“Todavía estamos en shock”, dice Aldana Ríos, la manager y mamá de Milo J, el día después a la censura del show gratuito en la ex ESMA, donde el músico de 18 años iba a presentar una pre-escucha de 166 (Deluxe) Retirada. Recuerda la conversación telefónica que tuvo con el secretario de Derecho Humanos, Alberto Baños, en la que sufrió violencia verbal y la amenaza de la represión a los adolescentes que esperaban para ver el espectáculo. “Hubo toda una organización, toda una articulación sistemática desde el Gobierno que no puede ser ajeno a una decisión política de ´esto se censura o se reprime´", cuenta. Lo que sucedió con Milo J es un eslabón superior en la escalada de agresiones de Javier Milei y sus funcionarios hacia los artistas que se expresan en contra de sus políticas. Como contrapartida, recibió el apoyo de muchos artistas, incluso de Charly García, que le hizo llegar un mensaje contándole que a él también lo silenciaron cuando tocaba con Sui Géneris. Ríos resaltó el vínculo de Milo J con los derechos humanos: “Es su compromiso con su identidad, con nuestra palabra, con nuestra familia”.
– ¿Por qué cree que el Gobierno censuró el show?
–El secretario de comunicación, lisa y llanamente, reconoció que fue una censura. (Nota del diario: en referencia al tuitero devenido en Director de Comunicación Digital, Juan Doe). Dijo que ahora gobiernan ellos y que no van a permitir que nadie vaya a usar los lugares que son del Gobierno Nacional. Expuso claramente la censura contradiciendo a su par funcionario, que ayer argumentó incumplimientos, que no son tales. Está muy bien si es así, pero nos hubieran dicho antes que no y listo, porque no llegamos el mismo día y le plantamos todo, estuvimos yendo toda la semana. Cúneo Libarona dijo que se acabaron los privilegios y, justamente, no somos una familia que ha gozado de privilegios ni mucho menos, las oportunidades no nos han sobrado.
–Denunció extorsión en la previa del show, ¿Qué pasó?
–Ese momento fue muy difícil y es lo que me tiene todavía muy en shock. El maltrato del secretario de Derechos Humanos, Alberto Baños, fue un maltrato personal, directo. Tuve una conversación telefónica porque no accedió a recibirme y fue con violencia explícita, verbal, en sus modos y en sus formas. No es que me desconocía a mí o lo que estábamos haciendo. Me ha tratado de muy mala manera, se ha acercado él y su personal ( tres custodios y tres agentes de la Policía Federal). Fue un momento muy tenso, se querían llevar a un trabajador para explicarle que tenía que cortar el sonido y todavía no había llegado la notificación oficial. Me decían que iban a reprimir a la gente que estaba afuera esperando. Y una cosa es que te digan que van a reprimir y otra es ver a los camiones hidrantes, la policía, las motos que estaban empezando a subir para amedrentar a los chicos de 15 a 17 años, todos menores. Fue un momento muy violento. De ninguna manera nosotros íbamos a permitir eso porque el costo era que lastimen a los chicos y eso no lo íbamos a permitir nunca. Eso es terrible.
–Y finalmente lograron suspender el show con la presentación judicial
–Entraron un montón de otras áreas, porque desde el Ministerio de Justicia y la Secretaría de Derechos Humanos presentaron un amparo para que no se realice el recital, que termina siendo una censura reconocida por el Secretario de Comunicación. Y al enviar a todo ese caudal de policías hay otro ministerio interviniente. Es decir, hay toda una organización, toda una articulación sistemática desde el Gobierno que no puede ser ajeno a una decisión política de “esto se censura o se reprime". Y sí, eso existió y lo voy a declarar en la Justicia. La pasamos muy mal. Fue terrible vivir todos los intentos de lastimar y de dañar a chicos que solamente venían gratuitamente a compartir un momento en un espacio de memoria, a compartir música con un artista con el que ellos se sienten contenidos, que es de su edad, que es un adolescente.
–El miércoles censuraron a Milo J, antes Javier Milei atacó a otros artistas, como Lali, por expresarse públicamente. ¿Qué opina de la actitud del Gobierno?
–Yo creo absolutamente y defiendo la democracia, este es un gobierno democrático que se ganó con el voto popular, son cuatro años de mandato. Pero hay un ataque desde la representación del Estado a nuestros artistas jóvenes, que lo único que hacen es brindarnos su arte, representar a muchísimas generaciones y chicos que por ahí no están contenidos en otro lugar. Me parece terrible que ataquen a Lali, es una artista, no es candidata, no es diputada, ¿Por qué le exigen a alguien que no se postuló? Vayan a exigir a los dirigentes. A los artistas se les pide que den opiniones, los critican se expresen o no. Censuraron a un chico de 18 años, ¿Dónde está la gente que quiere que dé su opinión?. Ojalá podamos tener mejores opciones, ojalá el resto de los partidos políticos pueda presentar realmente opciones que nos representen y que sean dignas para no tener que elegir el mal mejor.
