vivía desde 2006 en el estado federado de Sajonia-Anhalt y ejercía como médico, fue detenido inmediatamente. Al día siguiente, las autoridades calificaron el suceso de atentado, aunque sin determinar si se trataba de terrorismo.

El 19 de diciembre de 2016 doce personas murieron y 50 resultaron heridas en Berlín, también en un mercadillo navideño, en el peor atentado registrado en Alemania en los últimos 40 años, perpetrado por un yihadista que dijo identificarse con el Estado Islámico (EI).

Además de estos dos ataques mortales, en la última década se han registrado otros atropellos masivos intencionados en Alemania en los que se registraron víctimas.

El 7 de abril de 2018 dos personas murieron y viente resultaron heridas en un atropello múltiple perpetrado por un hombre con problemas psíquicos en Münster, en el oeste de Alemania.

El 24 de febrero de 2020 sesenta personas sufrieron heridas en un atropello en un desfile de carnaval de Volksmarsen, en el centro del país. El autor era un alemán de 29 años que tenía antecedentes policiales.

El 1 de diciembre de 2020 cinco personas, incluido un bebé de nueve semanas y su padre murieron en Tréveris (oeste de Alemania) y otras 15 resultaron heridas, algunas graves, al irrumpir a gran velocidad en una zona peatonal un automóvil. El autor del atropello fue un hombre fuertemente alcoholizado y aparentemente con trastornos psiquiátricos.








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