La jerarquía natural, en muchas ocasiones, suele ocultar la inexperiencia de un joven para que se termine desenvolviendo con temple y solidez en momentos difíciles, como si transitara un largo recorrido en su profesión.
El tenista brasileño Joao Fonseca tiene solo 18 años, y se desempeña con una templanza y una seguridad que pareciera tener muchos años dentro del circuito mundial. Sin embargo, el chico arribó por primera vez a una semifinal de un torneo ATP, luego de vencer 3-6, 6-4, 7-5 al argentino Mariano Navone, en la cancha central del Buenos Aires Lawn Tennis.
La victoria no fue una más para él, sino que pudo haber marcado el despegue definitivo de alguien que se perfila para ser un protagonista estelar de la actividad. Fonseca se encontró con un doble match point en contra en el tercer parcial, y con mucha fuerza mental dio vuelta la situación y se terminó quedando con el triunfo.
"El tenis es así, estos son los partidos que te fortalecen como persona, como jugador. La única vez que pasé al frente fue en el 6-5 del tercero. Creo que jugué con coraje en los momentos difíciles", explicó el ganador en la conferencia de prensa posterior.
Navone tuvo un gran desempeño, pero no pudo aprovechar esa chance para ganar y ubicarse entre los cuatro mejores. Fonseca, en cambio, no dejó pasar la suya y enfrentará este sábado al serbio Laslo Djere, que superó 7-6 (7-3), 6-3 al brasileño Thiago Seyboth Wild.
"Esto me permite -continuó Fonseca- crecer internamente, ya que es muy importante la parte mental para sacar adelante esta clase de encuentros. Me siento muy feliz con el resultado y conmigo mismo, por lo que pude responder en la cancha".
El brasileño dijo que fue creciendo "como juvenil, y luego como profesional. Empecé muy atrás en el ranking, afuera de los 100 primeros, y hoy estoy cerca del puesto 80. Sueño con poder ganar un título, no sé si será esta semana, pero llegará". Y fue más allá: "Es difícil jugar con este clima, con la lluvia y las interrupciones. Pero fui teniendo paciencia para poder seguir adelante".
En relación al juego agresivo que exhibe, aún en los instantes más dramáticos, el juvenil señaló que cuando era pequeño veía la pelota "pasar muy rápido. Por eso, mi entrenador me enseñó a ser ofensivo y sólido para no padecer esos problemas".
La comparación, una vez más, con el exjugador de su país Gustavo Kuerten, volvió a aparecer en el diálogo con los periodistas, pero el propio Fonseca se encargó de aclarar: "Cuando me mencionan a él siento motivación, es una presión buena. Tengo que pensar en el interior y no en el exterior. Me tengo que mantener con humildad. La verdad, no me gusta que me comparen con él, cada uno es diferente".
Fonseca, a su corta edad, expresó que su vida social es muy activa, y que comparte con sus amigos los momentos que le permiten despejarse y dejar de pensar en el tenis. Sus dos hermanos mayores lo ayudaron en ese aspecto, para poder ser más maduro. Lo que muestra adentro de la cancha lo sigue confirmando.