Empezaron por tildarla de estrategia degenerada de la ideología de género. Javier Milei se pronunció sobre ella con asco sistemático, utilizando figuras repudiables de las infancias y adolescencias. Encontró en la Educación Sexual Integral (ESI) el blanco perfecto de su batalla cultural, anclada en el odio y la obediencia servil a Donald Trump. ¿Cuánto podía tardar en surgir el alineamiento antiderechos de Jorge Macri en la Ciudad de Buenos Aires? Una nada, apenas un soplido para bajar los contenidos de la ESI en la web oficial, para prohibir la poesía de María Elena Walsh y una canción de la banda “Canticuénticos”, que ayuda con amorosidad a las niñeces a expresar situaciones de abuso. Y el jefe de Gobierno porteño redobló la apuesta esta semana, con el flamante Reglamento Escolar y sus prohibiciones para el personal docente, un compendio censurador de la libre expresión, persecutorio de lxs docentes y que pretende silenciar las inquietudes de lxs estudiantes.

“Lo notable en la Ciudad de Buenos Aires es que hay un cierto cambio de época en un gobierno que tiene el mismo signo político que el sector que venía gobernando hace dieciocho años. Son varias gestiones y, no obstante, en un marco cultural de beligerancia, de detenciones con La Libertad Avanza (LLA), parecería que el Gobierno de la Ciudad se propone disputar por derecha a ciertos sectores, o directamente sacarse la careta y mostrar quiénes son o a quiénes representa en realidad”, sostiene la doctora en Educación e integrante del Movimiento Federal XMásESI, Graciela Morgade, quien junto con referentxs de movimientos transfeministas, organizaciones universitarias, sociales, políticas, sindicales y de derechos humanos lanzaron esta semana el Movimiento XMásESI en la Ciudad.

“En este momento es central que podamos fortalecer nuestro Movimiento Federal, que nació en 2023, anticipando lo que podía llegar a pasar con la Educación Sexual Integral y el movimiento que creamos en la Ciudad de Buenos Aires”, advierte la especialista en temas de Educación y Género, investigadora y docente de la Universidad de Buenos Aires. “Esta coyuntura es muy compleja para la ESI, y es indudable que el desfinanciamiento y la motosierra representan una fuerte amenaza a ésta y a todas las políticas educativas”, señala. “En 2025, además de la motosierra se viene la tergiversación de la ESI y un desvío intencional para aterrorizar a las familias y sembrar desconfianza y temor, apelando al desconocimiento o a ciertas prácticas que son abiertamente antidemocráticas, por ejemplo, no cumplir las leyes.”

A 18 años de la sanción de la Ley 26.150, el panorama de la ESI es descarnado: enfrenta un fuerte desfinanciamiento, y el Programa Nacional sólo se aplica en 13 jurisdicciones provinciales, también desfinanciadas, que  continúan con dificultad las acciones establecidas en la norma, según da cuenta un informe del Movimiento Federal XMásESI. La Provincia de Buenos Aires es el único territorio del país que creó y sostiene la Dirección de Educación Sexual Integral sin eufemismos.

“Defendemos la ESI desde las bases, desde el sistema educativo, las universidades, los sindicatos docentes, las organizaciones feministas y de la diversidad sexogenérica, y junto con todas las personas que colaboran y articulan desde sectores de salud y de derechos alrededor de una política que es integral, de justicia social y de igualdad”, subraya Morgade. “La presencia de este espacio en la Ciudad articula aún más nuestros esfuerzos y aprovecha el enorme caudal de materiales acumulados.”

El tesoro del Movimiento Federal es el repositorio que preserva todos los materiales producidos, a prueba de clausura de páginas oficiales o de destrucción de insumos fundamentales para visibilizar la educación sexual integral. “Seguiremos difundiendo en las escuelas, animándonos a no aflojar”, sonríe Morgade. “No vamos a bajar ninguna de estas banderas porque estamos convencides de que a nadie le hace mal la perspectiva de la ESI.”

