El entrenador de Vélez, Sebastián Domínguez, aseguró este jueves que las críticas que lo tildan de "panelista" por su paso por la televisión son sólo "por bronca" de verlo en ese lugar, aunque no ocultó su molestia tras la derrota 3-0 de su equipo ante Independiente.

"En este país fui campeón seis veces, cinco con Vélez. Si la manera de describirme es 'panelista' con la carrera que tuve y siendo un DT recibido, habla más de la bronca y de lo que sienten ellos cuando me ven en este lugar", afirmó el ex defensor.

En medio de un mal arranque en el Torneo Apertura, donde su equipo suma sólo un punto de doce posibles y aún no marcó goles, su continuidad en el cargo se puso en duda. Pero el entrenador aseguró que no considera renunciar: "No me han planteado nada desde el club. Vine a trabajar sabiendo al lugar al que venía, a la situación que me enfrentaba, sabiendo del recambio del equipo y tratando de cumplir las expectativas y las exigencias que tiene un club como Vélez".

"En estos primeros partidos no se ha dado, pero de mi parte no planteo la renuncia bajo ningún punto de vista", sentenció, y añadió que el mal momento "era algo esperable" debido a "la renovación del plantel y la presión extra de ser el último campeón".

Domínguez también analizó el partido ante Independiente y destacó los errores cometidos: "No me gustó el equipo a nivel individual. A nivel colectivo el partido estaba peleado hasta el gol. Perdimos el hilo en el segundo gol, pero siento que fue todo a partir de los duelos".

"Por lo que plantea su entrenador (Julio Vaccari), sabíamos que iba a haber momentos de uno contra uno, donde había que correr rivales 50 o 60 metros para atrás. Si vemos los primeros dos goles, hay facilidades que otorgamos nosotros", continuó el DT del Fortín, que ocupa el penúltimo puesto en la Zona B, sin victorias ni goles, con nueve tantos recibidos.

El último campeón de la LPF tendrá una nueva oportunidad para revertir su situación el próximo lunes a las 21.30, cuando reciba a Godoy Cruz en el estadio José Amalfitani. Mientras tanto, Domínguez continúa bajo presión, buscando enderezar el rumbo para acallar las críticas.