La Ciudad Vaticano fue el lugar desde donde este jueves distintos líderes mundiales manifestaron la necesidad urgente de una reforma tributaria que pueda promover un mundo menos desigual. Participaron el Papa Francisco, el presidente de Brasil Ignacio Lula da Silva; el jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez y el titular de la ONU, entre otros referentes.

Con el objetivo de enfrentar desafíos que afectan a todos los países del mundo, como las crisis ambientales, de empleo, de deuda, de pobreza y marginalidad, el foro presentó como uno de los “aspectos más tóxicos” de la globalización a la evasión fiscal.

“Los poderes económicos siguen justificando el actual sistema global en el que se tiende a dar prioridad a la especulación y a la búsqueda de beneficios económicos, sin tener en cuenta el contexto y mucho menos los efectos sobre la dignidad humana y el medio ambiente natural”, afirmó el Papa Francisco, durante el evento.

En el debate consideraron que la brecha entre los países más ricos y los más pobres es “alarmantemente alta” y que lo mismo ocurre al interior de cada país. “La diferencia de ingresos entre el 10% más rico y el 50% más pobre casi se ha duplicado. Y el sistema tributario internacional actual alimenta gran parte de esta desigualdad”, sostiene el documento difundido por los organizadores.

"Si los multimillonarios pagan proporcionalmente menos impuestos que la gente corriente, las personas normales, la confianza pública se erosiona", aseguró el presidente de España, Pedro Sánchez.

En ese mismo sentido, Ignacio Lula da Silva, jefe de Estado de Brasil, afirmó que “La riqueza de los multimillonarios aumentó en 2.000 millones de dólares en 2024, tres veces más que en 2023. Mientras tanto, el 60% de la humanidad se enfrenta a la pobreza”.

El congreso "Justicia fiscal y solidaridad", que impulsa la reforma tributaria mundial, fue organizado en el Vaticano por la Academia Pontificia de Ciencias Sociales y la Comisión Independiente para la Reforma de la Tributación Corporativa Internacional (ICRICT, en inglés), una entidad encabezada por la economista india Jayati Ghosh y el premio Nobel de Economía de 2001, el estadounidense Joseph Stiglitz.

En ese marco, los referentes políticos, gremiales y de la sociedad civil denunciaron que las corporaciones que obtienen miles de millones de dólares de ganancias mientras se benefician de las inversiones en conocimiento, tecnología e infraestructura financiadas por los sectores públicos han sido los principales ganadores de la globalización.

Además, advirtieron que al trasladar gran parte de sus beneficios a paraísos fiscales, privan a los sectores públicos de recursos esenciales necesarios para invertir en derechos humanos fundamentales, como la salud y la educación, y en políticas de lucha contra la pobreza y el cambio climático.

“A pesar de los recientes esfuerzos de cooperación fiscal internacional, las multinacionales siguen trasladando una gran parte de sus ganancias a paraísos fiscales cada año: 1 billón de dólares en 2022. Esto es el equivalente al 35% de todos los beneficios registrados por las empresas multinacionales fuera de su país de sede”, informaron.

En 2024, por primera vez se celebraron en el G20 debates sobre la creación de normas mínimas comunes para gravar a las personas más ricas mediante la coordinación internacional.

“A pesar de algunas nuevas amenazas al multilateralismo, el año 2025 puede dar un nuevo impulso a la reforma de la arquitectura fiscal internacional. Las Naciones Unidas ocuparán un lugar central en la cooperación fiscal internacional, a medida que los países inicien la negociación de un convenio fiscal de la ONU para garantizar que las multinacionales y los súper ricos paguen la parte que les corresponde”, afirmaron desde ICRICT.

Le tocará a Sudáfrica relevar a Brasil en el G20 y continuar con los avances hacia la reforma fiscal.

“Ya está a la vista. Estados Unidos no va negociar una convención marco de la ONU sobre cooperación fiscal internacional. El resto del mundo tiene que trabajar junto para negociar este acuerdo, reconociendo la realidad de que el 20% del PIB mundial no participará; el 80% del mundo puede unirse y solucionarlo”, enfatizó Stiglitz.

Las discusiones sobre cómo financiar el desarrollo sostenible serán protagonistas en la Cuarta Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo (FpD), que se celebrará en España este año. Además, los intercambios para desarrollar una nueva arquitectura de financiación climática que apoye las transiciones justas en el mundo serán el foco de la 30ª Conferencia de las Partes de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30), en Brasil en 2025.

Las negociaciones en torno a esta Convención de la ONU empezaron este febrero con la participación de todos los países, a excepción de Estados Unidos, que se retiró del proceso.