Tiempo de resistencia

“A partir de la asunción de Javier Milei a la Presidencia, desde el Movimiento Federal y ahora también desde el Movimiento XMásESI en Ciudad, nos consolidamos como un espacio dirigido a estar comunicadxs, a dar cuenta de lo que va sucediendo con la ESI y a defenderla en un marco de situaciones que hacen peligrar la Ley 26.150, garante de un abordaje integral con perspectiva de género y derechos, pero que todo el tiempo está siendo puesta en tensión por la gestión nacional”, describe una de las integrantes del espacio federal y armadora central del movimiento local, la investigadora y docente Paula Fainsod, doctora en Educación por la Facultad de Filosofía y Letras (UBA) y master en Ciencias Sociales con orientación en Salud.

"En el marco de ese movimiento federal, el espacio que se genera en Ciudad toma como antecedente el Frente Popular por la ESI, ahora con una especificidad para pensar y enfrentar los acontecimientos retrógrados que bajan desde el Gobierno porteño", puntualiza Fainsod. “El contexto en el que surge esta necesidad tiene que ver con una de las medidas que se dieron en el verano, cuando el Ministerio de Educación porteño dio de baja los materiales de ESI del portal, que era de acceso público para docentes, familias, estudiantes y población en general." 

La clausura sorpresiva de esos materiales, anunciada como temporaria para iniciar “un proceso de evaluación”, con el objetivo de revisarlos en pos de una supuesta “neutralidad”, encendió las alarmas: “Porque se enlaza no solo a la preocupación que genera una enunciación de ´la neutralidad´, que sabemos que es imposible, sino también a una serie de medidas que se vienen tomando en Ciudad y en Nación, que señalan el retorno a una perspectiva biologicista, además de una mirada estigmatizante y patologizante de las diversidades, que van a contrapelo de lo que el plexo normativo nacional y de la Ciudad proponen en materia de derechos sexuales y de género”, señala Fainsod. En ese proceso de reforma curricular, indica, “adquiere centralidad la  educación emocional” en las aulas, “y se asiste a una embestida contra núcleos vinculados al pensamiento crítico y a cuestiones de género y sexualidades, que se contraponen con la ESI y su marco normativo”.

Armando estrategias

En Ciudad, el movimiento aspira a reeditar la experiencia del Frente Popular por la ESI creado en 2016, en pleno gobierno empobrecedor de Mauricio Macri, a partir del desfinanciamiento del Programa Nacional de ESI y los despidos que sufrieron docentes y capacitadorxs. “Ante esa maniobra, el Frente salió a dar respuesta”, recuerda la ex legisladora Ana María Suppa, docente feminista y ex directora de Políticas de Género del Ministerio de Justicia y Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, que participó del Frente, y actual referente del Movimiento XMásESI Ciudad.

“La primera acción fue ´El Clasazo´, en Parque Centenario, a diez años de la sanción de la Ley de ESI. Resultó una asistencia multitudinaria del movimiento de mujeres, organizaciones políticas, estudiantiles, sindicales y sociales”, detalla Suppa. “Atravesamos todo el mandato de Macri en lucha permanente y movilizadas en las calles.” Así como entonces se constituyó un momento de lucha por la ampliación de derechos conseguidos, “y hubo que explicar y hacer visible la importancia de esos derechos y cómo influían en les jóvenes, mujeres y diversidades, hoy toca dar la pelea desde este nuevo espacio colectivo y plural para seguir sosteniendo derechos, por lo tanto tenemos que salir nuevamente a explicar la importancia de cómo las políticas públicas influyen en el bienestar de las personas”.

La educadora feminista, ex legisladora y presidenta de la Comisión de Mujer, voz activa del espacio ESI Capital, Laura Velasco, hace el mismo hincapié en este tiempo presente de resistencia en defensa de la ESI, “como herramienta estratégica hacia un cambio cultural, que pueda desnaturalizar y revertir las desigualdades de siglos en nuestras sociedades hacia las mujeres, hacia las personas lgbtiq+, las niñeces y las adolescencias”.

