La hermandad silenciosa 7 puntos

The Order, Estados Unidos/Reino Unido/Canadá, 2024

Dirección: Justin Kurzel

Guion: Zach Baylin, basado en un libro de Kevin Flynn y Gary Gerhardt

Duración: 116 minutos

Intérpretes: Jude Law, Nicholas Hoult, Tye Sheridan, Marc Maron, Alison Oliver, Jurnee Smollett, Morgan Holmstrom

Disponible en Prime Video.

Policial negro a la antigua, La hermandad silenciosa trae consigo el estimulante espíritu de lo clásico, con un aire neonoir que no demora mucho en recordar a los que se filmaban en los oscuros y sucios, pero cinematográficamente dorados años ‘70. Y un poco también a los reaganianos ‘80, que es la época en la que está ambientado este relato basado en notorios hechos reales. Se trata del séptimo largometraje del australiano Justin Kurzel, conocido sobre todo por la fallida adaptación al cine del videojuego Assasin’s Creed y una versión de Macbeth (2015) protagonizada por Michael Fassbender y Marion Cotillard, pero en cuya filmografía géneros como el thriller o el true crime están lejos de resultar elementos extraños.

La película está basada en la historia de The Order, una agrupación paramilitar supremacista surgida en la primera mitad de la década de 1980 en el estado de Idaho, en el noroeste profundo de los Estados Unidos. Como otros núcleos fascistas similares, esta Orden tenía como objetivo básico exaltar los derechos de la comunidad blanca (o “aria” según la terminología nazi con la que sus miembros se identificaban), en contra de los de las minorías negras, judías y latinas. La célula obtenía su inspiración ideológica del libro Los diarios de Turner, una novela distópica que describe la violenta revolución que una agrupación, también denominada La Orden, impulsa contra el gobierno de los Estados Unidos, cuyo fin último es tomar el poder para llevar adelante el exterminio sistemático de todas las personas no blancas.

Los diarios de Turner es definido como “La Biblia de la derecha racista estadounidense” y en su doctrina delirante es posible rastrear muchas de las teorías conspirativas anticientíficas y antisociales que definen el auge del oscurantismo actual. Un caldo de cultivo que, entre otras cosas, abonó la llegada de Donald Trump a la presidencia de su país. Lo que equivale a pensar que, efecto mariposa mediante, también ha sido un factor importante en el impulso de las nuevas ultraderechas en todo el mundo, incluído, por qué no, el triunfo electoral de Javier Milei en la Argentina. En ese sentido, La orden silenciosa no es una película políticamente inocua, sino que su retrato del pasado propone un diálogo fluído con algunos de los hechos más preocupantes del presente.

Las grandes diferencias de La Orden respecto de otras agrupaciones afines eran su decisión de pasar de las ideas a la acción y el plan delictivo que pusieron en marcha para financiar un ataque terrorista destinado a socavar las instituciones democráticas estadounidenses. Precisamente ahí es donde se ubica el alma narrativa de La hermandad silenciosa, cuyo protagonista es un conflictuado agente del FBI, encargado de llevar adelante la investigación en torno a la aparición de este grupo paramilitar en 1983.

El gran mérito de la película de Kurzel es la espontaneidad aparente con la que equilibra los elementos del relato, jugando hábilmente con la tensión que va cercando de forma irreversible a sus personajes. En especial al detective interpretado con gran compromiso emocional por el británico Jude Law, cuyas aflicciones personales lo acercan un poco al atribulado investigador que Matthew McConaughey interpretó en la primera temporada de la serie True Detective (2014). En el otro extremo está Nicholas Hoult interpretando al líder terrorista, cuyo personaje contrapesa de manera ajustada esa versión pesarosa del bien, con una en la que el mal más aberrante encarna en lo cotidiano y familiar. El auténtico unheimlich freudiano.