–¿Qué sensación le genera todo esto?
–Una cosa es la crítica que se empezó a hacer hacia un artista, la burla hacia Lali, el cambiarle el nombre, o contra María Becerra que se expresa por lo que pasa en El Bolsón. Se sale a atacar, se va incrementando y ahora censuran a Milo J. Entonces si no pasa nada y lo normalizamos… Porque capaz no reprimían, pero ¿Por qué los camiones hidrantes y las motos? Hay que empezar a creer que lo que dicen es verdad, que va a pasar. Hay que dejar de subestimar y cuidar a nuestros chicos, que son lo más valioso que tenemos. Y cuidar la credibilidad.
Una de las canciones del último disco es “Hippie”, donde Milo J hace referencia a su historia personal con respecto al terrorismo de estado. Allí incluyó un fragmento de “Los dinosaurios”, de Charly García. “La bondad no es tanta/ Vida mala y gánsters que marcaron mi historia”, dice la canción y en el videoclip se mezclan imágenes de un grupo de asalto que ingresa a una casa en la que antes jugaban una abuela con su pequeña nieta. Huellas que se suman a otras como su visita a la Mansión Seré o al homenaje a Abuelas y Madres de Plaza de Mayo en los dos conciertos del Movistar Arena en la previa al Día de la Memoria del año pasado. “Milo J creció en una familia que lamentablemente cuenta con un caso muy doloroso para nosotros", contó Aldana en declaraciones radiales.
– A diferencia de otros artistas de su generación, tiene un compromiso muy fuerte con los derechos humanos.
–Es un compromiso con su identidad, con su manera de ser, no es una persona distinta a cómo somos la gente del barrio. Nosotros nos comprometemos con nuestra palabra, con nuestra familia, con nuestros amigos, con el vecino. Es más que nada una filosofía de vida y el artista no escapa mucho de su creador. Camilo es así, un pibe más de Morón Sur, que con su arte llegó a tocar muchísimas almas y eso fue lo que lo exponenció, pero es un adolescente igual a todos, con los mismos problemas. Es un chico absolutamente común, vive conmigo y con su hermanito más chico, me tiene que ayudar a juntar la mesa. Resguardamos algunas cosas de seguridad, pero después es un chico común y corriente, y que en sus tiempos libres, más allá de la creación de música, juega a la pelota, se va a una plaza con sus amigos, le gusta jugar al paddle, al básquet. El compromiso es más que nada por un estilo de vida que tenemos, tiene el compromiso incorporado.
– ¿Cuál era el objetivo de tocar en la ex ESMA?
–Nunca hubo una especulación de parte de él de llevar a los chicos ahí para que piensen de una manera. Tampoco es una decisión caprichosa o que nos daba lo mismo tocar en la ESMA o en una calle. La decisión de tocar en un sitio de memoria es consecuente también con la línea de sus canciones. Hay una coherencia y continuidad. Milo J tiene la filosofía de no decir, de no dar declaraciones, de no tener una postura distinta a lo que sea que hable su arte, es más por acciones que por palabras, porque sus palabras son poesía y las pone en sus canciones. Las acciones acompañan y hacen al conjunto de su arte. Tiene un montón de otras acciones que ha realizado a lo largo de su agitada y corta carrera. Era muy consciente de que era la primera vez que iban a ir muchísimos chicos y que iban a pisar un sitio de memoria.
– ¿Cómo fue la reacción de otros artistas?
–Charly mandó un mensaje a través de Mecha, su esposa. Me escribió: “Dice Charly que se quede tranquilo, que a él le censuraron un montón de veces, a él le pasaba cuando estaba en Sui Generis”. Lo dijo con modo jocoso, como diciendo: “Bienvenido al club” y le mandó todo su apoyo y amor. Charly y Nito Mestres son de sus máximos ídolos, entonces que ellos lo estén apoyando y diciéndole que no pasa nada, es un respaldo muy importante pero él es muy chiquito. También le escribieron Joaquín Levinton, Soledad Pastoruti, Yamila Cafrune, Ricardo Mollo, Trueno, Conociendo Rusia, La Delio Valdés, Dillom, Cuti y Roberto Carabajal. Muchos.
A pesar de la censura y la violencia del Gobierno, queda claro que Milo J no está solo y que en sus canciones seguirá irradiando la memoria.