La Ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, aseguró el jueves pasado que debido al "desvío de la marihuana hacia el mercado ilegal", decidió dar de baja todas las inscripciones al Registro del Programa de Cannabis (REPROCANN) que autorizan el cultivo legal de la planta. De inmediato comenzaron a surgir las réplicas a la medida gubernamental. 

Desde Mamá Cultiva Argentina --la ONG impulsora de la Ley de Cannabis Medicinal-- emitieron un comunicado reafirmando que "el REPROCANN sigue vigente" y convocaron a defender la salud pública. Desmintieron a la funcionaria y valoraron al REPROCANN como "una herramienta que la sociedad civil construyó con años de lucha y trabajo colectivo, permitiendo que miles de personas accedan de manera segura al uso medicinal del cannabis", ni más ni menos que "una cuestión de salud pública". Por ello argumentan que sus reglamentaciones "deben ser debatidas en los espacios correspondientes, con el Ministerio de Salud de la Nación como interlocutor legítimo".

El comunicado de Mamá Cultiva Argentina extiende la invitación "el próximo 27 de febrero a la Gran Marcha Nacional en Defensa de la Salud Pública y de la Vida", que tendrá un alcance nacional con el objetivo de que la salud sea una prioridad para el gobierno de Milei. Y resaltan la "lucha por una política de salud que cuide, respete y garantice derechos", y que facilite el acceso al cannabis medicinal.

Las respuestas

Página/12 se contactó con Valeria Salech, Presidenta de Mamá Cultiva Argentina, activista por la legalización del cannabis y los derechos de las mujeres y disidencias, que aclaró: "no creo que vayan a dar de baja el REPROCANN, porque no le creo a la Ministra de Seguridad esto que dijo, no entraría en pánico". Y mencionó que "Adorni dijo que no iban a dar de baja al reprograma, sino que lo iban a ordenar". Sin embargo, sí consideró que su cierre "sería grave porque la gente que necesita cannabis para su salud es gente que no encuentra respuesta en la medicina alopática, y que le saquen esta herramienta frena un tratamiento".

Graciela Touze, fundadora y asesora institucional de Intercambios --asociación civil para el estudio y atención de problemas relacionados con las drogas-- declaró a Página/12: "hasta ahora, por suerte, solo tenemos unos dichos bastante intempestivos, pero todavía no hay nada oficializado". Además, catalogó las palabras de Bullrich como "una amenaza contra la salud de miles y miles de personas, y un ataque contra la posibilidad del acceso a la salud de muchísimas personas que utilizan el cannabis como un medio para mejorar su calidad de vida y reducir las dolencias que les afectan".

Al ser consultadas sobre si el desguace del REPROCANN sería un retroceso, ambas coincidieron en que ya está en pleno retroceso desde la asunción de Milei. Según la presidenta de Mamá Cultiva Argentina, "se retrocedió bastante porque veníamos con un sistema muy ágil, muy fácil de usar, muy intuitivo, las aprobaciones salían más o menos rápido, como mucho tardaban un mes durante el gobierno de Alberto Fernández, y ahora eso se ralentizó", al punto de que tarda un año. Además, según Salech, en el último tiempo se restringió solo a los médicos con diplomatura la posibilidad de hacer indicaciones para el REPROCANN. Con esta demora "ya hay un retroceso desde que asumió este nuevo gobierno", resume.

Según la fundadora de Intercambios, el anotarse en el Regristro del Programa de Cannabis "es un trámite engorroso, que viene demorando desde sus inicios, porque tenía muchos controles. Todo este último año ha sido desastroso porque ha sido muy suspendido". Touze agregó que no cualquiera puede registrarse como si nada al REPROCANN. "Tiene que haber un médico que está previamente registrado que indique que yo necesito de cannabis terapéutico para tal dolencia".

Las falsas dicotomías de Bullrich

Ambas se opusieron al planteo de que la marihuana del REPROCANN termina en el mercado ilegal. La asesora institucional de Intercambios y la autora del libro que cuenta la historia de Mamá Cultiva en nuestro país están de acuerdo en que la decisión de cerrar el REPROCANN arrojaría a muchas personas al mercado ilegal.