Velasco, hoy en el Parlamento de las Mujeres de la Legislatura, plantea la gravedad de una coyuntura en la que “el Gobierno de la Ciudad quiere copiar al Gobierno nacional, así como Milei quiere copiar a Trump o a Bolsonaro en contra de nuestras conquistas, además de intentar desfinanciar y desarmar las políticas públicas para llevar adelante la ESI, censurando las currículas y sacando los materiales de circulación. A la par del ataque a las conquistas y la ampliación de derechos, inversamente se acentúan las desigualdades, porque cuando en la Argentina un millón y medio de niñxs se van a la cama sin cenar, están expuestxs a muchísimas más violencias”.

Enumera el aumento de las violencias hacia las mujeres y diversidades, los registros dramáticos de un femicidio cada 26 horas, los discursos misóginos, homofóbicos, lesbofóbicos y transfóbicos en la cabecera de Milei: “Es grave, porque impulsa una violencia social que ya existe porque hay violencia económica. En esta coyuntura dramática, creemos que hay que trabajar con todes y tenemos que defender la ESI como herramienta estratégica, cuando las violencias se multiplican sobre quienes están sufriendo esas desigualdades”.

La ESI salva vidas, abraza la escucha y el acompañamiento amoroso de niñas, niños, adolescentes y sus entornos familiares, con una mirada integral y transversal. No excluye, no discrimina, es materia viva en cambio permanente y anima a tomar decisiones libres con información científica de calidad. Todos estos ejes pueden encontrarse en el repositorio de material del Movimiento Federal XMásESI, y lo sostiene el corazón de la campaña y el documento “Nuestras voces: 40 años de democracia, 40 razones para defender la ESI”, entre otros informes propios.

“Sin embargo, en el marco en que se da la discusión de los nuevos diseños curriculares para todos los niveles, que impulsa el Ministerio de Educación de la Ciudad, se ponderan algunas disciplinas y se consideran entre comillas fundacionales, como Lengua y Matemática, y otras se subvaloran, fundamentalmente aquellas vinculadas a desgranar los momentos políticos, como las Ciencias Sociales, que son las que pueden desnaturalizar las desigualdades sociales y dar contexto histórico”, cuestiona la docente y socióloga Carolina Brandariz, de la Corriente de les Trabajadores en UTE Ctera, e integrante del Movimiento por la ESI.

Brandariz expresa con inquietud que entre los nuevos diseños curriculares cobra mayor protagonismo la Educación Emocional por sobre la ESI. “Sabemos que tiene el objetivo de controlar las emociones, antes que rediscutir los patrones culturales y patriarcales históricos, que es lo que impulsa la Educación Sexual Integral.”

En el marco de esta pedagogía de la crueldad, “que pretende reimplantar en Argentina el paradigma del binarismo y del machismo desde la máxima autoridad presidencial”, expresa la nota “La buena vieja idea de juntarse por la Educación Sexual Integral”, que escribieron Fainsod y Brandariz, surge el planteo de Judith Butler a propósito de las declaraciones de Trump acerca de que ejerce “un sadismo descarado”, porque genera regocijo en sus seguidores y en la amplificación de su discurso, a la par, la indignación de lxs opositores.

“Hay un punto en que la indignación no nos conduce a juntarnos, a organizarnos, a dar un debate público por el sentido de las cosas; pierde sentido y pierde potencia”, reflexiona Brandariz. “Es buena esa marcación que hace Butler respecto de que este sadismo también busca en cierta medida la indignación, se regocija con ella. Si nosotres perdemos aquella buena costumbre de juntarnos, de organizarnos y de dar el debate público y de sentidos, grato favor le estaremos haciendo a Milei.