El fiscal penal Gabriel González imputó ayer a tres policías, de 39, 44 y 45 años, como coautores de los delitos de vejaciones agravadas por la violencia y homicidio culposo en concurso real, en perjuicio de Lucas Gonzalo Mercado.

Estos policías interceptaron al joven cuando se encontraba en la vía pública, en un evidente estado de excitación. La fiscalía aseguró que Lucas subió voluntariamente al móvil policial "y cuando era trasladado al hospital Ragone, habría sufrido actos vejatorios de parte del personal policial interviniente, quienes al maniobrar para reducirlo, le habrían producido la muerte por imprudencia y negligencia, al dejarlo durante un prolongado tiempo boca abajo, esposado y en una posición que dificultó la respiración, además sin brindarle auxilio médico, pese al visible estado de excitación que presentaba, y considerando que se encontraban a metros de la guardia del hospital Ragone".

El Ministerio Público Fiscal informó que los tres policías ahora acusados se abstuvieron de declarar, aunque dijeron que luego lo harán por escrito.

Lucas falleció el 3 de enero. Ese día estaba en inmediaciones del Hospital Neuropsiquiátrico Miguel Ragone, en la intersección de la avenida Yrigoyen y la calle Pedro Pardo. La fiscalía afirmó que se encontraba en un evidente estado de excitación, que tenía una conducta errática y hasta era riesgosa para sí mismo porque caminabaa entre los vehículos que circulaban por esa avenida. En esas condiciones subió al móvil policial donde, según la fiscalía, fallecidó como consecuencia de las vejaciones cometidas por los policías. 

La autopsia determinó precisamente que la muerte sobrevino por "insuficiencia cardiorrespiratoria como consecuencia de edema agudo de pulmón por asfixia mecánica mixta por compresión torácica combinada con sofocación por posición".

"De la investigación que se lleva adelante y de los resultados obtenidos hasta el momento, surge la participación de los efectivos a través de su accionar durante la intervención", informó el Ministerio Público Fiscal.

El fiscal González agregó que se están cumpliendo distintas diligencias para lograr el esclarecimiento de lo sucedido.

La imputación, y la detención, de los policías era un reclamo de la querella de la familia del joven, representada por el abogado Orfeo Maggio, quien basó este pedido, entre otras razones, en que un estudio toxicológico reveló que habían consumido cocaína. La autopsia también determinó que el joven tenía huellas de violencia física. 

En el momento previo de su muerte Lucas estaba en una crisis de ansiedad y pánico. Acompañado por su madre, su padrastro y su hermano pequeño había asistido al Hospital Miguel Ragone, pero le negaron asistencia y la situación empeoró cuando intervino la Policía.