Colonia Alberdi es una localidad rural del partido de Leandro N. Alem, ubicada al noroeste de la provincia de Buenos Aires, justo en límite con Santa Fe, que está por vivir un hito en su historia. Con sólo 450 habitantes, es escenario de la producción de leche de alta calidad como parte de un primer gran paso en la concreción del proyecto de la usina láctea que se instaló allí.

Se trata de una propuesta que nació integralmente de la logística estatal cuando, durante la etapa del Frente de Todos en la Nación, los gobiernos provincial y municipal pusieron manos a la obra para dar vida a una cooperativa que ya está lista para sacar los primeros mil sachets de leche.

“Comenzamos a ver materializado un proyecto que nos ilusiona a todos”, resaltó a Buenos Aires/12 el intendente de Leandro N. Alem, Carlos “Charly” Ferraris, quien adelantó que se sumará en los próximos meses la producción de yogurt en sachet, dulce de leche y quesos.

Para concretar la usina, el Municipio donó el terreno donde se instaló y fue acompañado en las gestiones por la gestión provincial y la nacional. Por caso, en julio de 2024 el gobernador Axel Kicillof fue a cortar cinta al lugar que demandó una inversión de las arcas provinciales de unos 22,2 millones de pesos. 

En este proceso, el Ministerio de Desarrollo Agrario aportó los bolleros solares para los productores de la localidad y el ex Ministerio de Desarrollo Social de la Nación también otorgó recursos. En la usina se pueden procesar hasta 500 litros de leche fluida por hora y prevén llegar a los 5 mil litros en un año.

En aquella oportunidad, el gobernador destacó ante los pobladores y empleados que “a las ideas del Estado ausente y de la falta de solidaridad que promueve el Gobierno nacional se las pueden discutir desde la teoría y los discursos, pero para nosotros hay una manera mucho más eficaz: llegando a Leandro N. Alem con más educación y salud pública, producción y obras que traen dignidad y mejor calidad de vida”.

“En marzo ya vamos a lanzar los primeros mil sachets. El arraigo de la gente a la producción de leche es muy importante y con esto volvemos a recuperar la esencia”, valoró Ferraris. Los lugareños y, en algunos casos, trabajadores del sitio son todos hijos o nietos de empleados tamberos y rurales, dado que varias décadas atrás fue una cuenca láctea muy importante. El regreso a esa raíz productiva es lo que el intentendente describe como "recuperar la esencia".

En esa apuesta, desde la comuna brindan asesoramiento a los pequeños productores en diversos puntos, entre ellos, para apostar a mejorar la calidad de la leche que tienen. Esto es clave porque la idea es que ellos vendan la leche a la usina, que va a pagar el litro por encima de lo que paga la industria monopólica.

La Municipalidad va a comprar la producción, que se va entregar a las bocas de expendio de acción social, al tiempo que también se va a inyectar en los comedores escolares. Además, se venderá en los comercios a los vecinos a un precio menor que el que tiene el sachet de otras marcas.

Todo esto en un contexto de caída de la venta de lácteos en el mercado interno, que durante 2024 fue del 9,7 por ciento. Según los datos del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), esa merma en el consumo estuvo asociada al aumento de precios y al atraso del poder adquisitivo de los sectores medios, que son los que más consumen este tipo de productos.

“Esta es leche pura, no tiene productos que la diluyen. De un litro de leche pura, las marcas monopólicas hacen 4 sachets, entonces terminas tomando algo que no es”, evaluó Ferraris, quien enfatizó que, con este círculo comercial en acción “gana el pequeño productor, la gente ahorra al comprarla y además generamos fuentes de laburo”.

El último punto no es dato menor, dado que se requiere, al menos, de una decena de personal inicial porque la usina cuenta con un camión propio para ir a buscar la leche a los tambos; tiene un pequeño laboratorio para hacer control de calidad, además del área de producción y posteriormente con las tareas de reparto.

El pueblo, en tanto, está revolucionado con la idea. “Cuando fuimos presentando la idea, como pasa muchas veces no se sabía si se vería materializado, pero a medida que fuimos mostrando los avances los vecinos se entusiasmaron y con el anuncio de los primeros mil sachets hay una repercusión enorme”, celebró el intendente.

“Este es un proyecto muy importante porque es un reconocimiento al pequeño productor que siempre tuvo el precio pisado y a nuestra comunidad que va a tener la primera industria de la historia en esa localidad. Estamos rompiendo ese esquema del que siempre hablamos cuando decimos que tenemos la vaca acá y la terminamos pagando la leche más cara que en la Ciudad de Buenos Aires. Además, es dar valor agregado a nuestros recursos y soberanía alimentaria”, enfatizó.

De la escuela a la usina

El sueño de Colonia Alberdi no termina en la industria. Hace solo unas semanas la Dirección de Cultura y Educación bonaerense aprobó la transformación de la Escuela N° 5 de esa localidad en la Secundaria Agrotécnica, que este ciclo lectivo 2025 ya comenzará con el cursado del primer año.

Con esta ya son 133 las instituciones de este tipo distribuidas en nueve zonas en toda la provincia de Buenos Aires. Según el Gobierno provincial, la idea de contar con este tipo de escuelas es fortalecer el agregado de valor, la sostenibilidad ambiental, económica y social, la producción de alimentos sanos y seguros, la innovación, y el conocimiento, uso y aplicación correcta de las tecnologías.

En Leandro N. Alem entienden que con la combinación de la educación pública y el fomento de la industria, solo restará esperar unos pocos años para que surjan novedosos proyectos productivos que fortalezcan uno de los valores más importantes para la comunidad: el arraigo.

La flamante usina, entonces, no se limitará a la producción, ya que va a servir también de aula-taller para las y los estudiantes de la Agrotécnica. “Los chicos se formarán y en siete años vamos a tener los primeros egresados con el título de agrónomos, que uno aspira a que puedan desarrollar nuevos proyectos”, destacó el jefe comunal.

“Esto es a largo plazo, tiene que ver con una visión del pueblo que queremos y con fuerte presencia del Estado, que es el que hizo todo esto. Son proyectos revolucionarios para una localidad de menos de 500 habitantes, que seguramente motive que mucha gente se vaya a vivir allí y crezca”, cerró.