"El REPROCANN no tiene nada que ver con el mercado ilegal", asegura tajantemente Salech, "porque es un registro de personas que cultivan para sí mismas o para otras personas". Además, la presidenta de la ONG sostuvo que ningún narco se "anotaría en el REPROCANN, porque vos le estás dando todos tus datos, data sensible, a disposición del Estado". Y se preguntó "¿quién con ganas de comercializar grandes cantidades de droga va a ir a anotarse a un registro estatal?", derribando un planteo que consideró "rídiculo". Y aseguró que "nadie va a dejar de usar cannabis, en todo caso volveremos a la clandestinidad", aunque no deja de parecerle llamativo ver a "la Ministra de seguridad empujándonos a la clandestinidad".

"No me consta que eso sea cierto", responde Touze sobre la llegada del cannabis al mercado ilegal, y consideró que lo que debería hacerse es "operar sobre aquellas situaciones" y no "desmontar todo el dispositivo", porque así afecta a quienes intentan seguir un tratamiento de salud. Además, "el REPROCANN es un organismo que depende del Ministerio de Salud, ¿qué hace el Ministerio de Seguridad inmiscuyéndose en el Ministerio de Salud?", se preguntó la asesora institucional de Intercambios. "Lo que están haciendo es criminalizar una situación de salud", reclamó. Si cierra el REPROCANN, dice Touze, "no haría ni más ni menos que favorecer al narcotráfico, porque las personas que hoy están encontrando en el cannabis un paliativo para sus dolencias, lo más probable es que se vean obligadas a recurrir al mercado ilegal".

Al hablar de los más damnificados, Valeria Salech dice que son "los más vulnerables, como en todas las medidas que toman estos gobiernos neoliberales". Es decir, "la gente que no puede acceder por otra vía, la gente que no tiene plata para ir a comprar un aceite importado".

Touze habla de la familia alrededor de un paciente: "Si una persona sufre, toda la familia sufre, y más cuando se trata de un niño, más todavía con un cuadro complejo como una epilepsia refractaria. Si a esa afectación que sufre la familia se le suma la impotencia de no poder responder, de no poder brindarle el alivio que sabe que le puede dar... Porque las familias saben, lo han comprobado, que el cannabis medicinal alivia el sufrimiento de la persona afectada y de toda la familia".

Tanto Salech como Touze dejaron en evidencia las complicaciones para reemplazar en estos tratamientos al cannabis por otros medicamentos. Incluso, la primera señaló que le han consultado en el último año para reemplazar analgésicos por cannabis ya que las personas no podían pagar sus obras sociales. Por lo que, además de complicar a quienes únicamente deben tomar cannabis medicinal para sus dolencias, "también le estás cerrando la puerta a esa gente". Y volviendo a quienes necesitan exclusivamente el cannabis, Salech sostiene que "negarle el cannabis a las personas que lo necesitan para paliar su dolor o para manejar un síntoma, es condenar a la persona a vivir con dolor".

Touze recuerda que "cuando se aprobó allá en 2017", muchos niños estaban "recontra medicados con medicaciones muy fuertes, con contraindicaciones y con cuadros de convulsiones diarias de números impresionantes", pero con el cannabis medicinal se logró "que las convulsiones fueran muchas menos". Sin embargo, Touze no ve al cannabis como "la panacea, y por eso me parece clave que haya médicos interviniendo acá". Sin embargo, reconoce que las medicaciones farmacológicas para otras dolencias "generan otros síntomas o malestares" en quienes necesitan cannabis, que también alivia o evita esos dolores.

Salech también se refirió a la próxima marcha de la salud, donde se sumarán los sectores que defienden el REPROCANN y el cannabis medicinal. Mencionó que "hubo una asamblea con mucha gente de todos los sectores de la salud en el Garrahan y se decidió marchar el 27 de febrero"

Informa: Juan Martín Bravo.